Al día siguiente Craig despertó en su cama completamente solo. Esto era algo totalmente normal, ya que dormía en ella todos los días, pero aquel lunes era diferente. A pesar de que lo que ocurrió la noche anterior parecía imposible, fue real, pero el hecho de que Kyle ya no estuviera allí le había dejado un pequeño vacío y quizás, decepción. Miró la hora en su teléfono y vio que ya debía haberse saltado la primera hora. Sin embargo, al volver a dejar el móvil en su mesita vio una pequeña notita escrita en uno de los post-it que “guardaba” en su escritorio, ya que realmente estaba todo esparcido por la mesa sin ningún tipo de orden.¡Craig!
Me he ido ya a clase, gracias por anoche. Ven a verme al terminar la primera clase, me gustaría decirte algo :)Kyle
Confuso cogió la nota y la metió en su mochila, quizás porque era lo único que tenía de Kyle en esos momentos. Sin pensarlo dos veces se cambió de ropa y estrenó su camiseta recién robada. Tal vez debería haberse duchado, pero era lo que menos le apetecía en esos momentos. Trató de peinar un poco su rebelde cabellera, rindiéndose al final y simplemente dejando que cada mecha mirara hacia un lado diferente. Mientras se miraba en el espejo vio algo raro en su rostro. El cansancio de la noche anterior era palpable, pero después de años Craig reconoció destellos de emoción en sus iris. Aquella noche había sido uno de las mejores experiencias de su vida. Haber podido saltar, dejarse llevar, disfrutar tanto de un ambiente lleno de jovialidad y fiesta era algo que jamás se imaginó. Además, debía admitir que Kyle había sido una parte importante. Tal vez demasiado.
Tras haber estado pensando en frente del espejo acerca de la única cosa interesante que le había pasado en una eternidad, salió a hurtadillas de casa, al parecer su madre había tenido que irse a trabajar antes, así que no había insistido para que Craig fuera a la academia. La odiaba con toda su alma. Desde que Tweek y sus padres tuvieron que mudarse y su padre murió en un accidente de tráfico, su vida solo había ido cuesta abajo. Craig nunca había sido una persona muy social, así que Tweek había sido su único amigo. Desde que se fue, Craig escribía casi todas sus experiencias en una libreta llena de garabatos y bocetos como si fueran dirigidas a él. Puede que le gustara la soledad, pero todo ser humano necesita interacción social, y lo que pasó ayer solo le hizo comprobar que era cierto. Haber estado con Kyle había sido acogedor, como un alivio.
A paso lento Craig se dirigió a la academia. Mentiría si dijera que no estaba emocionado por lo que Kyle querría decirle. Estuvo andando unos minutos hasta llegar a la parada de bus. Puede que South Park fuera un pueblucho de mala muerte, pero la academia estaba lejos de su hogar, y ni de coña iba a dejar que el nuevo novio de su madre lo llevara pese a todas las veces que se lo había ofrecido.
En el viaje en autobús solo podía pensar en Kyle. Tampoco se le podía culpar, era la única distracción que tenía. Afortunadamente, en bus solo se tardaba unos minutos en llegar.La academia estaba llena de estudiantes como siempre. Podía reconocer a los de siempre; Token, Clyde y Stan, los atletas y las estrellas deportivas de la academia South Park, por otro lado estaban, por supuesto, Michael, Henrietta y Pete, los góticos, y todos los demás eran una mezcla de porreros, skaters, pijos y cayetanos y frikis. Craig no encajaba bien con ninguno, pero si tuviera que elegir se iría con los porretas o los skaters. Ahora que lo pensaba, Kyle no estaba en ninguno. Básicamente se llevana bien con todo el mundo, y todos lo adoraban, era imposible meterlo en una tribu urbana.
—¡Hey, Tucker!
Craig se giró para ver a Kenny, uno de los porretas-skaters y una de las pocas personas que no eran putos subnormales en South Park. Kenny rodeó los hombros de Craig con su brazo, aunque le era un poco difícil debido a la altura del pelinegro.
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Life Is Strange ♡ Cryle
Fanfic•Kyle Broflovski es un alumno ejemplar, el ojito derecho de todos los profesores. Un joven que resaltaba entre todos los demás. Ganaba la envidia de muchos, al igual que sus corazones. Llevaba una vida como cualquier otra, hasta que en su escapada...