Donde las flores crecen y se marchitan parte 2

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-¿Me estás diciendo que conoces a Alejandra desde antes que yo?

-Sí, y créeme cuando te digo que no hace buena pareja contigo.

-...Sabes, antes que continúes quiero saber algo.

-Dime.

-¿Cómo carajos alguien que ha estudiado artes plásticas está en un equipo de investigación que parece ser más medicina que arte?

-Porque una disciplina sea rigurosa no deja de ser una forma de arte.

-¿Me estás diciendo que la medicina es un arte?

-Para los que la queremos ver así, pues sí.

-Ok, pero tú explícitamente dijiste artes plásticas.

-¿No cuenta la cirugía plástica? -dijo Sofía con una sonrisa y un tono sarcástico. Ahmed no aguantó más y se rió a carcajadas, no paró hasta casi veinte segundos después.

-Ya, en serio, ¿Cómo llegaste hasta acá? por favor dime que te ganaste el puesto, ya me cansé de tantos puestos por amistad que hay en La Tierra.

-Te lo puedo decir, pero no asegura que me gané el puesto.

-Eres infiltrada.

-No dije que no me lo había ganado.

-Tienes un buen sentido del humor para ser una maldita genio.

-Es un placer, se les agradece la propina en sobre.

-Ajá, sí, bueno, decías, ¿cómo llegaste hasta acá?

-Verás, hace varios años participé en la IMO que se celebró en Cataluña, ahí conocí a Alejandra.

-¿Estaba bonita en ese entonces?

-Ha cambiado dramáticamente, en ese entonces si parecía la nerd que es, imagínatela con brackets y con lentes.

-A ver, a ver, lo de los brackets te lo creo, pero ella no usa lentes.

-Los usa de contacto, ocupaba parecer más española para que su cambio de nacionalidad no fuera tan notable. Bueno, como te decía, no perdí contacto con Alejandra, nos hicimos muy buenas amigas por una apuesta.

-¿Qué clase de apuesta?

-Había un sujeto muy guapo y muy listo compitiendo, era un alemán que obtuvo medalla de oro. La que hiciera menos puntos le tocaba ligarse al sujeto.

-¿Cuánto hiciste?

-Los suficientes para una medalla de bronce.

-Te tocó ligarte al sujeto.

-Sí, no entiendo cómo Alejandra pudo obtener plata, debió ser la gran pena que le causaba ligar, eso se lo noté desde un principio, y por eso mismo le hice esa apuesta.

-¿Cómo te fué?

-La mejor apuesta que he perdido.

-Hubo final feliz entonces.

-No te pases, no había momentos ni lugares que lo permitieran.

-Osea que sí lo hubieras hecho.

-De una.

-Creo que es un poco relevante la pregunta, pero, ¿hablabas español?

-No, con Alejandra hablaba en Inglés, así empiezas con tus amistades de la IMO hasta que ellos aprenden tu idioma o tu aprendes el de ellos, pero nadie en sus cinco sentidos preferiría el búlgaro antes que el español.

-¿Por qué?

-Puedes usar el español en más lugares.

-Buen punto... entonces ¿cómo aprendiste español?

-Alejandra me enseñó al principio, luego me dediqué a ver videos para aprender y llegué a dominarlo lo suficiente como para conseguir beca en Cataluña, donde nuestra amistad con Alejandra creció más.

-¿Qué clase de videos veías?

-Mi meta era comunicarme con Alejandra originalmente, así que aprendí español de El Salvador, casi no encontré youtubers salvadoreños.

-¿Aprendiste español sin curso?

-Sí.

-Eres una maldita loca.

-Gracias.

-Supongo entonces que... también aprendiste a pilotar y lo que sabes de medicina por ver videos.

-Sí, y ahora estoy aquí.

-...

-¿Qué pasa?

-Me hablas de disciplinas tan poco relacionadas, que me lío un poco.

-La matemática es lenguaje universal, y eso lo aprendí...

-Viendo videos -dicen al mismo tiempo.

Continúa Sofía -Si entiendes bien las matemáticas, todo lo demás se te facilita mucho, eso seguro lo escuchabas mucho en educación básica, pero guarda una verdad más real de lo que te imaginas. Muchos no entendieron la peligrosidad de la última pandemia porque no entienden el crecimiento exponencial y mucho menos entenderían un análisis detallado de flujo de personas y etiquetación de zonas de riesgo de acuerdo a sus parámetros locales, lo cual es básico en medicina, cualquiera con cinco dedos de frente, como yo -Sofía se pone la mano en la frente -se hubiera dado cuenta que New York tendría las cifras más altas.

-¿Qué tal va tu vida acá?

-Este tipo de tareas no me llenan mucho, como te he dicho, lo mío son las artes plásticas; me han jodido un poco...

-¿Cómo te han jodido?

-Mira mi lista de parejas.

-Es no es algo que los de por acá están muy agusto en compartir.

-No importa, recién llegas, no los conoces, mira.

-Diablos señorita, no alcanzan las manos para contarlos.

-¿Sábes cuantos de ellos tienen probabilidad de corresponderme?

-¿Pocos?

-Pocos no, lo siguiente.

-¿Por qué no los borras?

-Quisiera que mi ombligo fuera un botón que los borrara de mi mente.

-Probemos -Ahmed presiona con su dedo el ombligo de Sofía.

Sofía se ríe.

-No es así de fácil, créemelo.

-¿Calculas la probabilidad que te correspondan?

-Cuando me dan ganas.

-Me llevarías a visitar el planeta de Bulgaria.

-Claro, de hecho necesitaba una cobaya, acuéstate ahí y simularé varios escenarios para tí.

-¿Me va a doler?

-Solo si yo quiero que te duela.

-No sé por qué, pero voy a confiar en tí...

No Es SuficienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora