Capitulo 3

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Mientras yo y mis amigas íbamos saliendo alguien me tomo del brazo me voltie y era Santiago vi a Edward de reojo porque solo estaba a unos pasos de mi y me vio y su cara era de confundió y celoso.

-Hola nena. Dijo.

-Hola Santiago. Dije soltandome de su agarré.

-¿Quieres salir conmigo? Para festejar que vas a trabajar con ellos. Dijo.

-Lo siento tengo planes. Dije obviamente no tenía niguno pero mi novio estaba escuchando nuestra conversación y aparte nunca le seria infiel.

-A okey ¿Mañana?. Dijo.

-Lo siento estoy ocupada toda la semana. Dije y vino el director.

-Señorita Isabella los doctores me pidieron hablar con usted en mi oficina. Dijo.

-Okey hay voy. Dije voltie a ver a Santiago.-Me llaman. Dije y me fui a la oficina del director

 Dije y me fui a la oficina del director

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-Aqui esta la señorita Swan. Dijo el director.

-Podemos ¿Hablar a solas con ella?. Dijo Caslirle el director me vio y asentí y el se fue Edward me abrazo por atrás.

-Te amo. Dijo.

-Yo más. Dije.

-Bueno primero nadie debe saber que ustedes son novios hasta que Bella lleve tres meses como interna porque sería como si andarias con tu jefe. Nos dijo Caslirle

-Okey. Dijo Edward después el director toco la puerta me separé de Edward y el director entro.

-Bueno muchas gracias doctor Cullen. Dije a Caslirle.

-De nada señorita Swan. Dijo y me fui iba por mi auto cuando mi celular sonó vi que era un mensaje de Edward.

Vamps a ir a comer Emmet, Rosalíe, Jasper, Alice y yo ¿Quieres ir?.

Si ¿En donde?.

Y me dio la dirección fui a mi auto y maneje haya llegué y vi que estaban en una mesa y me acerque me senté junto con Edward después llego el mesero a tomar nuestra orden; era un tipo alto de piel bronceada pelo negro y ojos del mismo color... por alguna extraña razón no le quitaba los ojos a Jasper, todos pudimos notar su interés en él incluso el mismo quien estaba totalmente sonrojado... Alice que estaba a su lado trataba de ocultar una risita...

-¿Qué pedirán?. Dijo viendo solo a Jasper.

-Tres hamburguesas, dos ordenes de papas, unos nachos, una coca no mejor que sean dos, un pastel de chocolate; una rebanada grande con helado de cereza. Dijo Emmett mientras veía el menú y luego volteo a vernos.-Y ustedes chicos. Y yo que pensaba que era tan amable por ordenar por todos.

Rosalie golpeo su cabeza.

-Oso tragón. Gruño.

-Lo siento. Agacho la cabeza como si de verdad estuviera arrepentido cuando se trataba de comida, Emmett no conocía el arrepentimiento.

Nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora