Una Espía Atormentada - En Proceso De Corrección

Capítulo 13

[Robin Hood.
Un Inconveniente Tras Otro.]

Faltaba poco para que fueran las 8 de la mañana.

Cassandra y Leo se encontraban en un taxi de camino hacia el edificio de los Sandoval.

Se habían retrasado porque Leo no se quería poner la peluca y el uniforme que usaría para camuflarse en la empresa.

—Me veo ridículo. —exclama molesto con los brazos cruzados—

—Solo es una peluca rubia. —rueda los ojos— Otra cosa sería si se hubiera dejado poner las lentillas.

—Ah no. Eso sí que no. —niega rotundamente— No vas a cambiar mis hermosos ojos marrones por unos color verde moco.

—Eran verde oscuro. —suspira comenzando a irritarse— Deje su comportamiento junior (niño/infantil) a un lado. Recuerde que no solo cambiaremos de aspecto físico, sino también de personalidad.

—No me siento cómodo fingiendo ser alguien que no soy. —se justifica mirando por la ventana— Y el nombre que me escogiste es un asco, muy poco original a mi parecer.

—No entiendo cómo fué que se graduó de la Academia de Agentes. Si yo hubiera sido su educadora, lo reprobaría sin pensarlo si quiera...

—Que bueno que no lo eres entonces. Además, aún no me he graduado, me faltan tomar un par de clases más y luego el exámen final.

—Debería avergonzarlo el tener 20 años y aún no haberse graduado. La mayoría lo hacen antes de los 18, junto con el exámen final. —dice señalando la parte de atrás de su cuello—

Leo se muestra un poco incómodo, ella siempre lo molestaba con lo mismo.

Pero no importa lo que diga, aún le quedaba un año para hacer la prueba. Todo un año para idear una estrategia para no tener que hacer la prueba.

Eso nunca lo iba a hacer, era lo único que él tenía bastante claro.

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—Cualquier información que tenga sobre la Organización llámeme inmediatamente a este número. —le entrega un papel— Por más mínima que sea...

—De acuerdo. —asiente el taxista guardando el papel— Buena suerte en su misión Agente Anderson, Agente Cooper. —con un asentimiento de cabeza, arranca el coche—

—¿Creés que logre conseguir información de ese sujeto? —pregunta Leo— No es por desconfiar del Agente Coby ni nada parecido, pero este tipo de la Organización Dragón Negro, es muy peligroso y nada fácil de rastrear.

—Pues yo pienso que hasta la más sucia rata de alcantarilla deja un olor pestilente cuando pasa. —comenta sin preocuparse— No importa cuánto trate de esconderse esa escoria, lo voy a encontrar.

—Querrás decir... Lo vamos a encontrar.

Leo abre la puerta del edificio para que Cassandra ingrese. Ella solo rueda los ojos sin contestarle.

—Ya sabe lo que tiene que hacer ¿no? —le entrega una identificación—

—Si ya lo sé. —se acomoda un poco la peluca— Pasar desapercibido y fingir ser un empleado más.

—¿Tiene estudiado lo que dirá cuando le pregunten quién es, de dónde viene, y quién lo contrató?

—Eso creo... —Cassandra lo fulmina con la mirada— Que sí mujer... Ya no te preocupes, estudié muy bien el papel que me diste.