Finnegan

I'm not in love with Finnegan Finnegan

Viernes 4 de marzo

Cuando entro a la casa, todos me miran extraño y casi con miedo. Al principio no comprendo razones hasta que recuerdo lo ocurrido el viernes pasado, cuando defendí al asesino de casi media generación.

—Creen que les arrancarás la cabeza —dice una voz, sobresaltándome. A mi lado a llegado mi salvador de hace una semana, Marco.

—¿Por qué? —pregunto.

—Digamos que alguien corrió la voz —dice señalando al chico rubio que está jugando beer pong. Spencer Thomas.

—¿Qué les ha dicho? —pregunto.

—Nada que no sepamos —responde— Ya sabes, el maravilloso espectáculo que están montando tú y el bicho raro.

—¿Espéctaculo?

Marco ríe —Vamos, es muy cliché. Te enamoras de tu propio asesino, muy en la onda de netflix si quieres mi análisis.

—No estoy enamorada de Finn.

Y si, admito que el chico llama no atención más de lo que me gustaría pero hablar de amor son palabras más grandes. Muy en el fondo, se que lo único que siento por Finnegan es pena.

Marco me mira a los ojos por un buen rato y me siento como un concurso de quemadas, después de un rato se gira y vuelve a mirar hacia el frente.

—Pruébalo.

—¿Cómo quieres que lo pruebe?

—Dani, eres igual que todos nosotros. Aunque Finnegan haya tratado de convencerte de lo contrario, sigues siendo una presa fácil al igual que todos sus invitados —responde— Sé que un día intentaste matarlo, si dices no estar enamorada de él, será pan comido.

—Quizás no esté enamorada de él pero tampoco soy una asesina.

—Mataste a uno de sus matones hace unas semanas —me recuerda— Además ¿Nunca te has puesto a pensar en que en algún momento no quedarán chicos a quien matar?

—¿A qué te refieres?

—A que cuando sólo queden ustedes dos, deberán intentar matarse mutuamente —responde— y ya no estaré para salvarte el pellejo, Dani.

Sin más que decir, toma un vaso de la mesita y se va. Trato de seguirlo para continuar la conversación pero rápidamente lo pierdo entre tanta gente y termino llegando a los brazos de Finnegan Finnegan.

—¿A quién buscas? —pregunta.

—A nadie —respondo y antes de que pueda hacerme otra pregunta, me escapo e intento camuflarme entre los demás invitados.

—¡Dandelion! —grita tomándome del brazo para no perderme de nuevo. Cuando siento su agarre, me giro y quedó frente a su pecho— ¿Hice algo mal?

Entonces levanto la mirada y me quedo mirando sus ojos. Son preciosos y me hace ilusión sentir que cuando me miran, se iluminan pero no puedo engañarme. Aunque sean los ojos más bonitos que haya visto, siguen siendo los ojos de un asesino desquiciado que en algún momento tuvo intención de apuñalarme.

—Lion —me llama la atención— ¿Hice algo mal?

Suspiro y me suelto de su agarre —Invitarme a tu estúpida fiesta en primer lugar.

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FOEEEEEEERTE, escribí este capítulo hace mucho y ahora me da rabia leerlo porque, pinche Lion pero es totalmente necesario para los capítulos que siguen.

En otras noticias, antes de ayer se me ocurrió una idea demasiado genial para una novela pero no sé si subirla porque siempre termino pausándolas💔

Eso, Chris, out