Thirty Kisses {Karmagisa/Nagikaru}

6-. Último beso

Narra Nagisa 

Aún recuerdo ese día, y es ridículo, soy consiente de ello, pero, por más que intente olvidarlo, se me es imposible.

Han pasado, ¿cuánto? ¿Dos años? Sí, creo que esos eventos sucedieron hace dos años, pero duele como si hubiesen sucedido hace unos días.

Cada día me convenzo más y más que todo fue mi culpa, podría haberme dado cuenta de los detalles, y así nada de esto hubiese pasado.

Cumpliamos cuatro años de novios y sesis desde lo sucedido con Koro-sensei, otro 13 de marzo, me recogiste de la universidad y fuimos a la montaña donde solíamos recibir clases, ya era una tradición entre nosotros ir ese día.  

Pasamos unos minutos caminando por toda la zona entre juegos y risas, parecidas tan feliz en ese momento..

Luego, fuimos a nuestro apartamento a almorzar una comida especial que preparaste. Según me dijiste, aprovechaste el día libre que te dieron en la Universidad para intentar hacer shushi, ¡y te salió! Con forma algo rara, pero deliciosos. 

Después de comer, salimos a pasear por el parque donde íbamos siempre, empezamos a caminar por ahí y acabamos en un centro comercial que nunca habíamos visto.

Nos pasamos casi toda la tarde allí, comprando cosas innecesarias pero que se veían lindas o simplemente caminando cogidos de la mano.

Cuando nos dimos cuenta, ya eran las 22:30 y teníamos que volver dado que teníamos clases al día siguiente.

A llegar fuimos a nuestro cuarto y te di mi regalo. Pensé que te disgustaría dado que simplemente era un álbum chafa lleno de fotos nuestras, desde que nos conocimos hasta ese día. No esperaba que me abrazaras fuertemente temblando, yo simplemente correspondi feliz de que te gustase el regalo.

Luego tú... Me entregaste un sobre, dijiste que no podía abrirlo en ese momento, que tenía que esperar hasta el día siguiente, y que primero tenía que leer la nota para después leer la carta grande, yo accedí algo confundido. Me susurraste un "muchas gracias" y luego me tomaste del mentón para besarme.

Al separarnos, me sonreiste como solo tú sabías hacerlo, de esa forma tan especial y tierna. 

Nos acostamos y yo caí rendido al poco rato. Al día siguiente me desperté y tú no estabas a mi lado, no me extrañe, pues tú solías levantarte el primero para hacer el desayuno de los dos antes de irte. 

Nada más despertar, cogí el sobre que me habías dado y lo abrí, sacando de él una carta doblada y una nota que también estaba doblada.

¿Cómo reaccionarias si te digo que aún los conservo? Supongo que nunca podré saberlo.

Cogí la nota y la leí.

Necesito que sepas que, tenía pensado darte la carta cuando estábamos en tercero, pero nunca fuí lo suficientemente valiente como para dartela, nunca me ví capaz de hacerlo. Y como ya no tengo oportunidad de dartela, pensé que sería buena idea entregartela en nuestro aniversario.

Espero que no te afecte la decisión que tomé, pero ya no puedo soportarlo más, no puedo seguir soportando las voces ni de no sentir culpa por la muerte de mis padres.
Llevo intentando superando las cosas durante estos meses, tratando de verme como siempre y seguir mi vida como debería, pero nada, por más que lo intente, no lo logro.

Por favor, no me busques, mucho menos llores por mí, porque no merece la pena, Nagi.

Te amé, te amo y te amaré por siempre, sin importar lo que pase y cuanto pase.

Nunca seré capaz de olvidar aquella presión en el pecho que sentí al acabar de leer, ni el miedo que sentí al no encontrarte por ningún sitio del apartamento.

No sé que ha sido de ti, no sé si sigues aquí en Japón y si sigues con vida siquiera, pero te prometo que no hay día en el que no me sienta culpable.

Culpable de no haber notado lo que te pasaba, de no haberte ayudado lo siguiente, de no haberte puesto la atención que debería de haberte puestos. De verdad, lo siento muchísimo, si hubiese sido una mejor pareja, quizás sigas aquí conmigo, y no tienes ni idea cuanto me quema por dentro eso, Karma. 

Aún no he abierto la otra carta, no he sido capaz de leerla y recordarte, pero la conservo como si fuese mi objetivo más preciado.

No sé si algún día me vea capaz de leerla, pero de lo que estoy completamente seguro, es de que esa carta siempre la tendré conmigo y nunca te olvidare ni dejaré de amar.

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Escrito: 21/05/2020