Caramelo derretido [xicheng] ▪extra/capítulo diez▪

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ALTO, si no has leído el capítulo diez, puede que no entiendas el desarrollo de las escenas.

Jiang Cheng se sentó en la silla que solía usar. Con expresión de irritación, uso una de sus manos para apartar la silla continua. Lan Xichen, que se negaba a ser ayudado más allá de lo básico, tanteó el camino con su bastón.

-Xichen.-Lo llamó Jiang Cheng, quitando su mano. Antes de Lan Xichen alcanzara la silla, Jiang Cheng la corrió hacia atrás para él.

-Gracias, Jiang Cheng.-Respondió Lan Xichen, dedicándole una cálida sonrisa.

Jiang Cheng no respondió. Miró los platillos frente a él y con sus palillos fue seleccionando los que contenían los ingredientes más costosos. Aunque su propósito inicial era comerlos él, comenzó a vaciarlos sobre el plato de Lan Xichen, quien sólo era capaz de escuchar el tintineo de la comida caer.

-Jiang Cheng, ¿Cuánta comida me piensas servir?-Preguntó Lan Xichen, riendo quedamente.

Jiang Cheng golpeó la cuchara de la sopa contra el plato.-Entonces no la comas.

-Lo haré, lo haré.-Respondió Lan Xichen, comiendo al azar su comida.

Jiang Cheng, quien no paraba de llenar los huecos que Lan Xichen iba dejando, sonrió, relajando su expresión. Sólo cuando Lan Xichen comenzó a quejarse del exceso de comida, Jiang Cheng se permitió comer, pero aún así no toleraba que alguien más se sirviera de la comida que a Lan Xichen parecía gustarle.

Aunque ambos estaban demasiado cerca el uno del otro, Jiang Cheng apagó los intentos de Lan Xichen por iniciar una conversación. Su orgullo seguía herido, simplemente no podía olvidar del todo el rechazó de Lan Xichen.

[●]

-Lan Xichen, ¿a qué te dedicas?-Preguntó amablemente, Yanli.
Jiang Cheng, quien en ese instante mordía un trozo de puerco bañado en miel, dejó de masticar atento a la respuesta.

-Soy escritor, pero me tomé una pausa para visitar a Wangji y A-yuan.-Contestó, Lan Xichen.

Pasando el trozo de puerco, Jiang Cheng limpio su boca innecesariamente, ladeando su cuerpo hacia Lan Xichen, como si de algo casual se tratara, aprovechó para pegar su rodilla a la de él.

Jiang Cheng.-¿Qué escribes?

Lan Xichen.-Suelo escribir novelas.

No conforme con esa respuesta, volvió a preguntar.-¿Qué género?

-Ciencia ficción y terror.-Respondió Lan Xichen.

-¿Seguro que no escribes romance? Te ves como una persona que escribe romance.-Aseguró Jiang Cheng riendo. Su risa era extraña, casi ronca del poco uso que le daba.

-Es que la verdad no me veo.-Dijo Lan Xichen señalando sus ojos. Una sonrisa bailaba en sus labios.

-Gracioso.-Refunfuñó Jiang Cheng, apartando su rodilla.

Jiang Cheng regresó su atención a los platillos. Su familia hablaba con Lan Wangji, pero escuchar a Lan Wangji lo irritaba, hacia que su humor empeorara, así que cuando lo oyó hablar de su empresa, su sangre alcanzó el punto más alto de ebullición.-La firma de mi familia te ofreció sus servicios de representación legal y te negaste a aceptarlos.

El niñero del jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora