Cap 7: reencuentro

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- ¿ Grell Sutcliff? - La persona con la que había chocado el pelirrojo era ligeramente más alta que él, tenía trenzas de color negro de un lado de su cabeza y cabello corto de color rubio en el otro extremo, su traje estaba ligeramente descuidado pero eso no afectaba el aspecto tan varonil que le daba esa barba en su rostro. 

- ¿¡Eric?! - dijo Grell abriendo todo lo que podía los ojos

- ¡Grell! - Ambos se sonrieron, Grell sin pensarlo dos veces se abalanzó sobre él en un abrazo que por cierto fue bien correspondido por el recién llegado, incluso lo llegó a tomar de la cintura para levantarlo en el aire y darle unas vueltas como si se tratará de un niño pequeño. 

- ¡ Aguanta Eric! ¡ Me estoy mareando! - le dijo dando ligeros golpes en su hombro para que lo bajara. 

- Oh lo siento - dijo todavía riendo - Es que ha pasado tanto tiempo que no pude evitar reaccionar así

- Sí ya me di cuenta - dijo Grell todavía mareado - Es bueno verte de nuevo. 

- Ustedes dos ¿se conocen? - William interrumpió a las otras dos parcas , que solo cruzaron miradas y volvieron a sonreír. 

- Claro que sí, él es Eric Slingby fue compañero mío durante mis primeros años en la sede Alemana y digo durante unos años porque a cierto shinigami que estoy viendo se le ocurrió regresar a su nación - Dijo dando un ligero codazo en la costilla al recién llegado en tono de juego y reprimenda. 

- Oh vamos roja, fueron divertidas nuestras misiones juntos pero yo estuve ahí de paso y lo sabías bien - le dio una palmada en la espalda mientras ambos reían. 

- Entonces Slingby - volvió a interrumpir Will - Me presento, soy William T Spears y capitán del equipo 4 de recolección. Ya que me he presentado, me gustaría saber el motivo de su ingreso a esta sede. 

- Que formal - dijo un poco burlón - Yo soy uno de los tantos shinigamis de intercambio que llegó esta mañana pero lamentablemente me he separado de mi guía...

- ¿Guía? - Grell vio como un apresurado Alan se dirigía hacia ellos con una expresión de cansancio bastante marcada. - ¿Es él? 

- Oh sí - al momento en que Alan llegó, Eric le dio una palmada en la espalda con su típica sonrisa - Debes ser más rápido con las piernas, casi me pierdo sino fuera por roja.  

- L-lo comprendo, lamento mucho este accidente, espere ¿roja? ¿se refiere a Sutcliff-san? 

- Ese es el apodo por el cual me llama Eric - dijo guiñando un ojo al ahora un tanto decepcionado castaño, Grell al notar eso no hizo más que mirar a otro lado y cambiar el tema de conversación - Eric, ¿porqué decidiste venir como shinigami de intercambio? 

- Las circunstancias lo ameritan roja - dijo con un suspiro resignado - La sede de Escocia es una de las más cercanas a la sede que fue la primera victima de esta guerra, pero conociendo como son de ambiciosos los demonios ellos no se detendrán ahí, para ellos la joya de la corona es la sede de Inglaterra y harán lo que sea para entrar aquí. 

- Los escoceses son bastante fuertes físicamente hablando y poseen una resistencia increíble, la prioridad en estos momentos es nuestra sede así que la estrategia de los escoces es enviar refuerzos aquí sabiendo que estarán bien con solo algunos shinigamis allá ¿no es así? - Eric asintió ante esta teoría de parte del moreno que había estado escuchando en silencio toda la conversación. 

Ahora el que se sentía incomodo era Grell, esta guerra estaba cambiando muchas cosas a su alrededor desde su situación laboral hasta su vida social...Su amigo estaba preocupado por su especie y él iba a entregar un alma a un demonio personalmente claro cuando la tuviera, pero no había de otra manera, después de todo nada es justo en el amor y en la guerra. 

- Slingby-san, necesitamos seguir con el proceso de registro - dijo el joven Alan mientras tomaba una de las mangas de su traje. 

- Bien, entonces nos vemos roja - dijo el recién llegado mientras se despedía del pelirrojo a la distancia. 

- Nos vemos luego, tal vez en alguna misión...

- Eso no será posible - Dijo William arreglando sus gafas - Nosotros como hicimos guardia anoche tenemos como derecho este día libre para descansar. 

- Vaya, entonces será luego roja - dijo guiñando su ojo al pelirrojo. Grell se despidió con una sonrisa y después paseo por la sede hasta que vio que cierta parca morena estaba a punto de salir de la sede, era ahora o nunca. 

- ¡ Hey Will! - lo detuvo tomando una de las mangas de sus saco - Necesito hablar contigo. 

- ¿Hablar? ¿Sobre qué? 

- Tú hace mucho tiempo me dijiste que necesitabas respuestas mías, ¿no quieres escucharlas? - dijo mientras se le apegaba cada vez más a su brazo. Will no hizo más que suspirar y voltear la mirada hacia otro lado. 

- Yo te dije que me las escucharía cuando yo quisiera, así que olvídalo, estoy cansado y no iré contigo - empezó a caminar lejos de él hasta que sintió como una mano lo detenía por el hombro y al mismo tiempo sentía la respiración de Grell en su oído. 

- ¿Quieres que le comente a todo mundo lo que pasó por la noche en tu oficina? - Will volteó su cara solo para encontrarse con esa mirada cínica de Grell que tenía desde la academia. - Entonces, ¿vendrás? 

- Honestamente...te recuerdo que dormir en horas de trabajo esta prohibido, si tu no cantas yo no canto - Entonces fue ahí cuando Grell dejo de sonreír y se mostró  algo nervioso. William solo tomó la muñeca del pelirrojo para después empezar a caminar con él casi a rastras, ahora ya no sabía quién estaba llevando a caminar a quién y no se detuvieron hasta llegar a la mesa de una cafetería en donde se sentaron. 

- Ay eso dolió...Will, ¿porqué estamos en una cafetería?

- Tengo hambre y supongo que tú también.

- Pues yo...- En ese momento un gruñido del estomago de Grell le interrumpió haciendo que este se callara y ruborizara ligeramente. Al llegar la comida solo hubo un silencio entre los dos que hacia una aura incomoda. 

- Sutcliff, ¿a qué estás jugando? - Esta pregunta fue acompañada con una mirada de desdén de parte de Will - ¿qué es exactamente lo que buscas estando aquí? Si se ve que tenías una vida perfectamente estable en Alemania. 

- Tú mismo te acabas de contestar Will - Grell dejó de beber la malteada que había pedido y sonrió ante esa pregunta - La estabilidad y yo nunca nos hemos llevado bien, yo no busco más que encontrar un poco de diversión aquí y tal vez un objetivo que perseguir me ayude a encontrarla. 

- Supongo que tu objetivo en Alemania fue ese escoces 

- ¿Eric? No, él es divertido pero es un objetivo demasiado fácil de conseguir - Grell dejó pasear su mano por la mejilla del indiferente moreno con coquetería - Tú por otro lado, serías mi joya de la corona. 

- ¿Y si me consigues te irás de nuevo? - William apartó la mano del pelirrojo de su cara con cierta brusquedad. - Entonces, te tengo un trato.

- ¿Trato? 

- La joya de la corona nunca se consigue fácilmente, intenta algo, usa los trucos que ya sabes, sin embargo, es injusto que esto sea un juego de uno. Y no seré fácil de robar, es una advertencia Sutcliff. 

- ¿Acaso me estás dando permiso para estar contigo? - Grell se le quedó viendo fijamente al moreno que ni siquiera le veía y después sonrió. Las mentiras habían servido y ahora estaba todo a su favor - Acepto el trato, querido. 

- Entonces, buena suerte Sutcliff - William dejó dinero suficiente en la mesa para pagar lo de él y su compañero y se retiró. 

- Las cosas siempre salen a mi favor... 

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