La Manada // JONGTAE (Omegaverse)

Capítulo VI

Cuando llegó al negocio de Taeyeon, se estacionó y entró. Era demasiado tarde para el almuerzo, y aún lo suficientemente temprano para que la mayoría de la gente aun estuviera en el trabajo. Se sentó en un taburete al final de la barra y pidió una copa de whisky. Lo bebió de un trago, le hizo una seña al mesero para que le trajera el próximo. Él levantó una ceja, pero no dijo nada mientras le servía. Sacó su billetera y le tiró varios billetes. Luego el mesero, en silencio tomó la botella y la puso al lado de su vaso.

Jonghyun se sentó en silencio, ahogando sus penas con alcohol. Realmente no era de ayuda, pero al menos estaba fuera de la casa y solo para pensar las cosas.

— ¿Quieres decirme qué está pasando? — preguntó Taeyeon, sentándose a su lado.

— La jodí — contestó, vaciando el contenido de su copa otra vez—. Oculté algo de ellos y se dieron cuenta. Ahora ellos no volverán a confiar en mí.

- ¿Por qué se los ocultaste?

— No quería que supieran esa parte de mí. Cuando la gente se entera, cambia todo —murmuró. Sus ojos se ensancharon, y se dio cuenta de lo mal que sonaba—. No soy un criminal ni nada. ¿Ser dueña de un bar significa que tienes que mantener todo lo que te diga en secreto?

— Oh, cariño, no soy un doctor. — Ella se rio entre dientes llenando su vaso y sirviéndose uno a sí misma—. Pero sé la mayoría de los secretos de todo el mundo en la ciudad. No se puede ser dueño de un bar por mucho tiempo si te vas de boca. Todo lo que me digas no va a ir más allá de nosotros.

— Soy dueño de Industrias Kim —dijo. No le había dicho a nadie en años, pero parecía que ahora todos lo estaban descubriendo.

— Lo sé — contestó ella, levantando una ceja. Jonghyun se dio la vuelta y la miró como si le hubiera crecido otra cabeza. Taeyeon se echó a reír—. Puedo decir que tienen dinero, y, por lo tanto, ¿los hombres no sabían que eras asquerosamente ricos?

— Ellos sabían que yo tenía dinero, pero no tanto. — asintió con la cabeza anhelando otro vaso—. No te importa en absoluto que yo sea un Kim, ¿verdad? — Qué extraño era eso.

— No lamas tus heridas — rio ella—. Eres un buen hombre, respetuoso, bien educado, y te preocupas por ellos. Es todo lo que me importa.

— Realmente eres rara, Taeyeon — dijo después de un momento de mirarla—. La gente cambia cuando se enteran que valgo más dinero que Dios.

Ella golpeó la parte posterior de su cabeza y Jonghyun la miró en estado de shock.

- No blasfemes, no me importa lo mal que estés. No voy a permitirlo en mi bar.

— Lo siento, no lo decía en serio — respondió rápidamente, sintiendo como si le hubieran castigado para que se quedara recluido en su habitación.

—Bien entonces, simplemente fíjate lo que dices. — Sonrió.

— Sí, señora.

— Así que no les dijiste y se dieron cuenta — dijo Taeyeon, haciéndole un gesto para que continúe la historia.

— Taemin se emborrachó y se enfrentó a mí —contestó—. En realidad, me golpeó. Nunca lo he visto tan enojado. Y entonces, Baekhyun se metió en la lucha. Jongin señaló que alguien me quería muerto para tener mi empresa, que puse a todos en peligro y nunca les dije.

— Suena como que tienen razones válidas para estar enojados contigo, Jonghyun —afirmó—. ¿Por qué los evitas?

— No quiero que cambien la forma en que actúan conmigo — se quejó bebiendo un poco más.