Capítulo 13

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Estaba nerviosa, Lucas me había invitado a cenar a casa con sus abuelos, a pesar de que ya conocía a los señores Scott, me encontraba algo inquieta, la verdad no entendía porqué, los señores Scott eran personas muy amables.

Lucy, la abuela de Lucas, era una mujer muy dulce de unos sesenta y tantos años, pero que se conservaba muy bien para su edad, era ese tipo de abuela que te consentía en todo, provocaba abrazarla todo el tiempo.

El señor Alan, tenía unos setenta años y al igual que su esposa, se conservaba muy bien, a pesar de no pasar mucho tiempo en casa porque tenía que encargarse de las acciones que le había dejado su padre a Lucas en la empresa, de la cual, fue socio en vida y además de su propia compañía, cuando se encontraba en casa se enfocaba en pasar mucho tiempo con su nieto.

Se hizo la hora de que Lucas pasara por mí para ir a cenar y estaba todavía más nerviosa, tenía el presentimiento de que algo iba a suceder.

Cuando llegamos todo mi nerviosismo desapareció, Lucy fue igual de dulce y cálida que siempre y Alan contaba algunos chistes para hacernos reír a todos en la mesa, la cena transcurrió en un ambiente muy divertido y ameno.

Una a parte de mí quería que esta cena no terminara, la estaba pasando muy bien, pero lamentablemente llegó la hora de irme, me despedí de Lucy y Alan con un fuerte abrazo, me encantaba pasar tiempo con ellos. 

Cuando iba saliendo con Lucas por la puerta principal, me giré una ultima vez para decirles adiós con mi mano y pude ver una mirada cómplice entre aquella pareja de ancianos, como si supieran algo que yo no, pero no le di importancia. Antes de que llegáramos al auto, Lucas me pidió que lo acompañara a un lugar, me dijo que podíamos ir caminando y algo extrañada acepté.

Flashback

¿Falta mucho, Lucas? llevaba preguntándole lo mismo desde que salimos de la casa de sus abuelos, ya habíamos caminado casi dos calles y yo iba en tacones, no eran muy altos, pero igual era una tortura caminar con ellos.

¡Dios, como te quejas, Nhoa! Mira ya llegamos exclamó, poniendo los ojos en blanco fingiendo estar irritado.

Claro como no es él el que ha caminado todo este tiempo en tacones digo solo para mí.

¿Qué dices, Nhoa?

Que no te hagas el irritado porque muy bien que adoras mis actitudes de niña le saco la lengua y él me da esa sonrisa torcida que me gusta tanto, miro el lugar dónde estamos y le pregunto— ¿se puede saber que hacemos en un almacén viejo?

Entra y averígualo por ti misma.

Algo extrañada, camino hacia la entrada del enorme lugar con Lucas detrás de mí, tomo el pomo de la puerta para abrirla. El lugar está completamente oscuro, no veo nada, está tan oscuro que podría poner mi mano frente a mi rostro y no verla, siento a Lucas pasarme por un lado y dirigirse a algún lugar en la oscuridad.

¡Lucas! ¿Dónde estás? Lo llamo, pero no me responde, me estoy empezando asustar.

De repente todas las luces del lugar se encienden y me dejan algo cegada por la repentina claridad, busco a Lucas con la mirada, dejo de hacerlo cuando algo en la pared del lado derecho del almacén llama mi atención. 

Camino en esa dirección y no puedo creer lo que veo.

Es un graffiti enorme, que cubre toda la pared del suelo al techo con mucho colores hermosos, predominando el azul, mi color favorito. Y eso no era lo más impresionante de todo, en el centro de la pintura con letras muy acorde al estilo de la obra estaba escrito:

ESTOY LOCO POR TI, AINHOA

Dejo de respirar por un momento, llevando mi mano a mi boca en sorpresa.

Sentí unos brazos fuertes rodear mi cintura desde atrás, un escalofrío estremeció mi columna, no podía moverme ni decir una palabra, estaba demasiado impactada, era lo más hermoso que alguien había hecho por mí en todo mi vida. Él apoyó la barbilla en mi hombro y me murmuró al oído— Estoy loco por ti, desde hace mucho tiempo, Nhoa.

Lentamente me hizo girar entre sus brazos sin soltarme, quedamos cara a cara Yo no... no sé que de...no me dejo terminar porque él toma mi cara entre sus manos y me besa.

Su beso es suave y lento, puedo sentir cada roce nuestros labios con tanto detalle que aprieto mis manos a mis lados, una pequeña corriente eléctrica se siente en todo mi cuerpo, es como esa sensación de satisfacción cuando pruebas algo que llevas tiempo deseando.

Lucas me toma de la cintura, apretándome más a él y yo enrollo mis manos alrededor de su cuello, su lengua acaricia la comisura de mis labios, un escalofrío recorre mi cuerpo entero, ¡Dios, besa divino! nos besamos durante unos minutos más, hasta que tenemos que separarnos unos milímetros para poder respirar, Lucas sonríe en mis labios y me da un pequeño beso antes de separarnos por completo.

Y ahí, en ese almacén viejo, Lucas y yo nos dimos nuestro primer beso.

Para no olvidarte. ©✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora