Llevaban un par de meses queriendose a escondidas. Queriendose en todas las maneras que podían hacerlo.
Rebeka empezaba a descubrir lo que era el amor, eso era el amor. Estuvo tan equivocada tanto tiempo, con tanta gente pasajera que en realidad solo era eso, gente que viene y va. Que nunca la habían llegado a marcar del todo.
Cuando te enamoras lo sabes, duermes diferentes, sonries diferente, eres diferente.
-Mira.- Cayetana sonrió enseñandole la sartén cuando la vio entrar en la cocina. -Me ha salido perfecta.
Era una tortita de avena, se había visto un tutorial de cocina y ahora estaba empeñada en preparar todas las recetas del canal de cocina donde encontró la primera. En realidad no se le daba mal de todo. Además, se había acostumbrado a tenerla por casa todo el tiempo.
Rebe sonrió y deslizó su mano hacia su cintura para atraerla hacia ella.
-¿No pretenderás que me coma eso?- Bromeó mirando de reojo las tortitas y poniendo ambas manos en su cadera. -Parece comida de gato.
-Pues si parece comida de gato que se lo cama el.
Caye frunció su ceño molesta. Había estado mucho tiempo buscando las medidas exactas para que pudieran salirle perfectas.
-No, ni hablar. No le puedo hacer eso al pobre gato.- Siguió bromeando y soltó una pequeña risa al ver a la chica rubia tan enfadada. -Venga que solo estaba de coña.- Sonrió y beso su frente.
-Muy graciosa, ahora sueltame.- Intentó deshacerse de sus brazos pero era impsible, en realidad tampoco queria. -Suel...- Cerró sus ojos cuando sintió que Rebeka la besaba. -Bueno también puedes hacer eso.
Se calló al instante y suspiró un pequeño gemido, se estremeció al sentir sus manos meterse por debajo de su camisa. Despues siguió besandola.
A los pocos segundos dejó de sentir sus manos, sus labios no tardaron mucho en despegarse de los suyos, sin embargo Cayetana dejó entre abierta su boca esperando un nuevo beso.
Se moría de ganas por besarla otra vez.
Al abrir los ojos vio como Rebeka de comía la tortita directamente de la sarten, siempre se levantaba con mucha hambre. Caye sonrió sin poder evitarlo.
-Si esperas diez minutos te hago el resto.- Apoyó su mano sobre la encimera. -¿Quieres algo mas?
-¿A ti?- Esbozó una sonrisa mentiendose un trozo mas en la boca.
-¿Me puedes desyunar?
-Puedo intentarlo.
Caye cogió la sarten y siguió preparando el resto. Rebeka se quedó ahí mirando como las hacía, no quería dejar de mirarla nunca. Era más que una chica que fingía tener dinero, era mucho mas de lo que pensaba todo el mundo.
-¿Cine esta noche?
-¿Cine otra vez?
-Bueno, es el unico lugar donde nos podemos besar sin fingir que somos amigas.
-Bueno, es lo que somos, ¿No?
Cayetana la miró algo decepcionada.
-Si, es lo que somos.
Rebeka cogió otra tortita y la soltó al instante cuando sintió que se le quemaban los dedos.
-¡Pero coge las de abajo!- Gritó indicandole las que había hecho primero e intentando olvidar lo anterior.
Rebeka le hizo caso y después ambas se reiron al mismo tiempo.
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Mundos de cristal
FanfictionCayetana vivía en un mundo de cristal, Rebeka luchaba todos los días para ayudarla a salir de él. "La historia transcurre tras la muerte de Polo y el nuevo curso en las Enzinas"