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18

El omega castaño no sabía que hacer ante esa situación sabía que el celo de los alfas era más fuerte ya que les duraba pocos días a comparación de los omegas.

-Changbinnie vete- el alfa aún estaba consciente no faltaba mucho para que dejará de estarlo.

-No hyung, puedo ayudarlo- el castaño intento acercarse pero el alfa retrocedió.

-No quiero lastimarte- el omega sonrió y se acercó a su alfa.

-No me lastimara, iré por Inpyo hyung para que me ayude a llevarlo a su casa hyung- el alfa gruño, jaló a su omega para sentarlo en su regazo y colocar su nariz en el cuello del omega dónde provenía el aroma más fuerte.

-Podemos irnos sin el- la voz del alfa salía mucho más gruesa de lo normal lo cual hizo que el omega actuará sumiso ante el toque del alfa. Omega mío.

El omega se levantó junto a su alfa por suerte la casa del alfa no quedaba tan lejos, el alfa notaba como los alfas se le quedaban viendo a su omega fue inevitable gruñirles lo cual hacia que el omega se sonrojara.

-Hyung tranquilo- murmuró él Omega cuando estaban a punto de llegar miraron a Inpyo a lo lejos lo cual hizo que el alfa abrazará por la espalda a su omega.

-Binnie pequeño, Changkyun está buscando a Félix- el alfa al escuchar aquel nombre se encogio en su lugar.

-Pero hyung está en celo- el alfa miro a Félix quien abrazaba posesivamente al omega.

-Intentaré distraerlo metanse rápido pequeño- el omega asintió y cuando paso al lado del alfa lo detuvo. Si te lastima, no dudes en llamarme- murmuró y el omega asintió.

Llegaron a la casa del alfa el cual estaba oscura indicando que la madre del alfa no se encontraba en esos momentos el omega tenía miedo había visto como su hermano se ponía cuando entraba su celo, no sabía que hacer o como actuar ante esa situación pero ahí estaba intentando ayudar a su alfa.

-Hyung dónde tiene las llaves- el alfa tenía las pupilas dilatadas ya no hablaba solo miro en sus pantalones, el omega se sonrojo mientras comenzaba a tocar las bolsas del pantalón del alfa hasta encontrarlas, se dió la vuelta para poder abrir la casa y que entrarán ambos. Buscaré un supresor en su cuarto- el omega subió hasta la habitación del alfa.

El omega buscaba en el tocador del alfa hasta encontrar el supresor miró en su tocador el guardapelo pensaba que se lo había quitado Changkyun lo agarró entre sus manos, su alfa le había mentido solo para que lo perdonará, tomo entre sus manitos el supresor cuando escucho que alguien azotó la puerta de la habitación, se dió la vuelta para ver al alfa no sabía que decir o como actuar así que le extendió el supresor al rubio.

-Debería tomarlo hyung, yo tengo que irme- el alfa miró el supresor y lo aventó el omega solo vio como el supresor cayó en alguna parte de la habitación tenía miedo no lo iba a negar la manera en la que se acercó el alfa hasta dejarlo acorralarlo.

-Hueles a el- el omega mostró su cuello en sumisión, el alfa olió el aroma del omega pero ya tampoco lo calmaba.

-Hyung- el omega cerró los ojos cuando sintió los labios húmedos del alfa en su cuello.

El omega se dejó llevar bajo los toques del alfa, el cual comenzó a dejar marcas que probablemente le dolerían al siguiente día, no era besado con cariño el omega claro que no, era besado con agresividad el alfa quería desaparecer el aroma a Canela de su omega, lo llevó hasta la cama donde lo aventó el omega dejo salir un sollozó ahora más que nunca tenía miedo no debió haber salido con Inpyo y así no sería tratado de esa manera se comenzaba a lamentar su alfa estaba cegado el no se atrevería a lastimarlo.
Sintió como su ropa fue rasgada hasta dejar su abdomen desnudo, sus manos fueron atadas para evitar que intentará escapar, el omega solo dejaba salir pequeños sollozos, si no fuera por cierto alfa castaño que llegó justo a tiempo inyectandole un supresor mientras un omega rubio quitaba a su mejor amigo de ahí tapándolo con una cobijita lo abrazó sacándolo de ahí en la sala de la casa del alfa rubio se encontraba Inpyo quien cuando vio al pequeño omega tembloroso y sollozando fue hasta el para abrazarlo, permitiéndole al omega desahogar su miedo.