Capítulo 11.

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Isabel e Iván llegaron a su casa como todos los días, no sin antes pasar por un helado, Isabel estaba feliz porque pasaría la tarde con su amiga. Al llegar almorzaron con normalidad, después se sentaron en el sofá frente al televisor a ver que había.

- Repíteme de nuevo, ¿por qué vemos televisión? – preguntó Isabel aburrida.

- Porque no tenemos nada más que hacer – respondió Iván igual de aburrido.

- Claro que tenemos más cosas por hacer – habló Isabel apagando la televisión.

- ¿Cómo qué? – preguntó Iván mirándola a los ojos. Isabel pensó un momento, a decir verdad, no tenía ni idea de qué podían hacer además de ver televisión, después de pensar un momento se acordó de la conversación que tuvieron en el recreo, ella se volvió a preguntar, "¿cuál será su secreto?".

- Hablemos de tu secreto – dijo Isabel emocionada en el sofá.

- Oh, por favor – exclamó Iván, Isabel solo reía – ya te dije que todavía no es tiempo de que te diga.

- ¿Por qué? – se quejó Isabel fingiendo hacer pucheros.

- Porque tú tampoco me has contado tu secreto – dijo Iván.

- Te mentí – admitió Isabel – no tengo secretos, solo te dije eso para que me dijeras tu secreto.

- ¡Me mentiste! – dijo Iván fingiendo indignación – ¿cómo pudiste?

- Sí, sí, soy mala persona – dijo Isabel – Ahora dime cuál es tu secreto.

- No lo haré – dijo Iván cruzando los brazos - ¿Por qué tendría que contarte?

- Porque somos amigos – dijo Isabel suplicando – por favor, la curiosidad me mata.

- La curiosidad mató al gato – dijo Iván riendo, Isabel solo seguía suplicando – si la curiosidad te mata es porque eres un gato.

- Oye – se quejó Isabel – no soy un gato, soy solo una persona curiosa al igual que tú.

- Tengo que admitir que también soy muy curioso – dijo Iván levantando las manos – pero ahora no tienes nada que me ponga curioso, menos para intercambiar secretos. Isabel pensó un momento, tenía razón, ella no tenía nada que le interesase a su amigo para que le dijera su secreto.

- Te diré lo que quieras, pregunta lo que quieras, pero – dijo Isabel suplicando – dime lo que ocultas.

- Déjame ver – dijo Iván pensando, de pronto se le abrió una oportunidad a él, podía aprovechar esta oportunidad para poder averiguar si a ella le gustaba alguien, tal vez así pueda decirle su secreto - muy bien, te haré tres preguntas y tienes que responder con sinceridad.

- Bien – dijo Isabel emocionada e impaciente por las preguntas.

- Muy bien, primera pregunta – dijo Iván, después pensó un momento para analizar cuál sería su primera pregunta, decidió hacer una pregunta simple para después ir con las difíciles.

- ¿además del helado de chocolate te gusta otro helado de diferente sabor?

- Obvio que no – dijo Isabel riendo un poco – chocolate por siempre.

Te Prometo... 💞📗 LIBRO 1 y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora