Thirty Kisses {Karmagisa/Nagikaru}

4-. Un beso dulce

Enamorarte de alguién puede ser jodido, pero enamorarse de alguien con quien tienes una relación de amistad y sexual pues.. Resulta más jodido.

Todo comenzó con pequeños pensamientos impuros del celeste, en ellos se cuestionaba como se sentiría al besar a su amigo o dormir con él, la cosa fue aumentado al punto de tener sueños húmedos con él.

Tras una semana de haber empezado a tener ese tipo de sueños, aceptó sentirse atraído sexualmente por el pelirrojo, y bueno, no es que lo disimulase muy bien que digamos.

El día que empezaron todo, ambos se hallaban en los vestuarios cambiándose, habían tenido una prueba de resistencia por toda la montaña y ya los demás chicos habían salido, dejando solos a la pareja de amigos.

El pelirrojo estaba cambiándose de camiseta y Shiota pues... Él no aparataba la mirada de él con un leve sonrojo en las mejillas mordiendo levemente su labio inferior.

-¡Controla tus hormonas, idiota! ¡No seas tan evidente! -Se decía mentalmente apartando la mirada, se sentía un sucio pervertido, mucho más que Okajima.

-Nagisa-kun, ¿por qué me mirabas tanto? -Preguntó Akabane tras vestirse.

-Eh... ¿Puedo hacer una cosa y no te molestas ni nada? -Se giraba mirándolo aún mordiendo leve su labio. Al recibir una respuesta afirmativa, cogió aire y se acercó a su amigo para besarle poniendo sus manos en el pecho de este.

Por obvias razones, el mayor se quedó en shock por unos momentos, porque, siendo francos, que en los vestuarios del instituto tu mejor amigo se quede viendote y luego te bese, no es algo que pase todos los días.

Después de unos segundos, correspondió el beso poniendo una mano en la cintura de Shiota pegándolo más a él.

Al principio solo eran besos de vez en cuando, luego esos besos iban subiendo de intensidad y, al cabo de unos meses, acababan en la cama.

Pasaron dos años de eso, y ambos seguían con su relación especial, por decirlo así.

Karma estaba despierto acostado en la cama con Nagisa durmiendo a su lado, los dos aún seguían desnudos después de lo que sucedió la noche anterior. El más alto no pudo evitar sonreír con ternura al ver a su compañero sexual durmiendo, él había comenzado a sentir atracción romántico hacía Shiota hace unos meses, pero se lo callaba para no estropear la relación especial que tenían.

Acariciaba la mejilla del dormido con una sonrisa de idiota enamorado en su rostro, porque eso era lo que él era al fin y al cabo.

-Hmmg~ -Se despertaba poco a poco frotando sus ojos. -Buenos días. -Dijo con una leve sonrisa.

-Buenos días. -Contestó acercándose a él para darle un beso dulce en los labios, sabía que tarde o temprano iba a confesor sus sentimientos y acabarían rompiendo la extraña relación que tenía, pero hasta que ese sucediese, quería disfrutar de su platónico el mayor tiempo posible.

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Escrito: 15/05/2020