Kirishima vive una vida muy felíz. Estudiando lo que le gusta, con sus amigos, su familia y...
" ¡Bienvenido a nuestra Sex Shops dónde sus sueños más húmedos se hacen realidad! "
Y su trabajo.
Pero eso por desgracia le parecía demasiado calient...
Ambos rostros se encontraban cerca y sus cuerpos aún más. Sus corazones latian con fuerza, uno de ellos por tener después de tanto tiempo al otro en sus brazos, y el otro por estar en los brazos del otro.
Kirishima se mordió los labios antes de apartar la mirada de Bakugo.
Todo en Kirishima se tenso cuando el otro pegó más su cuerpo al suyo. Cerró los ojos y sus manos fueron a parar a la pared detrás suyo, tratando de alejarse del otro aún que fuera imposible.
Sabía que debía escuchar su parte de la historia, pero dolía, dolía tanto, pensar que sus palabras serían lo que imaginaba era doloroso. Tenía miedo al rechazo.
El amor era difícil de comprender. El amor es aquel sentimiento que te hace sentir viva, pero que a la vez te hace querer morir. Enamorarse era difícil, pero enamorarse de verdad era el triple de complicado.
Su corazón se sentía roto. Porque Kirishima se había enamorado de verdad.
__Quiero terminar__y su corazón se rompió en muchos pedacitos__.
Bakugo se quedó congelado unos minutos, tratando de entender lo que Kirishima acaba de decir.
Pronto soltó un gruñido y tomo el rostro de el pelirrojo entre sus manos, haciéndo que el rostro de este quedé frente al suyo, pero aún así el no abría los ojos.
Porque si lo veía a los ojos no dudaría en lanzarse a el y confiar en todo lo que aquel idiota le diga. Porque si lo veía se enfrentaría al rechazo.
__Dímelo a la cara. Dime que ya no me amas, que ya no sientes este sentimiento que nos une, dímelo a la cara y te dejaré ir.
Kirishima se negaba a escucharlo, pero al fin y al cabo terminó escuchando las palabras tan dolorosas que soltó el rubio.
Sus ojos se abrieron y antes de poder darse cuenta ya se encontraba abrazando al rubio con fuerza, mientras lloraba con fuerza.
__¡No quiero!__sollozo tratando de que su cuerpo se funcione con el de Katsuki, aún que fuera imposible, pero su corazón había tomado su cuerpo.__
Bakugo suspiro y empezó a acariciar los cabellos de Kirishima tratando que este se tranquilice, al no ver cambios lo tomo de los muslos haciéndo que este pase sus piernas por su cadera, para sostenerse.
Camino hacía el sofá de Kaminari que al parecer ya había salido para darles privacidad. Se sentó con el pelirrojo en su regazo.
Y Eijiro decidió confiar.
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Kirishima se encontraba más tranquilo que antes, aun seguía en el regazo del mayor, con su rostro escondido entre el cuello y hombro de este.
