Capítulo 5

1.5K 199 269
                                    

Capítulo 5-

—¡Oye, despierta! No puedo creer que has dormido todo el día

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Oye, despierta! No puedo creer que has dormido todo el día...

Se levantó con prisas al oír la voz de su amo dentro de la casucha. Este llegó con una canasta llena de ropa y la dejo frente a ella.

—Ve al río a lavar todo eso, ¡los quiero bien limpios! ¡¿Oiste?!

Asintió rápidamente, Toichi se retiró de inmediato y la pelinegra tomó la canasta para ir a terminar sus deberes lo más rápido posible y así evitar que se enoje más tarde.

Su amo era bastante impaciente por lo que si no acataba una orden con rapidez, bueno, era bastante obvio lo que le haría.

Su amo era bastante impaciente por lo que si no acataba una orden con rapidez, bueno, era bastante obvio lo que le haría

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por otro lado, para los jóvenes licántropos era un buen día para salir a cazar algún animal del cual alimentarse. Tanjirō se preparaba estirando sus brazos mientras Hanako lo observaba sentada a unos metros de él.

—¿Puedo quedarme hoy en la cueva? No tengo ganas de cazar hoy —pidió agachando las orejas.

Tanjirō se sonrojó ante la tierna imagen de su hermana y se rascó la nariz indeciso.

—Bien, solo...no te alejes mucho de la cueva. Y si ves a un humano solo aulla.

—¡Bien! ¡Buena caza hermano!

Tanjirō se alejo rápidamente mientras Hanako se sentaba en una roca observando el ambiente. El invierno estaba acabando y como consecuencia el sol brillaba de una manera más fuerte y cálida, la nieve se derretía poco a poco y según dijo su hermano aquello tenía sus ventajas, pues las presas dejarían de esconderse y los humanos ya no podrían seguir sus huellas tan fácilmente.

Pero aún faltaba tiempo para que toda la nieve se derritiera, por instinto llevó su cola sobre su rostro para mantener algo de calor.

—Espero que Tanjirō traiga un venado... —murmuró frotando sus manos.

Levantó sus orejas y su cola se tensó al oír el chillido de uno de sus primos. Se puso de pié y observó en dirección contraria hacía la que partió su hermano.

Caza al Lobo | TanjiKana |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora