Capítulo IX

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Estaban saliendo de un restaurante de comida italiana y habían decidido caminar las pocas calles hacia el negocio de Taeyeon. Caminaron por la calle pasando por delante de tiendas cerradas y bares abiertos.

Cuando dieron vuelta en la esquina, Jonghyun casi choca contra dos tipos que peleaban. Uno de los tipos estaba doblado con el pie del otro enterrado en su ingle.

— ¡Estúpido imbécil sin cerebro! — el hombre gritaba — ¡No quiero que te me acerques de nuevo! ¡Voy a arrancarte los malditos brazos y metértelos por el culo!

Ambos se detuvieron y lo miraron fijamente. Sus puños estaban cerrados, sus nudillos casi blancos, y estaba temblando. El tipo pateado seguía doblado, maldiciendo. No conocían a ninguno de ellos, pero les parecía que alguno estaba seriamente herido. Antes de que Jonghyun pudiera llegar en medio de eso, la puerta del bar de Taeyeon se abrió y Donghae salió.

Donghae era el nuevo barman de ese lugar. El lugar no tiene un encargado de los alborotadores regularmente. Normalmente, no lo necesitan. Pero si esa situación se presenta, Donghae es el que se encarga. No es un tipo particularmente grande, pero es calmado y mantiene la cabeza clara y normalmente puede detener una pelea antes de que empiece. Él caminó hacia donde estaban los dos hombres. Jonghyun se quedó atrás y tomó su celular, por si acaso.

— Dejen eso, chicos —dijo Donghae.

— ¡Jódete! — gritó el tipo — ¡Esto es entre él y yo!

Donghae sacudió la cabeza. —No aquí, hombre. Si vas a pelear, ve a otro lugar — Se giró hacia el otro hombre grande, que estaba ahora de pie, más o menos derecho — ¿Necesitas un doctor?

El hombre sacudió la cabeza — Estoy bien. Aunque él es un maldito loco — Señaló con su extremadamente largo dedo al tipo que lo había pateado — Deberías ser más cuidadoso. Nunca sabes a quién puedes enojar.

Se giró y caminó cojeando por la acera. Donghae lo miró con el ceño fruncido.

Jonghyun vio el golpe venir, pero no tuvo tiempo de advertirle a Donghae. Antes de que pudiera hacer cualquier sonido, el extraño había lanzado un duro derechazo contra la mandíbula de Donghae y este se había caído.

Ver al tipo golpear a Donghae cuando él no lo miraba, lo enojó. Jonghyun caminó hacia él.

— Hey, ¿cuál es tu puto problema? — Logró no gritar.

Se giró y miró a Jonghyun con la más intensa mirada que hubiera visto. Sus ojos brillaban con furia, haciéndolo detenerse.

— ¡Vete a la mierda! — bufó.

— Mira imbécil, Donghae es mi amigo y tú no. Déjalo en paz.

Él tipo sonrió de una manera que no le gustó ni un poco a Jonghyun — Oh, ¿tú quieres algo también? Ven por eso, hombre. Ven por eso.

No quería ir por eso. Él era más alto que Jonghyun, y estaba constituido como una pantera: todo músculo y arrolladora energía. El tipo lo miró como si supiera cómo lastimar a una persona y no estaba seguro de que pudiera con él. Lo veía con ojos asesinos y sus brazos listos para pelear. Eso no sucedería. Donghae se puso de pie y agarró al tipo del brazo antes de que pudiera acercarse.

Hasta ese día Jonghyun nunca había visto una expresión de puro terror en una cara. Él se detuvo y sus ojos se abrieron más, confundido. Entonces antes de que supiera lo que sucedía, se giró, se liberó y pateó la rodilla de Donghae. Éste cayó al suelo de nuevo, agarrando su pierna y maldiciendo.

Eso era suficiente. Jonghyun acortó la distancia entre ellos, tomó la muñeca del extraño antes de que pudiera girarse, y empujó su brazo hacia su espalda.

La Manada // JONGTAE (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora