Capítulo II

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Jonghyun miró hacia sus manos cuando se acercaba a la puerta de su casa. No los había limpiado lo suficiente en la corriente después de volver a ser humano, todavía había algo de sangre debajo de sus uñas.

No quería pensar en lo que había hecho, pero ese vampiro no molestaría a Taemin ni a su abuela nunca más. Lo enterró en el bosque para despistar a cualquiera de sus parientes que podrían estar buscándolo. No le gustaba matar, pero no tenía otra opción. No era la primera vez, y estaba seguro de que no sería la última.

A juzgar por las armas que encontró en él, él no planeaba jugar un juego de cartas. Con suerte, enviaría un mensaje al resto de su clan para salir de la ciudad, o al menos mantenerse alejado de su vecindario.

Una vez dentro de la casa, se frotó las manos. Quería toda la sangre de sus manos fuera; no fue un recuerdo agradable. Justo cuando se secaba las manos con una toalla, escuchó un pitido en su teléfono. Perplejo, lo sacó del bolsillo y revisó la vista previa. No era de un contacto y no reconoció el número.

Curioso revisó sus mensajes. Eran de Taemin. Al principio, le sorprendió. No estaba seguro de si realmente tendría noticias suyas, pero ahí estaba su texto. Jonghyun estaba eufórico, y su corazón se disparó. Su lobo aulló de emoción y sus manos casi comenzaron a temblar mientras sostenía el teléfono, leyendo sus palabras en la pantalla.

Taemin:

No puedo comenzar a agradecerte por lo de esta noche.

Jonghyun:

No hay problema

Taemin:

¿Café pronto?

Miró hacia abajo al teléfono en su mano. Wow, Taemin realmente no se andaba por las ramas. Quería subir un poco la apuesta.

Jonghyun:

Hagamos de eso una cena.

No recibió una respuesta de inmediato. ¿Tal vez se había movido demasiado rápido? Esperaba no haberlo asustado.

Taemin:

Claro.

Soltó un suspiro de alivio, y sus dedos volaron a través de la pantalla del teléfono.

Jonghyun:

Genial. Llamaré mañana para confirmar planes.

Ahí, lo detuvo, y se preguntó por un minuto si debería insertar un emoji. Negó con la cabeza, frunció los labios y presionó enviar. No, los emojis no eran lo suyo.

No podía esperar para verlo, pero no quería parecer tonto.

Taemin:

OK.

Esa fue la última respuesta, y decidió dejarlo así. Necesitaba su sueño, pero este intercambio no ayudó las cosas ni un poco. Se encontraba pensando en Taemin y en la linda forma en que se había manejado a sí mismo el otro día. ¿Cómo se supone que iba a dormir ahora? 

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Se miró por última vez en el espejo antes de salir por la puerta. Había pasado un tiempo desde la última vez que tuvo una cita. Una cita real y apropiada. No era de los que se detienen en su aspecto, y decidió que se veía bien. Vestía jeans limpios y bien ajustados y una camisa negra abotonada. Su cabello era perfecto, y tenía su reloj favorito.

La Manada // JONGTAE (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora