Capítulo 8: Cayendo en el amor

225 22 4
                                    

Para acompañar a este capítulo se recomienda escuchar la canción "Can't help falling in love" de Elvis Presley... ¡Qué lo disfruten!

.

.

.

.

Los relojes pararon de hacer tic tac. Los minutos no pasaban. El mundo se había detenido ante el encuentro de aquellas bocas, solamente la brisa se sentía en sus caras, mientras todo les daba vuelta en la cabeza.

Se separaron lentamente, con cortos besos, y se quedaron abrazados, mirándose a los ojos. Ambos, con una sonrisa en el rostro, inevitablemente viajaron al pasado, más precisamente, al día de su boda. Uno de los momentos más felices para ambos.

El día por fin había llegado. No se habían visto en todo un día, todo por la superstición que ella guardaba. Pero en ese momento, se encontraban en el registro civil, mirándose cara a cara antes de entrar y convertirse en marido y mujer. Tomados de la mano, lo hicieron.

Ella se veía preciosa ante los ojos de Él, con un vestido blanco sencillo que hacia relucir su pequeña panza de cinco meses. Mantenía una sonrisa que iluminaba el mundo entero, al menos, su mundo y eso lo traía fascinado.

Él ante los ojos de ella se veía más que guapo, pero no solamente eso, ese día se enamoró más, si eso fuera posible. Él la hacía sentir una princesa y muy pronto formarían su pequeña familia. Estaba feliz, como nunca lo había sido. Él era su estrella, que la guiaba y la iluminaba en los momentos más oscuros.

Alrededor del mediodía, salían tomados de la mano, ya legalmente casados, con toda una familia que los festejaba. La felicidad apenas comenzaba...

Antes de que uno de los dos pudiera decir algo, el celular de Maura sonó rompiendo la burbuja.

-¿Bueno?-Atendió sin mirar, separándose de Ángel pero aun manteniéndole fija la mirada.

-Mamá, ¿Estas en la casa?

-¿Lucia? ¡Qué bueno que llamas, hija!

-¿Por qué lo dices?

-¿Estás en tu departamento?-Maura esquiva la pregunta de Lucia, quería hablar con ella pero personalmente, además de una petición que le haría.

-Sí, ¿Y tú dónde estás? Iba a ir para la casa a verte.

-No hace falta, hija. Yo voy para allá.

-Está bien, Mauris. Aquí te espero. ¿Segura que todo está bien?-Ella miró a su ex esposo y sonrió.

-Muy bien, Lucia. Ahora nos vemos-Y sin esperar respuesta cortó la llamada-Vámonos, Angelito. Quiero que vayamos a ver a Lucia-Sin darle tiempo, siquiera, a procesar las cosas, comenzó a caminar en dirección a la casa.

-¿Por qué quieres que yo también vaya?-Le preguntó extrañado.

-Quiero que Lucia viva con nosotros, al menos hasta que tenga que irse-Le contestó sonriendo. Sería una de las situaciones más extrañas que le tocaría vivir pero, a su vez, le daba gusto.

-Me parece una idea maravillosa-Él también sonreía. ¿Qué sucedería de ahora en adelante? Es una de las preguntas que rondaba en la mente de Ángel.

.

.

.

.

-No sé que estará pasando con mis padres pero si siguen así nuestra boda se arruinará-Marina se quejaba con Julián, no aceptaba ni aceptaría nunca que sus padres se separaran.

Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora