Capitulo 43

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Antes de que JungKook hiciera algún otro paso, el sonido que provocaba unos zapatos se comenzó a escuchar haciendo un pequeño eco en el lugar, cuando todos voltearon a ver de quien se trataba un fuerte escalofrío recorrió el cuerpo de las personas a excepción de Jimin y JungKook.

— ¿Baekhyun?

El hombre miraba con asombro la escena frente a él, para cuando la mirada llego hasta la escena de JungKook apuntando a Jimin, una fuerte carcajada se escuchó por todo el lugar. Jimin estuvo a punto de decir algo cuando el fuerte grito de espanto de una persona le hizo fruncir su ceño, Dylan estaba justo ahí, observando la escena con un terrible miedo dibujado en su rostro.

Baekhyun no pudo parar de reír hasta que JungKook hizo otro movimiento, sus pies lo habían llevado más cerca del cuerpo de Jimin, al estar a escasos centímetros del cuerpo un horrible grito se escuchó.

— ¡Detente! – Dylan se veía completamente desesperado — No lo hagas, por favor

Dylan suplicó y una arrogante sonrisa se dibujó en el rostro de JungKook.

— Adelante cariño – le animo Baekhyun — Dispara de una buena vez por todas

Los pequeños pájaros que se ocultaban en los árboles o tejados terminaron por salir ahuyentados debido el gran estruendo que hizo el arma, la primera bala había salido y se había incrustado en alguna parte del estómago de Dylan haciéndolo gritar y caer al suelo con un tremendo sangrado, Baekhyun río más fuerte; los invitados jadearon; los padres gritaron y Jimin se mantuvo efímero, sin ningún rastro de emoción en su rostro.

Para desgracia de Dylan nadie fue capaz de acercarse y tratar de detener la hemorragia, todos estaba completamente atentos a los próximos movimientos de JungKook y Dylan solo se desangraba.

El arma regreso a su lugar, la frente de Jimin era su objetivo y la tensión se hizo más grande, en un solo suspiro otro estruendo se hizo escuchar provocando la conmoción y la abertura de fuego contra Jeon JungKook y todo aquel que estuviera en el lugar.

Todos habían salido corriendo a buscar un refugio o escudo para lograr salir vivo, aunque lamentable no todos corrían con suerte. Los disparos se habían comenzado a escuchar cuando el quejido y la sangre de Baekhyun comenzó a manchar la camisa en la parte de su hombro, sí, así es, JungKook había disparado hacia Baekhyun y no hacia Jimin.

JungKook había caído unos cuantos metros de distancia de Jimin, eso no era bueno, él tenía que llegar cuanto antes frente a él y aclarar una buena vez todo esto. Así que con un par de movimiento y balas disparadas, se abrió paso hasta llegar a Jimin, fue algo difícil cuando en el camino se encontró con uno de los fieles hombres de Baekhyun pero solo una mirada y este le dejo pasar.

Sus pies lo siguieron llevado hasta que finalmente se dejó caer al piso de rodillas frente a él, cuando su mirada se levantó sus ojos se encontraron con el orificio de la fría arma de Jimin.

El seguro de esta se escuchó y todos aquellos que le rodeaban dejaron de hacer lo suyo y contuvieron el aire en sus pulmones, Jimin más sin embargo mantenía una enorme y cruel sonrisa en sus labios mientras veía el precioso rostro pálido de JungKook.

JungKook no dijo nada y pego su frente contra la fría arma, Jimin no se movió y espero unos segundos hasta que este se separara solo un poco para verlo a los ojos con una enorme sonrisa en sus labios.

Jimin se sintió un poco asombrado, no sabía muy bien que hacer o que decir hasta que escuchó el grito ahogado de la madre de JungKook, sus ojos hablaron por si solos y el sensual pelinegro entendió.

Su lengua salió de su boca, se paseó un poco sobre la dura y fría arma hasta que la quitó y se la mostró con orgullo a los ojos de Jimin.

El sensual pelinegro tenía una gran marca de quemadura en su lengua de un magnífico cráneo con cuernos, alas en el costado, ojos con estrellas adentro y el nombre completo de Jimin en la parte de abajo.

Park Jimin había perdido los estribos por completo un día de trabajo al ver a JungKook platicar de una manera muy coqueta y dejar que le acariciaran el rostro y sus caderas en frente de él, y justo con Esteban, un comprador mexicano sumamente atractivo.

Por esa simple razón Jimin le había tomado de los brazos, le saco del ahí y después de un par de golpes puso a JungKook sobre sus rodillas mientras dos de sus hombres lo sostenían de las manos. Estaba claro que el chico lloraba a mares, pero se mantuvo firme porque ya no quería que su precioso hombre estuviera enojado con él.

E'Dawn, quiero que tomes las pinzas que ocupa Woozi para hacer las perforaciones de lengua – había dicho Jimin con un gran ceño fruncido –

Las tengo

Bien, JungKook quiero que saques tu lengua

Jimin... – JungKook había intentado habla y detener lo que Jimin quería hacer con él –

¡Ahora! – pero no lo logro cuando lo escuchó gritar –

JungKook no dijo más he hizo lo que le pidió, cuando su lengua fue tomada por las pinzas, Jimin saco de un pequeño horno un gran fierro con una figura en la parte de arriba de un color rojo intenso. El cuerpo de JungKook tembló y las lágrimas comenzaron a cesar con intensidad, para cuando el ardor y dolor se comenzó a sentir en su lengua su cuerpo se agito, su llanto se hizo más fuerte y de un momento a otro cayó hacia al frente con su lengua chorreante de sangre.

Espero que con esto entiendas quien es tu dueño, maldita zorra

Hoy en día se había olvidado de ella ya que nadie lo mencionaba, pero ahora que su mente había recordar la cordura y sus recuerdos más importantes que había querido borrar, la mostraba con orgullo. Jimin al volverle a ver aquella marca una pequeña risa salió de sus labios y con sus ojos le dio una orden.

La preciosa Sig-Sauer P-226 de JungKook se elevó en sus manos y apunto nuevamente hacia la cabeza de Jimin, con una sonrisa burlona este le hablo.

— ¿Ahora qué piensas hacer mi pequeño ángel?

— Lo que tú me pidas, solo no me vuelvas a dejar porque yo te amo Jimin – contesto –

— Entonces ¿qué esperas?

Un solo paso, una sola sonrisa, una sola orden, un solo movimiento y un solo sonido hizo que la vida de ambos cambiara para siempre.




My Bad Boy... JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora