En la incertidumbre total

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La verdad es... Que había algo en él que me llamó la atención increíblemente, como hace años no pasaba. Tanto así, que resaltaba de una manera impresionante entre todas las demás personas.

Lo primero que noté fue su sonrisa, sus ojos y sus expresiones faciales; la verdad es que quedé fascinado, había un aura muy especial a su alrededor. Irradiaba una energía extraña que me llamaba.

Los siguiente que hice, como buen felino que soy fue: acercarme a él a través de su amiga para poder entablar conversación. Usando mi encanto, otra vez, logré constituir un equipo de 5 chicas, además de él y yo, estábamos en un evento he de aclarar. Retiré los números de todos y gracias a la novedad tendría una excusa para estar en contacto con él, al menos, por dos semanas.  Aquí es donde te cuento algo interesante: ¡Todo esto funcionó y ahora somos amigos!

Esta Pera tan hermosa tiene pluma y de hecho es bastante "gay" sin llegar a serlo podría decir. Creo que esa es una de las cosas por las que me llamó la atención. Su personalidad y su gran capacidad para socializar, sumada a su carisma, su dulzura y ese poquito de pluma me tenían completamente desenfocado y desconcentrado. La naturalidad con la que se desenvolvía en el ambiente me hizo perder varias rondas de actividades por no prestar atención. 

Salimos varias veces en el transcurso de estos meses. Lo llevé a conocer la ciudad, algo que sin saber, seria la tarde más dolorosa en mucho tiempo. Ya me había comprometido con él a llevarlo por la ciudad cuando en una conversación furtiva entre una amiga y nosotros esa misma tarde, una Pera dijo:  "Lo más importante en mi vida soy yo, mi madre, mi hermana y mi novia"... Mi corazón estremeció con fuerza tal, que seguramente ellos pudieron escucharlo. Hechos añicos, ahí van una vez más, los pedacitos rotos de mi pequeño corazón remendado; desquebrajados en el suelo. Si el sonido no los alertó, la sonrisa forzada en mi rostro junto con la ausencia total de luz en mis ojos lo habrán hecho, nunca lo sabré, en mi mente gritaba: "No llores, actúa normal, no has oído nada".

Al final del día lloré unas lágrimas amargas de camino a casa. ¡Lloré en el transporte público!

Sorprendentemente la relación entre nosotros se volvió más cercana, ahora hablamos por teléfono casi cada dos días, sin embargo, hay algo raro.

Siento que hace comentarios y sugerencias vagas. Tal vez mi "radar gay" no esté tan echado a perder como yo he creído desde hace años. Tal vez sólo es mi imaginación...

Hoy lo tengo en mi mente. Los últimos días han sido, para mí, una montaña rusa. No sé qué quiere una Pera, no sé qué significo para él, me siento en el limbo y tengo un sentimiento guardado en el pecho.

En unas semanas se regresa a su estado, se irá. Pronto hablaré sinceramente y me abriré a él contándole todo lo que siento por dentro. Crearé la oportunidad que necesito para hablarle con privacidad y sinceridad. Demostraré mi interés y mis intenciones, tal vez lo pierda para siempre, tal vez no, pero necesito saber que siente y la mejor manera de hacerlo es preguntándole.

Tengo miedo y hay sentimientos encontrados pero no acepto la duda ni la incertidumbre.

...Ya no lo hago.

En la incertidumbre total: Peras y Leones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora