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Jisung se había acostumbrado a investigar sobre las parejas que se le asignaban, tal vez eso lo hacía un tipo de acosador, pero no le importaba, hizo lo mismo con la persona que le gusta y ahora mírenlo, ya le habla y a veces salen juntos con mucha naturalidad. Por lo que si buscaba sobre las parejas, así se le facilitaban las cosas como dónde encontrarlos, pero los podía identificar por los corazones que flotaban arriba de su cabeza.

Esta vez se encontraba en las gradas que estaban alrededor de la piscina de la escuela. No le interesaban las competencias o apoyar al equipo, ni siquiera se interesaba en alguno de los integrantes. Solo que la carta le dijo a quién flechar y uno de ellos iba a competir ese día según su investigación.

-¿Podemos ir a comer? Tengo hambre-. Un chico se estaba sentando en las gradas que estaban abajo de él. Había encontrado a uno de sus objetivos, lo supo por el corazón que flotaba arriba de él, que suerte.

-No, quiero ver esta competencia-. Dijo la chica que lo acompañaba, o más bien él la acompañaba a ella.

-Solo quieres ver sus cuerpos.

-¡Solo míralos!-. Agarró su cabeza y lo forzó a verlos. Su mirada fue a uno de los nadadores que estaban calentando.

Ahí fue cuando Jisung dio el flechazo. La chica que estaba junto a él se le quedó viendo raro.

-¿Qué? ¿Acaso su madre no la enseñó a no ver feo a la gente?-. El ángel se defendió.

Odiaba recibir miradas de desaprobación y de "¿qué estás haciendo?" Pero sabía qué hacer ante ellas.

Solo faltaba uno más, solo que no confiaba en su puntería a larga distancia.

Cuando todos se fueron se acercó a la piscina para "pedir informes". Estaba en un extremo de la piscina viendo su reflejo en el agua, hasta que escuchó a dos personas hablando. Eran aquellos chicos que tenía que flechar.

Los vio hablar, parecía como si nunca se hubieran conocido. Inclinó la cabeza a un lado y echó su mirada hacia arriba.

-¿Una flecha de enamoramiento?-. Murmuró para sí mismo, era la primera vez que le tocaba una de esas.

Su atención volvió al extremo de la piscina pero uno de ellos ya no estaba, en cambio vio como el agua salpicó por todas partes y el otro el que aún no estaba flechado, se preparaba para un clavado.

-¡No!-. Tomó su posición antes de que perdiera su oportunidad de acabar su trabajo. Disparó rápido, pero no se había dado cuenta de que se acercó demasiado a la orilla y la gravedad nunca estaría a su favor.

Que bien que sabía nadar.

º º º

Por razones desconocidas o como todos sospechaban, por el calentamiento global, llovía cuando se suponía que no debía. Algunas personas llevaban paraguas, otras no porque no creían que fuera a llover otra vez, este tipo de personas era Minho. Se arrepentía de no llevar algo para cubrirse, todas sus clases habían acabado y quería llegar a casa.

-¡Minho!-. Un chico de mejillas regordetas corría cautelosamente por el piso lleno de agua hacia él.

-Jisung hola, ¿por qué estás mojado?-. Estaba intrigado, no tenía sentido que estuviera empapado si tenía un paraguas con él.

-Oh ya sabes, uno que es descuidado puede caer en una piscina.

-¿Piscina?

-La que está en la universidad, donde entrena el equipo de natación.

-¿Practicas natación?-. Alzó una ceja.

-Para nada.

El pensamiento de que Jisung iba a verlos solo por sus cuerpos invadió su mente. Nunca creyó que fuera de ese tipo.

-¿Conoces a alguien del equipo?

-No.

-¿Entonces?

-Fui... a ver a una amiga-. Sonaba a una excusa, claro que lo era, pero Jisung no le podía decir la verdadera razón de su visita. -¿Qué? ¿Estás celoso?

-Claro que no.

-Bromeo-. Dijo en un tono juguetón. -Te acompaño, no tienes paraguas, no quiero que te ocurra una desgracia como la mía.

Empezó a reírse por la cara que puso el mayor. De alguna manera u otra siempre lo hacía reír, así como hace años atrás.

Comenzaron a caminar debajo del paraguas que traía consigo Jisung. Hablaban como siempre, como si nunca hubiera existido una barrera entre ellos dos.

Decidieron ir al departamento del mayor por la cercanía. Para llegar a la casa de Minho necesitarían tomar el metro. Esto hizo gritar internamente a Jisung. Minho lo llamaba un tipo de estrategia.

Aún recordaba las payasadas que decía y hacía el mayor. Lo veía desde lejos, no hablaban mucho pero se conocían. Sabía que era Han Jisung, su apellido era poco común así que siempre decía que ese era su verdadero apellido y no un apodo. De esa forma se aprendió su nombre aparte de que fueron compañeros de clase desde siempre. Otra cosa que sabía de él es que venía de Malasia, así fue como lo conoció, era un chico nuevo en el salón de clases.

Minho siempre estuvo agradecido con Jisung, al ser tan callado y tímido recibía burlas de los demás, pero a Jisung parecía no molestarle eso. Había tantas razones por las cuales hablarle a Jisung, su carisma, su humor, su habilidad para cantar y dibujar, pero el muy idiota nunca se atrevió.

Gustaba mucho de Jisung.

😇

❣CUPISUNG❣ MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora