Cap 19: Confrontación

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Ante esta pregunta, la morena sonrió todavía más mientras se acercaba al carmín que seguía sus movimientos con una mirada nerviosa. 

- Yo soy Hanna Anafeloz, hija del rey de los demonios Lucifer y ahora la nueva reina del inframundo. Me sorprende que no sepas de mi existencia shinigami, supongo que ni siquiera la muerte puede saberlo todo ¿o sí? - La pequeña risa sarcástica que intentó disimular detrás de su mano solo hizo que el carmín sintiera una gran molestia hacia esa "reina" que tenía enfrente. - Hicieron un gran trabajo trillizos, sin embargo, necesito hablar con esta parca un momento 

En un tronar de dedos de ella, los trillizos levantaron a Grell del suelo y sin mucha delicadeza lo sentaron a la mesa del té como si de un invitado más se tratará aunque con la pequeña excepción  de que un invitado no tendría un grillete uniendo sus muñecas. La demonio sonrió al ver la expresión de Grell al ser tratado peor que muñeco de trapo mientras ella se sentaba del lado opuesto de la mesa. 

- ¿Té? - Le preguntó ella en forma de burla, sin embargo, Grell también sonrió un poco ante esta broma - Bien, ahora quisiera que tomarás una decisión ¿me darás la llave de forma pacifica o quieres hacerlo de la forma difícil? 

- ¿Darte la llave? Escucha my dear  - dijo Grell intentando sonar lo más sarcástico que podía - Yo no soy como cualquiera, yo soy una dama y como tal necesito tener razones para actuar ¿porque habría de darte la llave? ¿para qué una "reina" necesitaría una insignificante llave como la mía? 

- Insolente...- Dijo ella mientras apretaba los puños, sin embargo, al ver que lejos de intimidar al pelirrojo solo lo hacía sonreír decidió calmarse y sonreír también - Control, mi querida parca. Mi padre tal vez sea muy poderoso, pero nunca ha tenido la suficiente visión para dar un golpe que quede marcado en la historia tanto de los demonios como de las parcas y de todo ser sobrenatural habido y por haber. Yo si tengo ese valor y como única heredera al trono, es mi deber y mi futuro asegurar los dominios de mi especie y con ello los míos. Fue de gran ayuda que una de esas parcas hiciera una promesa con Michaelis, aunque ese bastardo pensaba que podía mantener en secreto su plan je je aunque fue peor para él no haber traído la llave...

- ¿Michaelis? ¿te refieres a Seba...- Grell se interrumpió cuando recordó a aquel demonio que intentó abusar de él, ahora sabía que fue utilizado por ella.  

- Bien, esa debe ser suficiente información para alguien de tu nivel ¿no lo crees? - Grell apretó los dientes al escuchar esto - Ahora, ¿me darás la llave o no? 

- Si decidiera no darla, ¿qué se supone me harías? 

- ¿Debería decirte o debería mostrarte? - Dijo ella mientras fingía pensar - Creo que te enseñare un poco de lo que te espera si no me la das... Canterbury, descubre a Michaelis. 

Canterbury asintió y se abrió pasó entre los espinosos rosales, Grell se quedó de piedra al ver lo que había entre esas espinas. Cuando destapo el arbusto vio a un Michaelis con dos grilletes uno en cada muñeca que al parecer estaban fusionados en el suelo, los pedazos de su traje de mayordomo dejaban ver cortes y golpes marcados con sangre fresca y manchas de sangre ya seca. Michaelis parpadeó con debilidad al ver bruscamente la superficie aunque después hizo una mueca de dolor al sentir las espinas de las rosas incrustarse en su piel, incluso perforando uno de sus pulmones causando un dolor agobiante para él aún siendo un demonio. 

- Ese infeliz se lo ganó por no traerme lo que quería - Hanna chasqueó los dedos causando que las rosas apretaran más el cuerpo de Michaelis y con ello las espinas se incrustaran todavía más en su piel y órganos. 

- Detente, ¿¡ cómo puede ser posible que una reina trate así a uno de sus súbditos?! - Aunque ver a Sebastian así no producía ningún tipo de sentimiento de culpa en su interior, le era algo exagerado la manera en la que castigaba a sus súbditos - ¡Un verdadero rey tiene que proteger de los suyos! 

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