My Bad Boy... Jikook

Capitulo 18

Después de una increíble ronda de sexo, donde Jimin lo jodía y tiempo después el mismo JungKook se jodia al montar una y otra vez la polla de Jimin, terminaron agotados. Querían dormir acurrucados como solían hacerlo despues de drenar todas sus energías, pero aun no estaban en casa así que solo descansaron para recuperar sus fuerzas.

Jimin se encontraba sentado en aquel sillón a medio vestir con un cigarro sobre sus labios, mientras que la otra se encontraba sobre el respaldo del sillón. Por otra parte, JungKook se encontraba totalmente desnudo, su redondo trasero se encontraba a plena vista, parte de su cuerpo se sostenía gracias a sus codos mientras que sus manos se encontraban ocupadas con el celular de Jimin. Sus lindos ojos brillaban y sus largas piernas jugaban subiendo y bajando una a la vez al ver una tras otra foto de su adorado chico.

Ambos realmente se encontraban relajados, disfrutando de aquel poco silencio que les otorgaba el lugar, hasta que Jimin lo interrumpió con una pequeña risita.

— ¿De qué te ríes? – pregunto JungKook volteando levemente su rostro –

—... Se supone que te traje aquí para castigarte, no para follarte

— ¿Castigarme? ¿Por qué?

— Eres mío, no puedes ir y moverle esto a otra persona que no sea yo – dijo acariciando el desnudo trasero que se encontraba sobre su regazo –

— Tú me provocaste

— ¿Yo?

— Si

— ¿Cómo?

— Lo sabes a la perfección – su ceño estaba fruncido, no quería discutir así que solo se volteo y continuo revisando el celular en sus manos –

— Si lo supiera no te estaría preguntando

JungKook bloque el celular y volteo todo lo que pudo tratando de no quitar su trasero de donde estaba, su ceño se frunció más y sus ojos comenzaron con la matanza de Jimin.

— Pecho grande, cintura bien formada, maquillaje exagerado y cabellera rubia

— Oh

— Deberías disculparte

— ¿Perdón?

— Yo no merecía ningún castigo

— Claro que si

— No

— Bueno, no debería disculparme ya que después de todo lo disfrutaste y lo disfrutaste muy bien porque me siento muy relajado

— Fue culpa tuya, si querías castigarme debiste haberme penetrado duro y sin compasión

— Tal vez – el cigarrillo que tenía en su mano estaba a punto de acabarse así que dio unas ultimas caladas, el humo que había estado conteniendo comenzó a salir en el momento que este dibujo una sonrisa boba — No sé qué carajos estás haciendo conmigo, pero te advierto que si me traicionas las vas a pagar muy caro

— No te preocupes, no pienso hacerlo

— ¿Seguro?

— Totalmente, yo estoy aquí por ti y no pienso dejarte escapar – su cuerpo giro hasta que quedo en su posición inicial, sus manos tomaron nuevamente aquel celular — Tu eres mío y de nadie más, de eso me voy a encargar yo

Fue lo último que dijo para volver a desbloquear aquel aparato y comenzar a ver aquellas preciosas fotografías.

— Eso ya lo veremos mi pequeño ángel – dijo mientras estiraba sus brazos sobre el respaldo del sillón –