Capítulo 40.

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El tiempo se había pasado demasiado rápido, me iba tan solo en dos semanas. Por otro lado, mis amigos y Logan han estado conmigo en todo momento. Han hecho que todo el tiempo me encontrase entretenida para no pararme a pensar en el poco tiempo que quedaba para irme.

Me vestí como cualquier jueves normal, desayuné, recogí todo y salí de casa, no sin antes despedirme de mis padres.

-Hola.- Saludé a Andrea, quien me estaba esperando en la entrada. Dirigí mi vista hacia la entrada del edificio y allí se encontraban Logan, Danielle y Oliver, esperándonos.

-Hola.- Respondió mi amiga.- Vamos, nos están esperando.- Dijo y fuimos con los demás.

-¿Qué tal está Tyler?- Pregunté después de saludar a los demás.

-Mejor.- Contestó Andrea.- Hoy vamos a ir Danielle y yo a verle.

-Genial. Dadle recuerdos de mi parte.- Sonreí.

-¿Queréis venir?- Preguntó Danielle. Miré a Logan y Oliver quienes asintieron sin pensárselo.

-Claro.- Respondí.

-Supongo que no le importe.- Dijo en ese momento Danielle.- Después de lo del parque le costó volver a mirarme.

-Seguro que no.- Dijo Andrea.- Estad tranquilos.- Nos sonrió.

Acompañamos a Danielle hasta su aula y luego nos dirigimos hacia la nuestra. Al entrar el profesor aún no había llegado, así que nos sentamos tranquilamente en nuestros sitios.

Poco después, el profesor entró por la puerta y sin demorarse mucho, comenzó a dar la clase.

-Me he aburrido demasiado.- Comenté cuando salimos de clase.

-Normal.- Suspiró Andrea.- Explica demasiado lento.- Yo asentí riendo.

Logan se puso a mi lado de camino a la siguiente clase, dándome la mano. Me miró sonriente y yo tuve que pararme en seco para abrazarle. Él, respondió mi gesto encantado y pocos segundos después, retomamos camino al aula.

El resto de la mañana se pasó rápido. Antes de ir a casa de Tyler fuimos a un pequeño puesto de comida y nos cogimos un sándwich cada uno. Lo comimos tranquilamente de camino a donde vivía Tyler y cuando estábamos frente a su puerta todos nos lo habíamos acabado.

Andrea se acercó a la entrada y tocó al timbre. Segundos después, la madre de Tyler nos abrió la puerta con una sonrisa.

-Hola chicos.

-¡Hola!- Saludamos todos.

-Creo que es mejor que paseis vosotras primero.- Comentó mirando a Andrea y Danielle. Ellas asintieron y pasaron a la habitación del chico.

No pasaron más de cinco minutos cuando Andrea nos indicó que podíamos pasar a verle. La verdad es que estaba algo nerviosa, no sabía muy bien cómo iba a reaccionar Tyler.

Logan y Oliver pasaron antes que yo, y se colocaron enfrente de su cama, donde Tyler se encontraba sentado.

-Hola.- Me atreví a decir cuando entré del todo en la habitación.- ¿Cómo estás?

-Bien. De hecho, bastante mejor.- Contestó Tyler sonriendo. Me tranquilizó que estuviese bien y que no me guardase ningún rencor.

-Yo... lo siento.- Me disculpé mirándole.- No actué del todo bien y te juzgué sin conocerte. Me arrepiento de eso, espero que puedas perdonarme.- Le dediqué una pequeña sonrisa y noté como Andrea me miraba feliz.

-No pasa nada.- Respondió él.- No sabías nada y tu situación con Andrea no ayudaba. Pero está todo bien.

Yo sonreí y pude ver como mi amiga estaba muy feliz por lo que estaba ocurriendo.

-Me alegra saber eso.- Sonreí mostrando mis dientes.

Estuvimos conversando durante por lo menos una hora. Realmente estaba contenta, es como si no hubiese pasado nada. Tyler nos comentó que acudía a terapia, donde, si tuviera otro brote como el que tuvo en el parque, sería recomendable que lo ingresaran para poder controlarlo mejor y que, esta vez, no fue necesario porque fue algo muy pequeño, cosa de la que nos alegramos todos y le dimos nuestro apoyo en todo momento.

Al cabo de poco tiempo, Logan y yo anunciamos que nos teníamos que marchar, ya que hoy jueves tenía clases con Luca. Oliver, Andrea y Danielle optaron por quedarse, así que nos despedimos de todos ellos, incluída la madre de Tyler, y salimos rumbo a la casa de mi chico.

-Cuando salgas de la habitación de Luca, espero que te pases por aquí.- Logan me señaló con su dedo, como gesto de amenaza, a lo que yo reí.

-Siempre me dices lo mismo.- Me puse de puntillas y deposité un pequeño beso en sus labios. Le guiñé un ojo y me di la vuelta hacia la habitación de Luca.

-¿Puedo pasar?- Pregunté entreabriendo la puerta. No obtuve respuesta, así que me atreví a abrirla del todo. Me encontré a Luca sentado en el escritorio, con la cabeza gacha. Cuando me senté a su lado, levantó la cabeza para mirarme y fue ahí cuando pude apreciar que su rostro estaba rojo y de sus ojos salían pequeñas lágrimas.- Ey, Luca, ¿qué pasa, pequeño?- Me acerqué a él y limpié sus rostro con mis manos. Me miró con ojos tristes antes de responder:

-Es sobre Lenna... creo que tiene novio.- Respondió.

-¿Estás seguro? ¿Has hablado con ella?- Pregunté y el pequeño negó con la cabeza.- ¿Entonces por qué piensas eso?

-Les vi juntos, a ella y a Marcos. También va a nuestra clase y hoy no me dijo nada y estuvo con él.- Contestó.

-Pero igual sólo es su amigo, como tu también tendrás amigas.- Dije.- Seguro que si ella no te lo ha confirmado es porque no lo son.

-No sé.- Dijo mientras cogía un pañuelo.- ¿Podemos empezar a hacer los deberes?- Preguntó entonces. Yo asentí, suponía que no quería hablar más de ello.

-Claro. Ve haciéndolos y yo de mientras te corrijo estos.- Respondí. El pequeño asintió y después de limpiarse el rostro, se puso a hacer la tarea.

Luca comenzó a hacer sus deberes, mientras yo miraba que tenía mal de los anteriores. Estaba sorprendida, porque en pocos meses el pequeño había progresado mucho y se le notaba que la asignatura le gustaba cada vez más. No tuvo demasiados errores, lo que me ponía muy contenta.

-Terminé.- Dijo. Había tardado media hora en terminar la tarea de hoy, y como nos sobraba tiempo, le mandé un par de ejercicios más. Él no protestó en ningún momento, y siguió a lo suyo.

-Cada vez se te da mejor.- Le dije a Luca levantándome de la silla mientras que el guardaba todos sus apuntes. El pequeño asintió con una pequeña sonrisa.

Tras despedirme, fui a la habitación de Logan. Entré sin llamar y me abalancé sobre él, ya que se encontraba tumbado en la cama.

-¿Estabas durmiendo?- Pregunté cuando se movió un poco.

-No, pero casi.- Contestó y yo reí.

-Lo siento.- Comenté quitándome de encima suya.

-No te apartes.- Dijo entonces, cogiéndome del brazo para estar más cerca de él. Miré a Logan y él también me miró a mí. Sonreí como si de una niña pequeña se tratase, y él se separó con las cejas alzadas.- ¿Qué estás tramando, Alex?- Preguntó.

-Haz las maletas, nos vamos a París.

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