Una semana luego, en que todo iba bien para ambos. Luego de haber ido al cine con los chicos, y haberse reído como nunca luego de jugarle una broma a Taemin, asustándolo, para que luego le diera un puñetazo en la cara a Minho por equivocación, las cosas seguían demasiado bien para ambos. Era como lo que siempre habían soñado, para Taemin una relación con alguien que valiera la pena, y para Minho , la relación con el era lo mas hermoso del mundo al fin estaba con su Taeminnie .
-Se te ve feliz, Minho –dijo Jonghyun mientras caminaban por el centro comercial. Se acercaba el cumpleaños de Taemin, cumplía por fin dieciocho años, y Minho buscaba algo especial.
-Más que nunca, amigo –dijo mientras ambos sonreían.
-Siempre te dije que debías arriesgarte –comentó Jonghyun–después de todo, las cosas salieron bien.
-Gracias amigo, siempre estuviste cuando te necesite –le dijo Minho dándole un abrazo a su mejor amigo.
-Claro que si Minho, recuerda que eres mi esposo –ambos rieron por la broma de Jonghyun(JongHo plz?).
-Claro loco –sonrieron.
-Y bueno ¿sientes esa necesidad de acostarte con las chicas que lo hacías? –preguntó Jonghyun.
-No, estoy demasiado feliz como para arruinarlo –dijo Minho. –entremos aquí –indicó una tienda de regalos. –además, no pienso demasiado en sexo.
-Solo porque sabes que no te resultará tan fácil con Taemin –se burló Jonghyun
-En realidad no me interesa si es pronto o no, solo quiero hacerlo feliz –dijo Minho mientras miraba los peluches –agh, nada me gusta.
-¿Cuándo es el baile de graduación? –preguntó Jonghyun mientras observaba unas tarjetas.
-En tres semanas, y en dos es la ceremonia –respondi el mientras miraba unos llaveros.
-¿Irás con Taemin supongo? –preguntó Jonghyun
-Claro que sí, pretendo que esta vez todo resulte como yo quiero –dijo Minho firmemente.
-¿Y si le regalas algo? –preguntó Jonghyun
-Demoraré días en elegirlo, y con mi personalidad, terminaré llevándole alguna cosa que ni siquiera le tapará el trasero –ambos se rieron.
-Regalale un collar, una pulsera, algo así ese es el estilo de Taemin–dijo Jonghyun algo exhausto después de un rato.
-Mhm quizás tengas razón agh, odio que esté de cumpleaños tan cerca de la graduación ¿sabes? Luego tendré que darle un regalo de graduación –Dijo Minho y ambos rieron.
-Para su graduación, llévale chocolates, asunto resuelto –dijo Jonghyun –yo haré eso con Key.
-No a Bill no le gusta el chocalate –dijo Minho
¿Entonces como que le gusta?-Pregunto el rubio algo molesto
Ya se le llevare un pastel de fresas– Dijo Minho sonriendo
-Agrrr ¿Le gustan esas cosas?-Dijo Jonghyun con desagrado–Si le fascinan ¿algún problema Jonghyun?- pregunto Minho mientras lo fulminaba con la mirada ante su espresion
Ammm no pero tranquilo Choi–Dijo el castaño-
Las siguientes dos semanas pasaron volando. En ese preciso instante, los chicos estaban poniéndose la horrible túnica color celeste y el gorro de graduación. Era su graduación, y para ellos, vestidos de esa forma, jamás lo olvidarían.
Minho se miró otra vez al espejo y negó frustrado. ¿Quién había elegido el horrible color? suspiró resignado, mientras iba a buscar a Taemin
Tocó el timbre, y el salió vestido igual.
-Hola lindo –dijo él dándole un corto beso –te ves muy bien. –el bufó
-Hyung, nos vemos ridículos –dijo riéndose, el acompañó su risa, tenía razón, no se veían bien. Se abrazaron, para luego subir al auto de Minho. La mamá de Taemin llegaría un poco más tarde, cosa que ni siquiera le sorprendió a el.
-Me dieron nervios –confesó Taemin mientras se dirigían a sus asientos.Eran de apellidos diferentes asi que estarían separados
-No tengas miedo –susurró Minho en su oído –estamos juntos, así que todo saldrá bien. –Taemin le dio un corto beso y asintió. Comenzaron a llamar por apellidos, hasta que le toco el turno a Minho camino rosando la mano de Taemin recibio su diploma en medio de los aplausos. Despues toco el turno de Taemin paso por su diploma pero no visualizó a su madre, y pese a que no le sorprendía, sintió un nudo en la garganta. Minho al bajar, lo tomó de la cintura mientras lo felicitaba, Taemin lo felicitó a él. Se abrazaron y se dieron un corto beso. Minho notó que a Taemin le preocupaba algo. Pero no mencionó nada.
Cuando todo terminó, le tomó la mano y fue con sus amigos, entre todos se abrazaron. Pese a eso, Taemin seguía distraído y dolido. Su madre no había llegado, su padre ni siquiera se acordó de llamarlo. Suspiró, evitando que las lágrimas salieran de sus ojos.
-Mamá espera por mí –dijo Minho. El asintió y le dijo que fuera, pero Minho, le tomó la mano y lo hizo acompañarlo.
-¡Felicitaciones chicos! –dijo el padrastro dándole la mano a ambos. Taemin le sonrió forzadamente.
-¡Felicitaciones bebé! Estoy tan emocionada, estás tan grande –dijo la mamá de Minho mientras lo abrazaba y una que otra lágrima caía por su mejilla. Taemin se sintió tan solo en ese preciso instante. Luego la madre de Minho lo felicitó y lo abrazó. -¿fuiste donde tu madre? –el negó.
-No la veo –musitó Taemin. Minho miró preocupado a su madre, quien con una mirada le indicó que cuidará a su chico.
-Busquemos a tu madre, debe estar por aquí –dijo Minho tomándole con fuerza la mano. El casi ni tomó atención a lo que su casi novio decía. No encontraron a la madre de Taemin, el estaba absolutamente decepcionado. Minho lo abrazabo o le decía cosas inspirándole ánimo, pero no.
-¿Vamos a cenar chicos? –propuso el padre de Minho.
-No gracias –dijo Taemin amablemente –quiero ir a casa a descansar.
-Amor ¿estás seguro? –preguntó Minho. El asintió
-Te vamos a dejar entonces –dijo la madre de Minho (notese que no se el Nombre...)
-Claro, gracias –musitó Taemin.
Cuando llegaron a su casa, Taemin dio las gracias, le dio un corto y frío beso a Minho y entró a su casa. No había nadie. Revisó su celular, ninguna llamada. Las lágrimas ahora cayeron sin que quisiera detenerlas, nunca se había sentido tan solo. Sollozó fuertemente, corrió a su habitación, dio un portazo y con eso cayó una caja donde el guardaba cosas importantes. Todo el contenido cayó en el piso. Lo primero que sus ojos vieron fue aquel objeto brillante, de metal. Una ola de recuerdos, una ola de dolor inundó su cuerpo y su mente. Los días de llanto, de dolor, todo estaba reflejado en el pequeño objeto. Se acercó con inseguridad y lentitud. Lo tomó entre sus dedos, mientras no dejaba de llorar. ¿Quería volver a lo mismo? No, no quería, pero no tenía otra opción, o al menos eso creyó.
Dejó el objeto sobre el velador, mientras se ponía su pijama. Un short y una polera. Se sentó en su cama, subió el volumen de la música, mientras no dejaba de llorar. Tomó el objeto, cerró los ojos y sintió el agudo dolor en las piernas, por momentos, no recordaba el porqué de su llanto, frente al agudo dolor que sentía en sus muslos. Dos cortes, quería olvidar que sus padres no lo querían. Tres cortes, quería dejar de sentirse un estorbo. Cuatro cortes, deseó jamás
haber nacido.
