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Jisung pensaba en cuando se acabaría el castigo que le impusieron. Ya se estaba hartando de esto, usualmente los castigos de sus padres duraban un mes o menos. Pero este castigo ya le estaba durando demasiado. Él es una persona buena y no merecía eso. 

No se encontraba nada más ni nada menos que en el gimnasio. ¿En qué estaba pensando cuando vio aquella foto de una compañera suya en el gimnasio con su novio? La respuesta es "Ay que lindos, debería ir al gimnasio con Minho".

Ahora se veía caminando como si estuviera a punto de desmayarse, con sudor en todo el cuerpo, la cara roja, la cabeza agachada y la boca abierta dejando entrar y salir aire de manera irregular. Necesitaba parar con esa tortura de inmediato pero la máquina no pararía hasta que se cumplieran los 15 minutos, trató de arreglarlo, pero lo empeoró subiendo la velocidad.

-¿Cuánto nos falta?- preguntó entre jadeos, pero fue inútil hacer la pregunta, ya que su novio estaba con sus audífonos a todo volumen.

Vio en la pantalla y solo habían pasado 5 minutos, buscó desesperadamente un "1" antes del "5" y nada, solo 5 malditos minutos habían pasado, se sentía como si hubieran pasado diez décadas.

Se rindió en el minuto 6. Se sentó en una banca atrás de las cintas. Vio a su novio correr, era todo lo contrario, tenía buena postura, sus mejillas un poquito coloridas, poco sudor y respiración regular. Aprovechó para tomar fotos de la parte trasera de su novio para su "tarea".

Pasaron los 15 minutos y Minho despertó a su novio quien se había dormido en la banca.

-Acabé primero, lo juro- se defendió.

-Mentiroso.

-¿Mentiroso? ¿Yo?

-Vamos a las otras máquinas.

-Sabes, estos son los días de prueba, aún no hemos pagado la membresía, tenemos la oportunidad de escapar- sugirió Jisung que ya tenía suficiente con ese lugar y el ejercicio.

-Tú dijiste que querías venir.

-Solo quería pasar tiempo contigo y tomarnos fotos como esas personas que como engordaron juntos, se pusieron en forma juntos.

Minho rió por la explicación de Jisung y le dio un beso en los labios.

-Además mi cuerpo está bien, mira mi trasero- volteó para enseñárselo.

-Por supuesto corazón- Minho apretó un cachete del trasero de su novio y recibió un regaño porque no debía tocarlo en público.

Ante las tantas quejas de Jisung, ambos dejaron el gimnasio después de unas semanas.

º º º

Jisung estaba en una banca esperando a que la función de cine empezara y a su novio, había comprado los boletos, faltaban 20 minutos, pero siempre era mejor asegurar.

Ahora estaba tomando notas en su celular sobre ideas para el nuevo capítulo de su obra. Solo llevaba una idea que consideraba mala, y un garabato que parecía un cerdito.

Se hizo a un lado cuando un hombre se sentó junto a él, era precavido porque el señor lo estaba mirando, no quería que viera lo que anotaba.

-Entonces puedes verme- de repente habló el hombre.

-Claro...

-Entonces mi suposición es correcta, ¿cuál es tu nombre?

-Han Jisung...

-Tu nombre de ángel- recalcó la última palabra. -Sé muy bien que eres uno porque también soy uno de los tuyos.

-CupiSung.

-Llámame Seungmin.

-Yo te conozco, siempre andas alrededor de Yang Jeongin.

-Soy su ángel guardián.

-Oh, es un gusto conocerte.

-Me preguntaba si podrías hacerme un favor, así como yo te hice uno.

-¿De qué hablas?

-Hablo de un trato.

-Eso lo entiendo, pero qué favor me hiciste.

-Un amigo mío es ángel guardián de tu noviecillo, yo le sugerí que aprobara tu relación con él, y tú ya sabes los resultados.

-Gracias. Pero, ¿cuál sería el favor que quieres?

-Desenamorar a alguien.

-¿Esa palabra existe?

-No lo sé...- sacó su celular y buscó tal palabra. En efecto, sí existía. -Desenamorar, hacer perder el sentimiento amoroso o de afecto que se tiene a una persona o cosa.

-¿Los ángeles del amor pueden hacer eso?

-Yo no veo por qué no. En vez de flechar a alguien solo le quitas la flecha de su cuerpo, fácil- simuló los movimientos de alguien quitando una flecha de un cuerpo. -Bueno, para mí no es fácil ya que no soy un ángel del amor.

-Y la persona sería...

-El mismísimo Yang Jeongin, es por su bien que haga esto, está a mi cuidado y esto significa que no puedo dejar que alguien lo lastime.

-¿Jeongin está enamorado?

-Perdidamente desde que tenía 10 años- fingió secarse una lágrima. -¿Lo harás?

-Haré lo que pueda.

-Gracias- volteó alrededor y pareció alarmarse cuando su cabeza giró a la izquierda. -Me tengo que ir, fue un gusto.

-Adiós.

Seungmin desapareció sin más, pero por fin había llegado la persona que estaba esperando.

-¿Por qué hablas solo?

-No... ¿Por qué tú habla solo?

-Estoy hablando contigo.

-Digo lo mismo- guardó su celular y sacó los boletos. -Vamos, necesitamos ir por las palomitas y bebidas.

-Pido pagar las palomitas.

-Oye, eso es lo más barato, yo tengo que pagar las dos bebidas.

-Lástima.

-Ok, pero pide palomitas grandes, ¡de dos sabores! De mantequilla y acarameladas.

-Aish, está bien, pero te tocan los helados la próxima vez.

-Honestamente, esto es injusto- ambos estaban jugando, pero iban en serio al mismo tiempo. Lo hacían en todas sus citas.

Jisung vio a Jeongin en la fila de los dulces y recordó el trato que había hecho. Estaba justo atrás de él, podía ver claramente la flecha que atravesaba su pecho. Podía ver que estaba bien enterrada, ahora entendía a qué se refería su ángel guardián.

Extendió su mano a punto de tomar la flecha y sacarla, pero avanzó la fila, ahora estaban atendiéndolo y no podía hacer nada. Tal vez sería en otra ocasión.

Tenía un mal presentimiento cuando su mano se acercaba a la flecha. 

😇



❣CUPISUNG❣ MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora