Ya pasaron seis Años, aún tengo tus fotos en la pared de mi cuarto, recuerdo cuando te conocí, eras muy diferente ya ni siquiera distingo dónde está el chico dulce y tierno del que me enamore
- Hola amor - ya no quiero que me siga diciendo así
- ¿Que quieres? - Pregunte sin mirarlo a los ojos
- Nada en especial cariño, solo quiero que atiendas a unos amigos que van a venir en la noche, compra algunas cosas para comer, no es tan difícil, hasta alguien como tú podría hacerlo.
- ¿A que te refieres con alguien como yo?- Pregunte esta vez dirigiendo mi mirada a sus ojos, son verdes y profundos, los ojos más lindos que alguien podría imaginar, de esos que te enamoran con solo pensar en ellos
- Me refiero a que no es algo muy complicado, no te lo tomes personal, sabes que odio cuando haces eso, es demasiado irritante tener que calmarte cuando te pones de malas y prefiero hablar contigo normal y no con calmantes encima - Dijo como si estuviera harto del tema
- Podrías hacerlo si no me llenaras de calmantes cada vez que te molesta algo que digo o pienso, la verdad ya estoy harta de todo esto - Solté al fin
- Mira, mejor vete para la puta casa de tu madre y me dejas solo esta noche, porque ahora resulta que no puedo tener una noche de amigos en paz sin que mi novia la pesada me joda - Al terminar de hablar se dirigió a la cocina sin darme tiempo a contestar
- Pues bien, me voy para mi puta casa, pero no por esta noche si no para siempre, me tienes harta, me canse de ser siempre yo la que está mal, la que se disculpe, la que deje su orgullo por lo suelos con tal de hacerte feliz -
- Que bien, porque estos últimos meses has sido un verdadero dolor de cabeza, y ojalá cuando vayas en tu maldito coche te estrelles y te mates por perra- Al terminar de decir esto me saco de su casaYa pasaron dos semanas y estoy en mi casa mirando sus fotos mientras pienso, recuerdo que prometimos muchas cosas, no lastimarnos, no mentirnos y lo más importante, no dejarnos jamás, creo que todas las parejas prometen lo mismo, pero rara vez lo cumplen, ahora me doy cuanta que nadie debería prometer eso, cuando pienso en todo lo que dijimos y todo lo que hicimos me doy cuenta de que muchas cosas no coinciden, pero ya no puedo hacer nada, solo pensar en este amor que ya termino.
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Terror, amor y poesía
RomantizmCapítulos independientes sobre cómo el amor y el miedo influyen en la vida