Capitulo 11

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Tres días habían pasado, tres días desde que JungKook había dejado su casa para estar en el departamento de Jimin pero su familia, amigos, vecinos, amigos de sus amigos, ya lo estaban buscando.

Preguntaron incluso a cada persona que solían encontrarse pero estos solo negaban, llamaron muchas veces a su celular mas no contestaba, JungKook había desaparecido de la nada. Era como si se lo había tragado la tierra.

Pero la verdad era que justo ahora JungKook se encontraba arrodillado frente a Jimin que a causa de eso tenía la cabeza hacia atrás mientras sus manos sostenían mechones de la espesa cabellera castaña para poder moverla con forme el niño se movía e incluso un par de veces para que esta se mantuviera firme mientras el movía sus caderas a su propio ritmo.

— ¡Mierda!

— Mmgh

Un par de embestidas más en la boca del castaño y termino por correrse en su boca, ambos estaban agitados trataban de regular su respiración. Una vez tranquilos los chicos se dirigieron a la cómoda habitación de Jimin.

— ¿Cuándo piensas volver a casa?

— Cuando tú me lo digas

— ¿Yo?

— Si, tú

— Tu familia debe de estar preocupada

— Lo sé, pero me gusta estar aquí

— ¿Y tu familia?

— Puedo hablarles y decirles que estoy bien

— Kook, creo que deberías volver

— ¿Quieres que me vaya?

— No, no, es eso... Simplemente es que no estoy acostumbrado a tener una persona tanto tiempo en mi casa y bueno...

– este suspiro, ya sabía lo que eso significaba por lo tanto tenía que tomar cartas en el asunto — Esta bien

JungKook se levantó de la cómoda cama y tomo sus pertenencias.

— ¿Qué hace?

— Me iré a casa

— ¿Quién te ha dicho que te puedes ir?

— No quieres que siga aquí, así que me iré

— Yo no he dicho eso

— Claro que sí, así que no te molestare más

— Kook

— Llámame cuando quieras verme, nos vemos

— ¡JungKook, vuelve aquí!

— Cuídate Jimin

Sin más el chico salió de aquel lugar, al llegar abajo tomo un taxi y volvió a casa.

Una vez enfrente de la puerta de su casa se quedó un par de segundos a fuera hasta que encontró el valor para tocar, tan solo dio tres golpes y la puerta se abrió de inmediato. JungKook pudo notar que sus padres estaban totalmente preocupados y ahora que lo veían sus ojos demostraron un gran alivio de verlo frente a ellos, sus rostros siempre lo decían todo.

— ¡Hijo! – exclamo la mujer de la casa –

De inmediato los brazos de su madre rodearon el cuerpo de su hijo, lo había extrañado tanto y él sabía que a pesar de que sus rostros se relajaron muy dentro de ellos un había preocupación al no saber qué es lo que le habían hecho durante todo este tiempo que estuvo lejos de casa.

— ¿Estás bien? ¿En dónde estabas? ¿Te hicieron algo? – una bomba de preguntas le cayó y a ni una de ellas de pudo responder debido a que ella seguía y seguía sin parar –

My Bad Boy... JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora