07 10:19 15 Saúl
Aníbal ni siquiera quiso sentarse, tuve que insistir para que lo hiciera.
- Como te he dicho cruzaron el metro poco antes de que me marchara. Pagaron la tasa así que no hicimos preguntas. Eran dos tipos.
- ¿Quiénes? – Insistí haciendo círculos con la mano para mover mi bebida.
- Solo conozco a uno de ellos, se llama Alex Salvador. Está con Rodrigo, pero no sabría decirte donde se esconden – Se levantó e hizo ademán de irse, pero lo detuve cogiéndole por el brazo.
- Aníbal, este no era el trato.
- Te equivocas – Me espetó zafándose de mi agarre – Yo he cumplido, te he dicho todo lo que sabía sobre tu chapiadora, ahora cumple tu parte y no te metas en mis asuntos.
- Solo una cosa más, ¿Llevaban mercancía con ellos?
- Parecían demasiado ocupados tirando de la chapiadora como para cargar nada más.
- ¿Estas insinuando que no iba por voluntad propia?
- No lo sé, al menos no lo parecía.
09 03:52 18 Isaac
A través de las rejas miraba como un grupo de hombres jugaban a las cartas al final del almacén. El estúpido de Anas se jugaba un par de zapatos. Recé para que perdiera y sonreí cuando sucedió. El moro se levantó y tiró su baraja sobre la mesa ante la derrota. Su oponente orgulloso cogió su premio y se calzó. Pero Anas no tardó en pedirle una revancha, esta vez él apostaría un par de cigarrillos que le quedaban.
El rugido de mi estómago me distrajo y traté de dormir apoyado contra las rejas. Cerré los ojos y tragué saliva. Mi garganta estaba seca. Llevaba ya un día y medio en la caja.
- Eh... - Susurró alguien a la vez que golpeaba suavemente el hierro.
Al alzar la mirada vi a la mora surgir de la oscuridad. Llevaba su hijab perfectamente colocado como de costumbre. Nunca había entendido porque le ponía un nombre tan extraño a lo que yo siempre había llamado pañuelo.
- Hola Naima... - La saludé desganado.
- Shh... - Me hizo callar y miró en dirección a la mesa de juego donde su hermano seguía la partida sin percatarse de su presencia.
- Vete, si tu hermano te pilla aquí se enfadará – Le dije dándole la espalda.
Me tocó el hombro y se señaló el cuello.
- Si... tengo sed... - Le respondí.
Miró de nuevo hacia su hermano antes de sacar una botella y abrirla.
- ¡Guarda eso! Como te lo vea alguien...
Naima hizo oídos sordos de mi advertencia y llenó el diminuto tapón de plástico con agua y me lo pasó entre las rejas. Me lo bebí de un trago y le sonreí.
- Gracias.
- Mañana tu poder salir – Susurró antes de desaparecer por detrás de unas cajas.
05 20:40 – 15 Saúl
Bajé los escalones de dos en dos hasta llegar al sótano. Caminé por el largo pasillo ocupado por cuatro puertas y me detuve en la última. A través de una abertura enrejada en la pared pude ver lo que se ocultaba en su interior.
- ¿Alguna novedad? – Pregunté a lo que Carlos soltó a la chica que sostenía para mirarme y negar con la cabeza.
La muchacha cayó de rodillas al suelo y se abrazó a sí misma. Entré en la estancia y me dirigí hacia ella.
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Arena
Fiksi RemajaHacía ya unos 20 años que había empezado la llamada "crisis del agua". Vivíamos en un mundo donde el problema no era el agua, sino la falta de agua limpia. Millones de personas morían cada tres meses a causa de enfermedades trasmitidas por el agua d...