Finnegan
Las luces continúan apagadas y no me he movido ni un centímetro de la posición en la que estoy, siento que si lo hiciera el momento desaparecería para siempre. Sin embargo, es Dandelion la que hace el primer movimiento, al intensificar el beso colocando sus brazos alrededor de mi cuello, acercándome más a ella. Tomo esa acción como una invitación y no tardo en pasar mi lengua por el borde de su labio inferior.
Ahora, lo que era un dulce beso se ha transformado en algo más profundo y puedo sentir la sonrisa de Dani cuando siente mi lengua. Antes de darme cuenta, puedo sentir la suya contra la mía.
Sin dejar de besarla, tomo sus muslos -que hasta ahora solo estaban quietos entre mis piernas- y los elevo un poco, cosa que ella toma como señal y termina encadenándose en mi cadera con sus piernas, presionándose un poco contra mi. No puedo evitar soltar un jadeo contra esto, lo que provoca que ella se separe de mí, de un golpe, pero mantenga la corta distancia entre nosotros.
—Me estás matando —murmuro contra su boca y vuelvo a tomar sus muslos para esta vez, apretarla más contra mi cuerpo. Ahora es ella la que suelta un jadeo.
Vuelvo a besarla, esta vez con más intensidad que anteriormente. Capturo su labio inferior con mis dientes y ahora si, Dandelion suelta un gemido, cosa que no hace más que ponerme más de lo que estoy. Dani pasa sus manos de mis cuello hasta mi pelo y comienza a tocarlo y tirarlo de una manera suave y provocativa.
Aprovecho esto para pasar mis labios desde los suyos hasta su cuello, dejando pequeños y húmedos besos, desde su clavícula hasta el lóbulo de la oreja, deteniéndome ahí.
—Me tienes completamente loco, Dandelion Fitzpatrick.
Dani tira de mi hacia abajo para llevar mi oreja directamente a su boca y solo entonces, noto que su respiración está agitada y su voz es casi inaudible.
—Demuéstralo.
Dicho eso, dejo de ver a Dandelion como la indefensa chica que llegó a mi casa hace unos meses, sin entender nada y a la cual tenía la necesidad desesperada de proteger. Hoy, justo ahora, Dani es otra chica, otra chica como cualquier otra, una chica que me ha puesto como ninguna otra lo ha hecho.
Vuelvo a su clavícula, trazando un camino con mi lengua desde su oreja, pasando por su cuello y llegando hasta el inicio de su escote. Me toma unos pocos segundos tomar una decisión, pero termina tomándola Dandelion por mi, cuando toma el dobladillo de su blusa y la tira hacia arriba.
Sin quedarme atrás, tomo el borde de mi sudadera y me la quito, lanzándola a algún lugar de la habitación. Dani no tarda en posar sus manos en mi -ahora- torso desnudo, sus manos están heladas lo que provoca un poco de calosfríos pero ni siquiera me da el tiempo de pensarlo, ya que la chica vuelve a trepar hasta mis labios, tirándome hacia abajo.
El toque de su piel desnuda contra la mía se siente tan increíblemente bien, que no tardo en desabrochar su pantalón y el mío, dejándolos ambos en el suelo de mi habitación. Llegado el punto en el que solo sumamos tres prendas en total, puedo sentir aún más de cerca el cuerpo de Dani, frotándose contra el mío, y me está desquiciando el hecho de que solo una fina tela de ropa me separe de ella.
—Quítala —murmura, como si hubiese leído mi pensamiento.
Me quedo pasmado por unos segundos pero no tardo en volver a besarla, esta vez sin ningún descaro, pasando mi lengua por todo lo que su boca me permita. Mientras hago esto, mis manos viajan silenciosamente hasta el borde de sus panties y las deslizan por sus muslos, suavemente pero rápido y yo diría que hasta casi desesperado.
Mi boxer tampoco se queda mucho tiempo y pronto, lo único que queda es el sostén de la chica rubia que está debajo de mi. Esta vez no consulto, ni tampoco dudo, solo coloco mis manos en el broche y lo quito, tirándolo junto con el resto de ropa.
