Capitulo 1

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En un lugar de Busan Corea del sur, existían dos chicos: uno de ellos era un encantador y hermoso ángel, muy puro e inocente. Desde pequeño los padres del chico lo educaron y cuidaron de la mejor manera para que algún día pudiera seguir al pie de la letra los valores que le enseñaron.

El chico era tan amable con todas las personas las conociera o no, siempre estaba rodeado de personas debido a que todos querían contagiarse de su alegría, querían aprender a ser como él, querían ser como la persona más buena del mundo... JungKook... Jeon JungKook, ese es su nombre.

Tan solo tiene 17 y su vida era la mejor de todas, tiene unos padres que lo amaban, millones de amigos que siempre estaban ahí para apoyarle y cuidarle.

JungKook siempre sonreía sin importar nada, pero por desgracia aquel chico comenzaba aburrirse de ser siempre tan correcto, tan bueno, la rutina ya se había vuelto tan aburrida. Hasta que un día conoció a su primer amor y entonces todo cambio.

El chico del que se enamoro es todo lo contrario y a pesar de que llevaba poco tiempo en Busan, ya había llegado a intimidar a casi toda la ciudad, la mayoría de personas siempre decían que era él mismísimo demonio.

Este joven estaba metido en muchos líos, muchos decían que estaba metido con el narcotráfico y que incluso era la mano derecha del peor narco que habitaba en toda Asia, muchos le tenían miedo y es que si te acercabas o te metías en su camino terminarías tres metros bajo tierra.

Su nombre es Jimin, Park Jimin, pero mucho preferían llamarle de la misma manera que la biblia o muchas culturas le dé decía al mal: satanás o lucifer, porque según ellos su nombre estaba más que maldito.

Es por eso que lo único bueno que había en aquella ciudad de Busan era aquel ángel, por ello todos debían de protegerle para no perderle.

Todos sabían que JungKook era tan amable que sería capaz de acercarse al otro chico y no querían perderlo de esa manera, así que por tal motivo lo protegían demasiado. Más lo que no sabían es que aquel chico estaba profundamente enamorado y atraído por él... Bueno, solo lo sabía alguien y ese era su mejor amigo.










































***

Era viernes por la noche y muchos jóvenes salían a divertirse, las fiestas que hacían en las casas de diferentes chicos se hacían esos días. Esta vez le toco a un chico llamado Jackson, muy simpático el chico por cierto.

En aquel momento un castaño de test blanca, labios delgados, grandes ojos y castaño, se encontraba sentado junto a su mejor amigo tratando de convencer a sus padres de dejarle salir.

— Padre, por favor se lo pido, déjeme ir a la fiesta

— Si señor, déjele ir, le prometo que lo cuidare muy bien

— No lo sé... Sabes que no me gusta que salgas tan noche

— Padre, déjeme ir, todos nuestros compañeros estarán ahí – el chico junto sus manos frente de él — Por favor, déjeme ir, le prometo que me portare bien. Solo quiero salir un momento como los demás chicos... Usted sabe que no suelo salir por eso le pido que esta vez me deje ir

— Vamos cariño, deja ir a nuestro hijo, es joven y también merece salir a divertirse

— Pero cariño, es peligroso

— Cariño, recuerda que tú también fuiste joven y solías salir con tus amigos – la mujer miro al castaño — Además, sabes que nuestro hijo no haría algo indebido, lo educaste bien y no solo eso, va muy bien en la escuela y que salga un momento no le hará daño – la mujer sonrió –

– el padre del chico suspiro y miro al pelinegro — Yu Gyeom, prometes cuidar de mi hijo y regresar a la hora que les diga

— Claro señor

— Bien, entonces vayan y diviértanse

— ¡Padre, muchas gracias! – JungKook se acercó a su padre y lo abrazo — Sabe que lo quiero

— Lo se hijo – el hombre correspondió el abrazo — Yo también te quiero

— Iremos arreglarnos, vamos Yu Gyeom – tomo al pelinegro y lo arrastro hasta las escaleras –

— Bajamos en un rato

Ambos chicos corrieron hasta la habitación del castaño y comenzaron a arreglarse, el pelinegro llevaba en su mochila lo que se pondría esa noche ya que saliendo de la escuela ambos se dirigieron a la casa del castaño.

Durante clases se habían propuesto una misión la cual consistía en convencer al padre del castaño, el pelinegro ya tenía permiso de sus padres para ir a la fiesta y ahora solo faltaba que los padres de JungKook le dejaran ir, si no le permitían salir, ambos se quedarían en casa a ver películas, pero la suerte estaba de su lado esa noche.

Pasaron 30 minutos y ambos ya estaban listo para ir a la gran fiesta, los chicos no dejaban de sonreír, realmente la pasarían bien esa noche.

— Oye, ¿no crees que vas muy arreglado?

— ¿En? ¡No! ¿Por qué lo dices? – el chico realmente comenzaba a verse nervioso –

— Pues mírate, solo es una fiesta y vas muy arreglado, incluso te colocaste loción y eso es algo que tu no sueles hacer y solo porque odias los olores muy fuertes

— Pu-pues...

— Oh... Espera – el pelinegro le vio seria mente — ¿A caso vas así por quieres impresionar a Satanás?

— ¡¿Qué?! No, no, no, además, te he dicho que no le llames así, se llama Jimin – JungKook se sonrojo –

— Vamos Kook, ya te dije miles de veces que ese tipo es peligroso, no te conviene. Ya deberías poner los ojos en alguien más

— Eso ya lo se

— ¿Pero?

— Pero me es imposible y lo sabes

– Yu Gyeom suspiro — Bien, bien, ya dejemos de hablar de Satanás y mejor vámonos, no queremos llegar cuando la fiesta ya se esté acabando o ¿sí?

—No, no, tienes razón, vamos

Los dos salieron de la habitación del castaño y al bajar las escaleras se encontraron con los padres del castaño.

— No los quiero tan tarde, a más tardar 5 ó 6 de la mañana ¿entendieron?

— ¿Tan temprano?

— ¿Qué? ¿A caso no es suficiente?, entonces prefieren regresar antes del amanecer o...

— No, señor a la hora que dijo está bien... Es solo que no esperábamos que pudiéramos llegar a esa hora

— Bueno, yo también fui joven y si yo llegaba a esas horas, ustedes también pueden. Eso sí, nada de beber mucho alcohol. Recuerden que aún son menores de edad y que a estas horas el estar afuera puede ser muy peligros – el hombre suspira — Ya si quieren que vaya por ustedes, llamen, no importa qué hora sea que yo iré por ustedes ¿entendieron?

— Sí, gracias padre – JungKook sonrío –

— Ahora, ya váyanse ya o se les hará tarde

— Bien, nos vemos padres y gracias una vez más

— Cariño, diviértete y no tomes mucho

— Descuide madre, no lo haré

— Nos vemos señor y señora Jeon – Yu Gyeom les sonrió como suele hacerlo — Y descuiden, su hijo está en buenas manos

— De acuerdo Yu Gyeom

Así los dos jóvenes salieron de la casa del castaño, después de un largo recorrido a pie por las calles ambos llegaron a la casa del tal Jackson, después de todo el chico no vivía tan lejos.

Cuando llegaron, pudieron notar que la fiesta ya había comenzado desde hace un buen rato y que a cada momento se comenzaba a poner más interesante. La música sacudía por completo la casa, las luces de colores la iluminaban por completo, las personas que estaban afuera de la casa se veían muy animadas... Sí, esa noche iba a ser inolvidable de eso estaban seguros.

My Bad Boy... JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora