•|Ollivander y Longbottom|• {Libro 3}

»Sirius Black en el Castillo«

Estaba a punto de dormirme debido al aburrimiento, la idea era no moverme de la cama por un tiempo. Pensaba en muchas cosas, y como eso muchas veces suele ayudar a que yo me quede dormida yo ya estaba intentando acomodarme en mi almohada.

Susan ya había salido del cuarto, estaba sola, y bastante segura de que no debía de haber nadie en toda la sala de Hufflepuff, pero no fue así. Comenzaron a abrir la puerta, bastante lento, lo cual me dio tiempo a alcanzar mi varita que se encontraba en la mesa de luz de Hanna, por supuesto no me levanté, pero la tomé con fuerza y apunté a la puerta. Después de todo había un asesino suelto ¿No? Era mejor ser precavida.

Sin embargo ese rostro inocente que me vio no era el de Sirius Black, sino el de Neville. Quien había caído al suelo apenas abría la puerta por completo.

—¿Nev? ¿Qué haces aquí? ¡Van a atraparte! ¡Te castigarán! -decía mientras intentaba salir de la cama para empujarlo hacia afuera.

—¡No! No, no te muevas. Tienes que descansar ¿No?

—Si, pero no tienes que estar aquí..

—Como si tú no hubieras entrado a mi sala común.. ese maldito tobogán no está en los cuartos de los chicos.

—Pero..

—¡Jophy! El año anterior hasta pasaste a mi cuarto y nadie se dió cuenta, aunque estaba lleno de gente, debes descansar y.. yo solo vine a hacerte compañía para que no te aburras.

—¿No tienes clase de..?

—Herbología..

—Nev tienes que irte, vas a perder la clase, y esperas toda la semana para tenerla.

—No, está bien. Quiero quedarme.

—... Bien.

—Me gusta ese apodo.

—¿Qué? ¿De qué hablas? -le pregunté.

—No lo sé.. me has comenzado a llamar Nev desde hace un tiempo y suena bien.

—¿No te había llamado así antes? -me extrañé, ya que siempre tuve a aquel muchacho en mi mente como "Nev". Recibí como respuesta un movimiento de cabeza que decía no- .. bueno, entonces si te gusta está bien.

—Me gusta.

Solté una risita después de ello, provocando curiosidad de su parte.

—¿Por qué ríes?

—Bueno, ya que hablamos de apodos.. ¿Te diste cuenta de que eres el único que me dice Jophy?

—¿Qué? -pareció asustarse por un segundo.

—No, no está mal, para nada. El resto me dice Josy, o Josephine.. y tú me dices Jophy, pero está bien. Es más original y.. me gusta.

—Bien.. puedo llamarte Josy si quieres.

—No, Jophy está bien.

Él sonrió, en ese silencio yo volví a cubrirme con las sábanas, y dejé mi varita en mi mesa esta vez.

—¿Eso era lo que pasó volando? -preguntó el chico.

—¿De qué hablas?

—En la clase del profesor Lupin, y apenas abrí la puerta creí ver que algo volaba.. ¿Era tu varita?

—Oh, de seguro.

—Wow.. ¿Cómo es el encantamiento? ¿Crees que pueda hacerlo?

—¿Qué? No, no es ningún encantamiento..