No tenían idea como el tiempo había pasado tan rápido. Quizás entre viajes, salidas, risas, estudios, todo se había ido tan velozmente, pero lo habían pasado de maravilla. Se amaban, y disfrutaban demasiado juntos. Se encontraban besándose como si el mundo se fuera a acabar. Sus labios estaban tan hinchados que comenzaban a arder. La lujuria se apoderaba de ambos a medida que sus pasos los dirigían a la habitación de MinHo. Tropezó intencionalmente contra su cama, y cayeron riéndose sobre la boca del otro.
-Me hiciste golpearme –dijo TaeMin sobre sus labios – Baboh.
-Lo siento –dijo divertido. –amor, tienes boquita de pato.
-Tú también –dijo el rozándole los labios con la punta de los dedos. –te ves tan sexy con la boca de pato.
-¿Tengo boca de pato? –preguntó divertido mientras estiraba más los labios, con expresión divertida. Taemin rio y asintió. El le miró los labios y le dio un corto beso –te amo tanto precioso. No puedo creer que mañana me voy…
-Pero recuerda que nos veremos pronto, lo he arreglado con papá –dijo Taemin tocándole la punta de la nariz. –ofreció enviarme el dinero para arrendar un apartamento, lejos de la casa de mamá.
-Gracias a Dios –dijo Minho acercándose a su boca. Le mordisqueo sensualmente el labio inferior. –no podría estar sin ti.
-¿Quién diría que Choi MinHo sería tan cursi? –dijo el susurrándole en el oído.
-Siempre he sido cursi, solo que supe ocultarlo muy bien –dijo el muchacho pasando su mano por el cabello de su novio.
-Sigo sin creer como nunca me había fijado en ti, si eres tan guapo –dijo Taemin sonriéndole.
-Siempre supiste que era guapo, pero odiabas mi personalidad de Casanova. –Concluyó Minho–solo lo hacía porque tenía miedo de que me rechazarás pequeño.
-Es divertido recordarlo. Jamás creí que estuvieras enamorado de mí. Yo soy solo Taemin, mientras tú tenías a toda la secundaria a tus pies.
-Nunca fue suficiente, faltabas tú. Pese a que eras mi mejor amigo, yo quería besarte, quería poder demostrarte que yo no era esa máscara que los demás veían. Y después de todo lo que hice mal, tú seguías ahí y solías hablarme de que yo era bueno, solo que me gustaba hacer tonterías. Siempre fuiste una de las personas que sabía que en el fondo, no era así. Y eso fue lo que más me enamoró de ti, tú podías ver lo que otros no. –susurró Minho mientras lo miraba fijamente. –no sabes cómo me moría por decirte que te amaba. Cuando salías con la puta de Krystal, fue un golpe bajo. Dolía verte con ella, así que yo me tiraba alguna chica fácil para pasar el rato. Ni siquiera así salías de mi mente… y ¡dios! Como te deseaba, el día del baile de primavera, sentí que te violaría ahí mismo. Y el baile de fin de curso, revolucionó mis hormonas más que nunca. Esa ropa te quedaba perfecta… -le dijo en el oído.
-Gracias –dijo el sintiendo sus mejillas colorarse. Minho sonrió con ternura -¿y tú? Debo admitir que a pesar de que no me gustabas, siempre pensé que eras guapo. Con traje, me hacías sentir extraño. Te veías tan jodidamente bien, que dudé si me gustabas o solo era el momento. –Minho sonrió –además, siempre fuiste atento y preocupado conmigo, aunque fueras un idiota en la secundaria.
-Te amo, te amo y te amo –dijo él atrapando sus labios con intensidad .
Esa noche, planearon tener una hermosa cena de despedida. Minho volvía a Corea, y según Taemin, el iría uno o dos meses después. El preparó todo. Al fin y al cabo, era Minho el que se iba. Apenas el llegó de la universidad, pues había hecho unos trámites para comprobar su regreso, sonrió al ver la mesa con velas y a el vestuario para la ocasión. Llevaba unos jeans blanco y camisa azul, con un cinturón pequeño negro. Se veía como un dios.
-¡Wow! –exclamó mirándolo. El se acercó y lo miró coqueto. Minho lo tomó por la cintura y le plantó un beso en los labios –estás…
-¿Qué?
-estás perfecto. –dijo él. Le tomó la mano y lo hizo dar una vuelta, admirando su belleza.
-Gracias por el cumplido –dijo guiñándole un ojo. Minho sonrió –siéntate amor, te traeré algo que te gusta mucho.
Sirvió comida, charlaron y rieron. Minho lo observaba, grabando cada detalle de el en sí mismo. Se sirvió una copa de vino. Tomó un sorbo sin dejar de observarlo minuciosamente. ¿Cómo podía ser tan jodidamente hermoso?
-Está delicioso –dijo Minho sonriéndole. TaeMin sonrió complacido.
-Me alegra que te guste –dijo. Minho tendió su mano sobre la mesa, y el la tomó con gusto. Acarició con sus dedos el dorso de la mano de Taemin. –Hyung. –el lo miró atento. –Quiero que vivas conmigo en el apartamento que tendré. –Taemin se mordió el labio, mientras Minho procesaba lo que el había dicho ¿realmente quería vivir con él? Minho estaba callado, TaeMin en un principio pensó que no quería, pero él sonrió luego de eso.
-¿Enserio? –preguntó emocionado. El asintió –Hyung… estaría encantado.
-Lo haremos –dijo. Terminaron de comer.
-¿Damos un paseo? –preguntó él. Taemin sonrió y asintió. Minho tomó su mano y salieron del apartamento.
Nueva York era maravilloso de noche. Las luces de cada una de las publicidades y edificios iluminaban el lugar y le daban ese aspecto propio de una ciudad que está viva de noche. Minho pasó el brazo alrededor de su novio y le dio un beso en la frente. Extrañaría un poco Nueva York, aunque no cambiaba la vida más relajada de Alemania. Aún así, lo había pasado de maravilla.
-Tengo una sorpresa para ti –dijo Taemin.
-¿Otra?
-Sí, sé que te gustará. –el sonrió mientras sacaba algo de la cartera. Entonces tomó los papeles y se los enseñó. –iremos al piso más alto del Empire State. –Minho abrió mas los ojos como platos y sonrió. Se comenzó a reír. Era algo miedoso a las alturas, pero definitivamente no se perdería eso.
-Eres maravilloso –dijo embobado. Lo agarró por la cintura y le plantó un beso.
-Vamos, estamos en la hora –dijo Taemin agarrándole la mano. Caminaron hasta llegar a la Quinta avenida, con la calle West 34th Street y miraron el Empire State en todo su esplendor. Se dirigieron a la entrada, la emoción se hacía parte de ellos. Había una fila de personas, así que se pusieron allí. Se registraron en la entrada por el personal de seguridad, quienes les proporcionaron mapas, y algunos recuerdos del edificio. El edificio contaba con 73 ascensores. Así que los condujeron por los pasillos para ir al observatorio de la construcción. Minho estaba un poco nervioso, su miedo a las alturas le podía jugar una mala pasada. Tomó con más fuerza la mano de su novio cuando subieron al ascensor.
-Los ascensores son algo rápido ¿estarás bien? –preguntó Taemin. Minho asintió
-Se tarda en subir cuarenta y cinco segundos al piso ochenta –aseguró un hombre del personal del edificio. A Minho casi se le salieron los ojos de sus cuencas. ¿45 SEGUNDOS? Dios, sintió que tendría un ataque cardíaco ahí mismo.
El ascensor llegó, junto a ellos subirían una pareja con un niño de alrededor de diez años y ellos. Minho tomó una bocanada de aire y entró.
-¿Listo? –preguntó TaeMin acercándose a él y poniéndose de puntillas. Le besó los labios suavemente.
-Eso creo. –dijo suspirando. El ascensor cerró las puertas, y apenas partió, todos soltaron un grito ahogado pues la sensación de vértigo por la ascensión se apoderó de ellos. TaeMin le sonrió a Minho.
-¿Estás asustado amor? –preguntó. El negó pero Taemin rio pues sabía que estaba algo asustado. –Tranquilo, mira hasta el niño tiene menos miedo –El muchacho pequeño se volteó y dio una sonrisa de suficiencia, TaeMin rio divertido. Las puertas se abrieron en el primer observatorio, era alrededor de veinte pisos más abajo del último. Minho rogó por salir, pero aun faltaba un poco. La familia bajó allí. Ellos siguieron en el ascensor hasta el final. El ascensor por fin se abrió, y una chica del personal del edificio los recibió.
-Bienvenidos al observatorio del piso más alto del edificio –dijo la muchacha de ojos celestes. Minho le dio una de sus sonrisas coquetas. Taemin le apretó la mano. Y el gimió suavemente, Taemin sonrió con suficiencia. –si me siguen, podrán ver totalmente la vista de la ciudad.
Ambos sonrieron, mientras Taemin sacaba la cámara de su bolso. Minho lo miró sonriendo ante de alzar su vista ante la gran ciudad que se presentaba ante ellos.
-Espero que disfruten la vista –dijo la muchacha. Ellos estaban embobados. Podían ver la ciudad totalmente iluminada, y desde una altura inimaginable. Taemin suspiró fuertemente por la sorpresa. Minho lo abrazó por la cintura, observando la imagen. Su miedo a las alturas desapareció al contemplar la maravillosa vista que tenían. Taemin enfocó la cámara y tomó algunas fotos.
-Dios… esto es maravilloso –dijo Minho sorprendido. –Mira lo grande que luce la ciudad frente a nosotros… tan pequeños.
-Es increíble que mirando tan solo una ciudad, te imagines lo grande que es el mundo entero… -susurró Taemin. –y lo más increíble, es saber que el mundo es enorme, y haber tenido la suerte de haberte conocido… -dijo el volteándose. Minho lo miró con ternura, y se acercó a él. Juntaron sus labios y se dieron un tierno beso. Estaban en la cima del mundo, y hasta allí tenían que sellar su cariño. Taemin sacó la cámara, rozaron sus labios y tomó la foto con toda la vista de la ciudad iluminada en fondo. Luego sonrieron a la cámara y sacaron otra foto.
-¿Puedes tomarnos una foto? –le preguntó Minho a la muchacha rubia. Ella les sonrió y asintió. Posaron para la foto abrazados, y luego besándose. Agradeció a la chica que lo miró algo embobada.
-Te amo –dijo Taemin rodeándolo con sus brazos. Minho lo levantó un poco y él se rio divertido.
-Gracias a Dios, entre tantas personas, te conocí Taemin. –dijo Minho. Luego sacó algo de su bolsillo y dio una sonrisa. –tengo algo para ti. Cierra los ojos.
El lo hizo. Minho se dio la vuelta y sacó la cadena de oro que había comprado para su novio. La dejó caer en el pecho de él. Sacó un espejo que le había robado de la cartera, y le mostró.
Taemin dio un grito ahogado. Era hermosa. La figura que había era una imitación en oro de un micrófono. Volteó con los ojos algo llorosos.
-Sé que te gusta cantar. –Dijo él cerca de Taemin–ya sabes lo que significa. Pero en la parte de atrás había tres letras. M&T Taemin sonrió mordiéndose el labio y lo miró para agarrarlo por la nuca y darle un beso.
- haneul wie naran mun sok negeman yeollineun jadongum nan baraboneun ne nun ssok deuregal su inneun churip jeungeuro nege ganeun Junbineun da kkeutnaesseo nae gyeoteuro wa nuneul gamajwo –dijo haciendo una parte de la canción del grupo favorito de Taemin. Él lo abrazó fuerte. (Close the door-SHINee la parte de MinHo *o*)-Te amo Hyung–susurró en su oído.
-Te amo Taeminnie-dijo. Unieron sus labios y se miraron con una enorme sonrisa.