Ahora, justo aquí, cuando quizás quien sabe lo que está pasando abajo, no hay nada que me separe de ella, ni una ínfima prenda de ropa y sin embargo, decido no hacer nada aún. Continúo besándola, sin discriminar ni una parte de su cuerpo, pasando mi lengua y mis labios por su clavícula, sus pechos, su viente, sus muslos y volviendo a sus labios.
Esta vez, mientras la beso, ella vuelve a enganchar sus piernas en mi cadera, logrando que mi miembro quede pegado y presionado con su entrada, la cuál se encuentra bastante húmeda, o al menos lo suficiente para hacer el siguiente movimiento.
—Podemos parar aquí si tú lo quieres —advierto, separándome un poco de ella y hablando contra sus labios.
No puedo saber con exactitud si está sonriendo, porque la luz que entra por al ventana es poca y casi nula, pero ella toma mi cara, colocando sus manos en mis mejillas y besándome nuevamente. Luego de eso, es ella misma la que toma mi miembro entre sus manos y lo posiciona en su entrada, dejándome solo una tarea.
Y lo hago, me inclino de forma lenta pero segura hacia adelante, entrando a medias en ella. Dani no tarda en gemir y sujetar más fuerte mi cabello, tironeándolo y llevando descargas eléctricas a todo mi cuerpo. No se queja, tampoco opone resistencia así que tomo esto como una indicación y lo meto completamente.
—¿Está bien? —murmuro en su oído.
Ella no responde, al menos no con palabras, si no que arquea su cuerpo en dirección al mío, buscando más presión de mi sobre ella. Sonrío con mis dientes y vuelvo a besarla antes de comenzar con pausadas embestidas, que no tardan en convertirse en un vaivén rápido de ellas de ellas.
Mientras más velocidad aplico, menos controlables son los gemidos que se escapan de la boca de la rubia y de la mía también hasta que llegado el momento, lo único que se escucha en la habitación es el dulce jadeo de Dandelion. Comienzo a sentir un cosquilleo en mi cuerpo y sé que estoy por acabar, por la forma en la que Dani continúa arqueándose tratando de lograr una penetracíón mas profunda, sé que ella también está cerca.
Aumento más la velocidad de las embestidas y también la intensidad de mis besos, ella se agarra de mi espalda y me pega más a su cuerpo, enterrando sus uñas en mi espalda que muy por el contrario de dañarme, solo me calienta más. Luego de un rato, comienzo a sentir como el cuerpo de Dani se arquea completamente y suelta un gemido de desahogo, ha acabado y después de unos minutos, lo hago yo también.
—Te quiero —es lo único que puedo soltar al terminar, cuando ya estoy junto a ella en mi cama, completamente sudado y con el cuerpo hirviendo en calor.
Escucho una risa por parte de la rubia a mi lado y luego siento como se endereza en la cama, se inclina sobre mi y deposita un beso en mis labios.
—También te quiero —responde encima de mis labios.
Y eso es todo. No puedo mirarla, solo puedo sentirla a mi lado pero sé que no quiero dejar eso jamás, no pienso hacerlo tampoco. Me quiere, le gusto, Dios, está enamorada de mi y yo de ella. Lo único que quiero hacer ahora es hacerla feliz y solo se me ocurre una manera de hacerlo.
[...]
Bien, con este capítulo lo de "historia corta" se fue a la mierda pero todas quisieron un capítulo calentón así que me vi en la obligación de hacerlo. Es broma, amé escribir esto porque escuché mis canciones favoritas al hacerlo.
Este capítulo marca el inicio del climax en la historia así que de aquí en adelante las cosas van a cambiar un poco, en realidad se van a poner aún más intensas que anteriormente. uwu.
Estaré actualizando los lunes, miércoles y domingos sin falta, ahora así que si🖤
Eso chiquibeibis, cuidense, lavense las manos y no salgan de casa.
Ah si, pasense por mi otra historia Who Stole My Nudes? Está en mi otra cuenta shortyshawn y de paso echenle un ojo a las otras historias de la cuenta🖤
ESTÁS LEYENDO
Finnegan
HorrorNo lo olvides, estás en su juego. Escóndete, si no, game over. Portada por @humxnerrxr