Capítulo 5

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Rebeka se arrepentía un poco de haberle contado a Cayetana lo que había pasado con Samu. No sabía si podía confiar en ella.

-¿Ponemos la peli ya?- Rebe se sentó en el sofá con el bol de palomitas en las manos, miró como Cayetana cogía un par.

-Claro.- Se metió una en la boca.- ¿Mean Girls?

-¿Otra vez?- Suspiró agotada.

-¿Cómo que otra vez? ¡Te quedaste dormida cuando intenté enseñártela ayer!

Rebeka sonrió y asintió finalmente. Sabía que era su película favorita, se lo había dejado claro un millón de veces. Deducía que le hacía ilusión que la viera y no podía decirle que no, para una de las pocas cosas que parecían ilusionarla últimamente.

-Pero después vemos "Pieles". Hay muchos actores buenos dicen. Tengo ganas de saber qué pasa.- Sonrió pasándole el bol, al final era ella la que había pedido esas palomitas.

-¿Películas españolas? No gracias.- Se metió otra palomita en la boca. Y se apoderó por completo del recipiente.

Rebeka frunció su ceño y cogió el mando de la televisión, siempre había sido egoísta así que no le extrañaba demasiado.

-Si parece ya más casa tuya que mía.- Susurró entre dientes y buscó su película en la televisión. -Tambien hay agua, no te vayas a atragantar.- Dijo con ironía al escucharla masticar.

-Estas muy amargada he.- Comentó Cayetana con total sinceridad. -¿Has hablado ya con Samu?

-Sabes que no.- Respondió secamente.

-¿Y a qué esperas? ¿Sois amigos no?- La miró dejando el bol en un lado del sofá.

-Pero...- No podía decirlo en voz alta, le costaba mucho reconocerlo. -Sabes lo que siento por el.- También la miró.

La película acababa de empezar.

-¿Vas a tirar tu amistad a la mierda por eso?- En realidad no lo entendía bien, ella nunca había tenido un amigo de verdad. -Hay más chicos sabes, o lo que te guste a ti.

-Para ti es fácil decirlo.

-¿Te recuerdo lo que le pasó a mi novio?

-Vale, tienes razón. Quizás lo mejor es que me olvide de el.

Cayetana asintió sin quitar la vista de la televisión.

-Se que es difícil para ti escucharme y ver la película al mismo tiempo, hacer dos cosas a la vez no es sencillo he.- Bromeó esperando que le diera un puñetazo en el hombro pero solo vio como sonreía al oírla, nunca se había fijado pero tenía un sonrisa bonita.

La miró de reojo.

-¿De que va "pieles"?

-Es sobre personas diferentes al resto que viven encerrados para que no los vean.

-¿Diferente a que?- Volvió a mirar a la pantalla.

-Diferente a ti, a mí.- No podía dejar de mirarla mientras la hablaba, sentía que debía hacerlo.

-Nadie es como tú.- Deslizó su vista hacia ella otra vez.- No eres como creía hace unos meses.

-Y tu eres igual a lo que yo pensaba.

-¿Ah si?- Centro su vista en ella.- ¿Y como soy?

-Como los demás quieren que seas, tu no quieres ser así.

-Quizas lo único que no quiero es tener que trabajar para poder estudiar al mismo tiempo.- Volvió a mirar la pantalla.- Pero claro, es muy difícil que tú lo entiendas, ¿Verdad? Hacer dos cosas a la vez no es tan complicado.

Rebeka se quedó callada, no sabía que decirle. Ella ya estaba acostumbrada a vivir con dinero, a tener las cosas que Cayetana no tenía. Hacía tiempo que no le preguntaba por su abuelo o por las clases pero sabía que no era el momento adecuado para hacerlo. Se conformaba con dejarla estar en su casa cuando su madre estaba libre y podía cuidar del anciano.

-¿Queda mucho?- Intentó engarncharse a la película.

-Acaba de empezar.- Dijo y poco después cerró sus ojos para quedarse dormida en el sofá.

Rebeka no sabía que hacer, ¿La despertaba? No, se enfadaría muchísimo y tampoco podía con su peso sin levantarla antes.

-No sé que voy a hacer contigo.- Acarició su cara y le puso una manta encima. Cuando dormía parecía la persona más vulnerable del mundo.

También podía, dormirse a su lado.

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