Grell no podía creer la suerte que tenía, prácticamente ahora tenía el permiso de Will quién era su objetivo, para acercarse a él y usar sus mejores cartas para terminar la promesa con el demonio. Sin embargo, pasó un mes después de aquella reunión en la cafetería y para desgracia del carmín, las cosas iban más lentas de lo que hubiera imaginado.
¿Razones? Había una, parecía a veces ser una increíble coincidencia pero la intuición del pelirrojo sabía que no era así, esta razón tenía nombre y rostro, Alan Humphries nada más y nada menos.
- ¡Roja!
- Oh Eric, que suerte verte por aquí - Sonrió mientras se acercaba a su amigo para darle un pequeño abrazo que no duro mucho - ¿Sucede algo malo, Eric?
- Eso te iba a preguntar yo roja - Al ver la cara de confusión del carmín, Eric dio un pequeño suspiro y lo miro un poco más serio de lo normal - ¿Te sucede algo roja? Desde que llegué te he notado más distraído incluso un poco molesto...Como si tuvieras algo en contra.
- ¿Eh? Pero si yo estoy perfectamente bien Eric - A veces le sorprendía como su amigo era capaz de ver como se frustraba cuando uno de sus planes no salía bien, debía cambiarle el tema de conversación antes que notará que también mentía al decir que estaba bien - Mejor dime ¿ya te adaptaste a Inglaterra?
- Es un poco difícil, pero podría decirse que sí, sobre todo por ese pequeño niño Alan. Él ha estado al pendiente de mis trabajos y de mostrarme la sede...aunque parece como si fuera de ella no conociera el resto del mundo - esto último lo dijo con una pequeña risa.
- Alan parece más bien un ratón de biblioteca, su vida es la sede - dijo Grell algo molesto por tener que hablar de la persona que le había estado siendo tan estorbosa para acercarse más a William - Y hablando de vida, ¿ ya por fin te decidirás a sentar cabeza Eric?
- La verdad...
- Disculpe la interrupción, Eric-san - El castaño llegó sin previo aviso y tomo una manga del saco del escoces - Su equipo parte dentro de 5 minutos
- Oh, gracias por el aviso Alan - le dijo con su sonrisa ya clásica que hizo que el castaño se ruborizara ligeramente y bajará la cabeza algo apenado - ¿nos vemos en la tarde como siempre, Alan?
- S-si claro - Alan no hizo nada más que mirar como el escoses se alejaba para reunirse con su equipo, no tenía ni una pizca de miedo, ni una pizca de nervios...Eric siempre era tan seguro.
- Alan...¡Alan! - le gritó el carmín casi al oído.
- ¡Ay! Sutcliff-san, no me grite así...debería estar llenando los reportes de el día de hoy en vez de estarme gritando - le dijo algo molesto el castaño. Ahora sí, esa fue la gota que derramó el vaso, Grell tomó por la muñeca al joven y lo llevó a un pasillo que no tuviera tanto personal - ¿¡Sutcliff-san?! ¿Qué hace?
- Tú y y yo vamos a hablar niño - Se detuvo en medio de un gran pasillo y soltó con brusquedad la muñeca del shinigami - Bien te lo diré sin rodeos ¿¡ cuál es tu problema conmigo?! Desde que llegué aquí no haces más que regañarme e interrumpir cualquiera de mis charlas sobre todo cuando estoy con William...
-¡ William! ¡Ese es el problema! - le replicó por fin molesto - Escuche Sutcliff-san yo sé muy bien lo que usted es...
- ¿Eh? - Grell sintió como una pequeña gota de sudor empezó a recorrer su frente, ¿acaso había sido descubierto por ese niño?
- Tal vez Spears-san es muy errado para verlo, pero yo sé que usted es el tipo de persona que no le importa lo que los demás piensen o sientan mientras usted este bien. ¡Y no voy a permitir que Spears-san salga herido por aprovechados como usted!
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INFILTRADO
FanfictionEn medio de la primera guerra mundial, una nueva batalla se ha iniciado entre los dioses de la muerte y los demonios por las almas mortales. En la guerra y en el amor todo se vale pero ¿ qué sucederá cuando ambas fuerzas choquen entre sí? Esta será...