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El omega miraba nervioso al alfa, cuando el alfa terminó de curar la herida del omega le sonrió para después besarle la frente con cariño, el castaño por su parte miró el abdomen bien trabajo de su novio no podía creer lo que estaba viendo, sus mejillas sonrojadas lo delataban bastante, nunca había visto de ninguna otra manera impura a los alfas y no quería hacerlo con el pelinegro, el alfa detectó el aroma a nerviosismo que comenzaba a florear de su novio, río para buscar una camisa y colocarsela pero sus acciones fueron detenidas por el omega quien al ver que se la iba a poner corrió hasta el para quitarsela el alfa lo miró confundido.

-No hyung, bueno no piense mal y mucho menos me malinterprete me gusta ver su abdomen no tiene porqué taparselo debería sentirse orgulloso- el omega bajo la mirada avergonzado, el alfa río enternecido por su novio.

-¿A ti te gusta mi cuerpo? - el alfa se acercó a su omega hasta dejarlo acorralado.

-Hyu..hyung no de esa manera bueno tal vez un poco pero no debo tener pensamientos impuros con usted- el alfa le alzó la mirada a su novio para poder besarlo, el omega se dejó llevar se quejaba de vez en cuando por la herida de su labio pero cuando el alfa se quería separar el omega lo volvía a atraer.

El alfa cargó al omega con sus piernitas alrededor del abdomen del pelinegro para sentarlo en el desayunador, el aroma del omega se empezaba a intensificar pero el alfa no lo tocaría no quería lastimar más al hermoso ángel.

-No lo podemos hacer cariño, no quiero lastimarte más- el omega asintió con un puchero en sus labios inmediatamente el alfa volvió a atacar sus labios, el omega mostró su cuello en forma de sumisión en cambio el alfa lo llenó de besos, llenos de amor y cariño, el alfa hubiera seguido si no fuera por la puerta que fue abierta.

-Nos hubieran dicho que estarían ocupados y hubiésemos venido hasta mañana- hablo un omega rubio detrás de el estaba su alfa quien iba con el alfa rubio, este miraba como el omega tenía sus mejillas ruborizadas.

-No hacíamos nada Sunggie- el omega castaño se bajó del desayunador para ir hasta su mejor amigo.

-Y ¿porque tu aroma está intensificado?- habló el alfa rubio al notarlo el omega castaño se quedó paralizado su novio llegó para abrazarlo por detrás ya con una camisa.

-Eso no te debe de importar Félix, pueden escoger su habitación excepto la principal- el omega volteó a ver a su novio y le sonrió. Y tú puedes ir a descansar cariño esperaré a los demás.

-Hyung, ¿Quien falta? Más bien ¿Porque están aquí?- el omega miró confundido a su novio.

-Es una sorpresa, falta Channie, Woojin, Hyunjin, JeongIn y Seungmin- el alfa rubio notó como se empezaban a encerrar en su propio mundo su lobo comenzaba a gruñir pero no podía hacer nada así que eligió rápido una habitación y se introdujo en ella.

Sabia que no podía pelear con Inpyo el era mucho mejor que el claro que al principio el pelinegro pensaba en dañar al hermoso castaño después se arrepiento por amor hacia el omega pero el no podía hacer nada lo daño de una y mil maneras si tan solo se hubiera dado cuenta desde un principio de la manera en como lo veía su dongsaeng tal vez estuvieran juntos y no como lo están ahora, no estaría con Changkyun y su omega no estaría con el alfa, no podía decir nada ni mucho menos reclamarle al pelinegro tenía que agradecerle porque si no fuera por él nunca se hubiera dado cuenta que perdio al verdadero ser que lo amaba, Changbin no había perdido nada tal vez agua al llorar por el, pero Félix lo había perdido todo, tal vez era momento de darse por vencido no sabía cómo recuperarlo, tal vez el omega tenía razón podía negarse a su destino y estar con Changkyun.

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El omega castaño abrió sus ojitos, sintió la cama pero estaba vacía se levantó de golpe el olor a canela estaba presente pero su novio no, su lobo comenzó a sollozar no sabía dónde buscarlo si salía al bosque se perdería se colocó su sudadera para salir de la habitación, miró hacía la sala de estar y no estaba, bajó las escaleras camino hacia la cocina encontró a un alfa pero no era su novio. El alfa sonrió al notar el aroma a vainilla cerca de el así que volteó con una sonrisa y se acercó al hermoso omega después de dos días volvía a estar frente a el, amaba su aroma pero no le agradaba que estuviese combinado con el aroma del alfa, notó como se quejaba por un dolor en su espalda.

Pequeño ángel »» Febin »» OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora