El sueño de Alejandra

7 2 0
                                    

-Had WHO told us that this disease was going to come, we and our money would not have withdrawn from them.

-Un momento, ¿Estabas soñando en inglés?

-What are the odds? que diga, sí, esque estuve tomando clases de ingles por bastante tiempo y me llegaron a gustar, especialmente por un tío que llegaba ahí.

-¿Era guapo?

-No, lo que pasa es que tenía un no sé que, que ¿qué sé yo?, que me ponía.

-Del 70 al 180 ¿qué tanto te ponía?

-No más que tú si eso es lo que quieres saber.

Ahmed rió y volvió a preguntar.

-Del 70 al 180 ¿qué tanto te ponía?

-Digamos un 100, si hablas de pulso.

-Qué curioso, dijiste que te ponía.

-Hace falta más que ese no sé que para llevarme a más de 100.

-¿Debería sentirme afortunado?

-Te recuerdo que el viaje me afectó tanto a mí como a tí, aunque a tí muy pronto no te afectará como ya te he dicho antes.

-Bueno, en ese caso creo que consideraré la propuesta de ponerte solo a tí en mi lista.

-...Sí, debes sentirte afortunado.

-¿Porque nadie te había mantenido el pulso arriba por tanto tiempo?

-Porque nadie se había atrevido a hacerlo.

-No los culpo, cuando te conocí me diste miedo.

-¿Miedo? ¿Yo?

-Bastante.

-No os entiendo a vosotros los tíos, decís que vas a por lo queréis pero nomas os encuentras al que llamáis "el sexo débil" y os acobardáis.

-Ok corazón, pero no me hables como si no supieras el por qué y sígueme contando que se oye interesante.

-¿Me dijiste corazón? ¡este es el día más feliz de mi vida!

-Anda, sígueme contando sobre tu sueño, ¿Por qué estabas hablando en inglés?

-Soñaba que en la clase de inglés estábamos dramatizando contiendas políticas, y a mí se me había asignado imitar a Donald Trump.

-Bueno, eso solo me confirma que fué un sueño.

-Sí, todos ansiábamos hacer dramas sobre política en clases, el tío guapo de la clase que te mencioné sabía imitar muy bien a Pedro Sánchez, claro que en clase nunca lo hacía, solo en pláticas personales.

-No lo culpo, capaz lo reprueban, bueno adelante con el sueño otra vez, perdón por interrumpir.

-Te decía que...

-Aguanta, aguanta, me habías dicho que no era guapo.

-Dejémolo en guapo ok. Cuando terminé de hacer mi discurso de odio a la WHO, los periodistas del drama comenzaban a hacerme preguntas incómodas, a lo que yo respondía con mandarles un guardia para que lo sacaran.

-¿Te quedaste sin periodistas?

-Mandé a llamar a periodistas de mi partido y también tuve que sacarlos.

-Lo imitaste muy bien, jajaja.

-Sí, bueno, Inmediatamente después del drama la profesora nos daba la nota; habíamos sacado puntaje perfecto. A lo que éste tio guapo respondió fuera de la clase positivamente...

Había algo extraño con aquel sujeto, toda la clase sabía que él estaba ahí, sentado a la par mía, sin embargo, buscando excusas o de forma oculta, lo volteaba a ver y cada vez que volteaba él tenía un rostro diferente, sin embargo no dejaba de sentirme bastante atraída por él.

Al término de la clase, él se acercó a mí, me detuvo a medio pasillo y me abrazó felicitándome por la excelente nota que había recibido; ésta vez sí pude ver su rostro completamente, créeme que antes de haberme abrazado, era un rostro diferente al que tenía después y...

-¿Qué pasó?

-Acabo de tener un Deja vu.

-Ooooh, un deja vu a partir de un sueño, eso es nuevo, a ver, cuéntame, cuéntame.

-Espera, Espera... Siiii, ahora lo recuerdo...

Después de habernos abrazado, me invitó a un café y yo me fuí agarrada del brazo de él...

-No se te pasó por la mente que podía ser nada más que un interesado, es decir, ¿por qué justo después de haberte visto obtener buena nota?

-Parece que tú sí sábes del "Manual de tías" que yo olvidé por completo en ese momento, o tal vez quise olvidarlo, no lo sé, solo sé que estaba bien cegada, ¡rayos! ¿por qué me cegué?, eso es mandamiento básico del manual de tías, bueno como te decía...

Mientras tomábamos el café, tuvimos una plática muy amena, hablamos de distintos temas, él me dedicó una imitación de Pedro Sánchez. Al salir de ahí, ya que ninguno de los dos tenía cosas que hacer, fuimos a un parque cercano a pasar el resto de la tarde, él en todo el camino me tomó de la cintura e íbamos muy pegados. Cuando llegamos al parque, vimos a un pintor que hacía caricaturas por 5 euros, yo le dije que se hiciera una caricatura y accedió, yo me senté a la par del pintor para ver todo el proceso, me reía según iba avanzando. Cuando terminó, dijo: Por tres euros extra puedo agregarla a ella a la misma pintura. 

Obviamente no dejaría pasar la oferta, posé con ambas manos sobre su hombro y sonriendo, no importaba, de todos modos era caricatura, no se suponía que tenía que verme bien. En fin, para no hacerte largo el cuento, efectivamente, pasé la noche en su departamento, y he ahí el deja vu.

-¿Qué pasó?

-No hace mucha falta que te describa de lo que las paredes fueron testigo, pero después, fué su último cambio de rostro, ya había memorizado su último rostro y éste otro...

-¿Qué pasó?

-Eras tú.

No Es SuficienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora