Kirishima vive una vida muy felíz. Estudiando lo que le gusta, con sus amigos, su familia y...
" ¡Bienvenido a nuestra Sex Shops dónde sus sueños más húmedos se hacen realidad! "
Y su trabajo.
Pero eso por desgracia le parecía demasiado calient...
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Kirishima estaba un tanto disgustado con la situación, disgustado con el mismo por ser un idiota olvidadizo. No esperaba que la "ocasión" llegará tan malditamente rápido.
Mordió su labio inferior suavemente mientras miraba el pasillo sin aún salir del baño. Apretó con fuerza la toalla que cubría su pecho y muy poca parte de sus muslos.
Lo sabía, el era hombre y no tenía porque cubrir su pecho ya que básicamente no había nada de que avergonzarse, pero jodanse el era tímido y le ponía incómodo andar por ahí semi-desnudo.
No era el típico "macho" Al menos el no se catalogaba de esa forma.
__No hay moros en la costa.__susurro saliendo del baño para luego ir lentamente hacía la puerta de Todoroki la cual estaba frente a la suya.__
Se sintió aliviado de llegar a salvo a la puerta de su compañero de casa sin ser descubierto por aquel rubio. Pero poco duró su tranquilidad ya que al girar la perilla de la puerta, esta no se abría.
Alarmado un poco empezó a intentar otra vez, queriendo abrir la dichosa puerta.
__Esta cerrada con llave.__una voz hizo que todo el húmedo cuerpo del moreno estremecer.__Voltea.
Aquélla orden sonó tan jodidamente demandante que Kirishima tuvo que ahogar un jadeo involuntario que quiso salír al escuchar la ronca voz del contrario.
Tembloroso volteó, solo para sentir al instante aquellos penetrantes ojos sobre el. Este lo examinó de arriba a abajo como un escáner. Tal vez tratando de ver más de esa morena piel por debajo esa estorbosa toalla.
Kirishima no podía estar más sonrojado. Trago en seco al ver como el rubio se acercaba a el con la mirada fija en sus manos que sostenían con fuerza la única tela que le impedía no estar desnudo.
__¿Estás tratando de provocarme?__murmuro mirando fijamente los ojos del moreno el cual negó con la cabeza ante su pregunta.__Pues lo haces.
Antes de poder darse cuenta la boca del rubio ya estaba devorando la suya. Abrió los ojos con sorpresa pero no se resistió. Era obvio que aquella era la situación de la que había pensado.
Poco a poco el beso subía de tono. Jadeo al sentir como las manos del rubio tocaban sus muslos, acariciando y apretando, pero no duro mucho, puesto que las manos de Bakugo subían lentamente más arriba de lo que ya estaban.
Gimio bajito al sentir las manos del rubio tocar su trasero, el tacto de piel contra piel lo hacía delirar.
Bakugo se sentía caliente acada toque que daba, la suave y tierna piel en sus manos era tan adictiva que dudaba que después de esto podría dejar de tocarlo. Esa piel canela que había deseado e imaginado ahora estaba ahí, en sus manos... Y se sentía tan bien.
El beso había llegado a su fin, pero Katsuki aún no se sentía satisfecho, claro que no, así que como sus labios ordenaba, siguió saboreando más de la piel del otro, bajando sus besos a el cuello y clavículas del moreno.
