Capítulo 3

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Cuanto más pasaba el tiempo más pensaba en lo que le había preguntado Cayetana, ¿Realmente quería estar con Samuel? Le quieria, lo hacía a pesar de que el no lo hiciera pero no sabía si de la misma forma que hacía un par de meses.

-No te queda del todo mal.- Miró hacia atrás cuando vio como alguien entraba a su cuarto. -Me gusta el vestido.

-Gracias.- Comentó mientras se miraba en el espejo y seguía maquillándose. -Los demás acaban de llegar, puedes esperar con ellos si prefieres.- Cayetana no respondió y se sentó en una sillita, Rebeka miró su reflejo en el espejo. -¿Te pasa algo?

-¿A mí? -Tambien miró el espejo y se cruzó de piernas. Sabía que Rebeka no podría evitar mirar su movimiento, sonrió un poco. -Yo es que estoy bien aquí. A ellos ni si quiera les caigo bien.

Rebeka apartó su mirada y siguió maquillándose cuando acabó de hablar.

-Tampoco le pones fácil caerle bien a la gente.- Comentó. No era nada que ella misma no supiera. -Ellos se llevan bien con todo el mundo.

-Menos conmigo, ¿A caso saben que voy?

-¿Y eso que más dará?

Rebeka se giró y ambas se miraron. Cayetana se levantó de la pequeña silla.

-Que no son mis amigos, son los tuyos.

-¿Habíamos quedado en que tú y yo éramos amigas no?- La miró de arriba abajo.- Tampoco está de todo mal tu vestido, ¿Lo robaste también o...?

Sonrió.

Cayetana puso sus ojos en blanco y salió del baño.

-Eres idiota...- Susurró.

-Espera, espera...- La siguió.- Era una broma, ¿Las amigas bromean no?

-Supongo.- Borde.

-Vamos.- Acarició su brazo y empezó a andar.

Cayetana vio como acariciaba su brazo, no quería ir con sus amigos pero la siguió, tampoco quería estar sola.

Mundos de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora