Visité la tumba de mis padres.
Les dejé un ramo de rosas,
confiando en que no las botaran a la basura.Mi esposa salió de viaje a casa de su madre;
tuvimos una fuerte pelea en la mañana y me dijo,
y cito, "¡No sé si es más oscura mi alma o mi vientre incapaz de dar vida!"
a lo que le respondí: "No seas ridícula, las almas no tienen color."Me dio una bofetada y se marchó.
Descubrí en su almohada cabellos caídos,
los tomé y los besé
porque ella no me dejó besar sus labios.Marzo traidor, un día malo y otro peor.