Diabética.

April.

(April en galería)

Lo peor no era caminar con sean, lo peor era estar con sean, caminando hacia su casa a 29 grados, eso era lo peor.

–Sean , para, me voy morir. ¿Por que no tomamos el bús? estoy cansada

– Alice – se paró frente a mi – sólo llevamos una cuadra, incluso, puedes ver el parque desde acá.

–Lo sé, pero entiende, tengo calor, me duelen loa pies y de seguro vives en narnia, lejos y en un armario.

–Sí te quitaras la camisa no tendrías calor. Ven, sube a mi espalda señorita no puedo caminar por que soy floja.

–si me quitará la camisa, no caminarias por estar mirándome, no soy floja –salte a su espalda , puse las piernas alrededor de su cintura y me agarre de su cuello–no gastó energía, sé que luego la necesitaré.

– ajá si, cállate, pesas más de lo que crees

–Envidia por que soy sexy y tú no– Sean empezo a caminar.

–Somos igual de sexys, las chicas me miran.

–Los hombres también –señale a unos chicos con skate que me miraban de forma coqueta y a Sean con celos– no de la misma forma que te miran las chicas, pero lo hacen.

–Ella es mía, chicos – Sean les gritó a los del skate, vi que tres chicos alzaron las manos en señal de calma

–No soy tuya, tú eres mío, que yo te orine no quiere decir que también me puedes orinar.

–Te orinaria pero te distraerias viendo los hermosos pájaros

–Sueltame, maldito abusador sexual.!AYUDA, ME QUIERE VIOLAR¡. Sueltame cerdo.– una pareja de ancianos nos estaba mirando e intente que me ayudarán pero Sean me pego con su cabeza.

–Alice si no te callas no pediré pizza cuando lleguemos.

–Bueno, sólo por la pizza.

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Después de dos siglos, llegamos a la casa de Sean. Llegue cansada, sudada y con hambre, el prometió pedir pizza. El muy flojo nisiquiera tenía llaves nos tocó esperar para que alguien (no dijo quien) abriera la puerta, era una casa de 3 pisos blanca con un elegante jardín, habían dos casadas lado de la de sean, me di cuenta que era privado un barrio privado. Escuche como alguien maldecia en voz alta.

–Sean, te dije que llevarás las malditas llaves—Una niña de 14 o 15 años salió gritándole a Sean, era rubia, tenía los ojos verdes y yo estaba confundida.¿por qué conoce a Sean?. Ella al parecer se dio cuenta de mi presencia ya que me miro y miro a Sean.

–¿Quién es ella? –ella miro a Sean esperando una respuesta.

–Alice, soy Alice Grillwade–Sean solo me miro y asintio estaba ¿nervioso? No lo sé.

–¿Tú eres Alice? Sean, no me dijistes que venía hoy. Veo que Sean no te ha hablado de mí, pero consejos para caerte bien si me pide ¿no?–miro a Sean con enojo fingido, se veia que disfrutaba esto.–Soy April, April White. Hermana de este olvidón.

–Mucho gusto April ¿podemos entrar? Tengo hambre y quiero terminar rápido.

–Si pasa–por fin reaccionó Sean – espera ya te traigo el cuaderno – Subió las escaleras dejándome con April

–¿Cúantos años tienes April?

–14, me gustaría  viajar de 15,pero mis padres no quieren que fuera sola entonces aquí estaré ¿Tú?

–En unas semanas 16. Yo iré de viaje con dos amigas pero tenemos que buscar a alguien más, sino no viajamos.–Mire a April esperando que ella captara lo que intente decirle, ella me miro y sonrió.

–¿Crees que podría? – Estaba sonriente

– Sí, por mi sí. Yo les diré a mis padres y a ellas.– Sean venía bajando y le empece a susurrar– alista maleta por si acaso. – ella sólo asintio y se subió con una sonrisa.

– ¿De que hablaban? April saltó y todo

–Pronto sabrás¿Me das mi cuaderno?

–Sí, claro. No lo abras hasta que lleges a casa. Ya lo adelante ppr ti–me extendió el brazo y yo solo lo tome con cara confundida

–¿Le cortaste la oreja a alguien o qué?

–Muy chistosa Isabel

–Alice.

–Isabel

–Como sea. Pide la jodida pizza tengo hambre.

– como ordene señorita

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Después de comer la pizza, Sean me llevo a casa en SU auto, el tenía auto y me hizo caminar. Agh

–Chao Sean, rompete una pierna

–Chao max steel, suerte con la adrenalina – me dio un beso en la mejilla y despidio con la mano antes de arrancar el carro

Mis padres estaban viendo TV, les dije que posiblemente ya teniamos quien fuera con nosotras de viaje. Me fui a mi cuarto y me tire en la cama ,es tan eufórico. Decidí abrir el cuaderno así mañana podre matar a sean. En la mitad del cuaderno, había una carta de esas comunes que uno mismo hace con letras rojas estaba escrito “I sabellaaaaaaa" soy Isabel no Isabella, me tento abrirla pero estaba tan cansada.

La metí debajo de mi almohada, y apresar de las ganas de orinar que tenía, el sueño pudo conmigo.