—¡Ya estoy harto! —Raph se soltó de Leo con un brusco movimiento. Su hermano no podía dejar de reír, bueno, ninguno de los tres en realidad.
—Eso, Leo, déjale intimidad con su novia —dijo Mickey, que se retorcía por el suelo.
—Demonios, Raph, y pensaba que no se podría ser más patético que yo. —Donnie apenas podía tenerse en pie, le fallaban las rodillas a causa de las carcajadas. Raph gruñó.
—En primer lugar: no entiendo por qué entráis en mi habitación sin llamar.
—He llamado, pero estabas tan concentrado que no lo has oído —Leo se apoyó en la pared, le faltaba el aire.
—¿Y POR QUÉ NO HAS ESPERADO A QUE CONTESTASE?
—¡Porque no lo ibas a hacer! —exclamó Mickey, y los tres volvieron a empezar.
—No aguanto más, me voy.
—Espera, espera, Raph —Leo intentó hilar una disculpa, pero la risa no le dejaba ponerse serio. Raph los ignoró y salió de las alcantarillas.
Trepó hasta el tejado de un edificio cercano y corrió lejos de la humillación.
—¿Quién les mandaba molestar? Estoy harto de que me tomen el pelo. ¿Tan difícil es respetar mi espacio? —le dio un puñetazo al conducto de ventilación, que cayó al suelo con un estruendo de metal—. Además, Donnie está enamorado de una chica que pasa de su cara, no tiene derecho a reírse de mi por tener un poster de un dibujo animado en la pared. Y Leo, él es el que menos puntería tiene cuando se fija alguien, por lo menos April es buena chica. Y también real... ¡Ahg! —pateó el conducto de ventilación—. ¡Ese no es el problema! El problema es que se meten donde no les llaman y aprovechan para reírse de mí. Me las pagarán.
Unos gritos en la calle lo distrajeron de su monólogo. Se asomó. Había una panda de chicos, tres, acorralando a una cuarta persona contra el callejón sin salida. En la entrada había tres motos con sus respectivas mochilas y en una de ellas había una chica sentada, sonreía, parecía disfrutar de la escena.
—Oye, nena, ¿tú no querías una pulsera como esa?—decía uno de los chicos. La chica de la moto bufó.
—Por dios, Carl, yo no quiero nada suyo, ¿no ves que es un horror? Pero pártele las gafas, verás cómo nos reímos.
Raph miró hacia el final del callejón. La otra chica había topado con un contenedor y abrazaba su mochila con fuerza. Se podía adivinar el terror en su cara desde aquella azotea.
Raph sonrió, aquello iba a mejorar su día.
Bajó de un salto y se interpuso entre la chica de la mochila y el cabecilla de los matones.
—¿No te parece un combate un poco desequilibrado?— dijo. Consiguió el efecto que quería. Los tres se le quedaron mirando perplejos. Y luego se echaron a reír.

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Lies (Mentiras) [TMNT 2012]
FanfictionMi nombre es Katherine, o Kathe, me da igual. Y tengo un secreto: soy una mentirosa. Y también un problema: tengo muy mala memoria. De manera que guardo todas mis mentiras en un cuaderno. Cada vez que conozco a alguien, escribo su nombre en una pági...