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Tres años más tarde...

Damon se desperto a regañadientes cuando su gato Miguel comenzó a caminar sobre su cuerpo. Lo apartó hacía un lado de la cama, volteando su cuerpo para abrazar a su pareja, pero Stiles no estaba allí.

Hace un año cuando el castaño cumplió los diecinueve, Damon compró una enorme casa en las afueras de Beacon Hill, con amplios jardines rodeados de bosques. Donde  el pelinegro y el menor se mudaron inmediatamente.

Posiblemente si Stiles fuese humano tendría miedo de vivir en un lugar así, pero su novio ahora era vampiro como el, una pareja de vampiros. Así que el miedo a hábitar en una mansión silenciosa en medio de la nada, no existía prácticamente.

Finalmente después de tanto tiempo, el Salvatore rebelde, sentía que tenía un hogar... que pertenecía a algo, que lo amaban, que tenía algo por lo que vivir. Tenía una família, conformada por su sexy novio, su gato y sus dos perros.

Además tenía una buena relación con su suegro, que lo trataba como un hijo, también se había hecho muy buen amigo de Jackson, Erica y Scott.

Tanto así, que los viernes salía de fiesta con esos tres locos, mientras su novio se quedaba en casa, con Lydia, Isaac, Allison y Stefan. Ellos preferían quedarse en casa, contando chismes y hablando de las personas que no les agradaban, mientras veían Netflix y comían frituras con helado.

El pelinegro se levantó somnoliento, frotándose los ojos con los puños, mientras se ponía sus pantuflas celestes, del mismo color de su pijama, que Stiles le obligaba a usar. Ya que si por el fuera dormía desnudo.

Le extraño no encontrar a Stiles en ninguna parte de la casa, pero supuso que fue a casa de Noah, a contarle que planeaban adoptar un niño.

La pareja había estado de acuerdo en que la casa era muy silenciosa, se sentía vacía, sentían que le faltaba la risa contagiosa de un pequeño en sus vidas. Consideraban que estaban listos para esa responsabilidad, Damon tenía más de 170 años, ya era hora de tener hijos y a Stiles le encantaban los niños.

Damon- Seremos buenos padres...- musito para sí mismo, mientras se lavaba el rostro con abundante agua, luego de cepillarse los dientes.

Con su super velocidad rápidamente bajó a la cocina, donde Sta y Mon lo recibieron exaltados, parandose en dos patas, mientras apoyaban sus patas delanteras en las piernas del vampiro.

Honestamente Damon había traído al gato, le parecían animales tranquilos y lindos. Los perros en cambió, pensaba que eran demasiado ruidosos. Así que cuando Stiles fue juntando perritos abandonados por la  calle, no le hizo mucha gracia.

Pero esos dos eran especiales, uniendo sus nombres significaba Stamon, que era la combinación de su nombre con el de Stiles.

Los ladridos de felicidad y alegría que emitían al verlo, le alegraban el corazón, esos cachorros se habían ganado su cariño.

Les llenó sus respectivos platos, con agua y alimento para perros, antes de proseguir con lo suyo y comenzar a alimentarse de las bolsas de sangre de la nevera.

De pronto la puerta principal se abrió, dejando ver a Stiles, que tenía dibujada una enorme sonrisa en los labios.

Stiles- ¡Damon!¡Damon!- gritó eufórico, lanzándose sobre el nombrado y llenadole la cara de besos.

Damon- ¿Qué pasa cariño mío?- preguntó curioso, mientras abrazaba la cintura del chico.

Stiles- Le conté a papá, el fue con su arma y mostrando su placa de sheriff, entonces aceleraron el proceso.- explicó emocionado.

Alimentate de mí [LGTB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora