B-) Fire (+18)

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Del kinktober/2019: Día 8: Sadismo. Día 10: Hate Fucking. Día 13: Dirty Talk. Nada que ver aquí.


Tal acción en ese momento fue puro instinto, definitivamente no lo pensó con claridad sino cuando ya estaban dentro.

Que lo tomara por sorpresa o no le importaba poco, cualquier reacción de su parte sería un misterio para él mismo de cualquier forma.

—Al menos avisá, mamagüevo.

Luego de aquel acto tan impulsivo ninguno de los dos se andaría con palabras que harían retroceder al otro, USA lo supo cuando después de eso escuchó una burla del latino, con ese toque tan ácido con el que frecuentaba últimamente. Por otro lado Venezuela se había dejado empujar a ese closet de la sede de la Organización de las Naciones Unidas. Habían sido llamados a su oficina por una pequeña falta en la reunión de esa ocasión, y en ese momento, luego del sermón, se dirigían a la salida; pero simplemente la cosa no sucedió de acuerdo al plan. Desgraciadamente, USA trajo desde entonces cierto cosquilleo placentero en sí.

Inexplicablemente lo quería de nuevo.

—Oh no, eso definitivamente arruinaría la sorpresa.

Quizás se trataba de la adrenalina que le causaba el tener intimidad con el ahora enemigo, el cambio que sufrió la amistad que tenían y así el cariño. Por alguna razón el hecho ahora volvía su estómago una marea que repartía chispas de placer en su sistema y aceleraba su respiración; su deseo y razón discutieron y lucharon por el dominio pero al final fue el deseo carnal que ganó sobre su consciencia.

Una vez donde lo quería, la ropa les molestó a ambos, en tal circunstancia deshacerse a tirones de lo necesario era más que suficiente.

—En dado caso. Si me das a elegir entre la sorpresa o ser llamado la perra de Estados Unidos: prefiero la sorpresa —suspiró, ya comenzaba a sudar.

Para callar al latino tomó sus piernas con brusquedad y solo se introdujo sin reparos, de ninguna manera el estadounidense perdería el tiempo preparándolo; de cualquier forma, lo menos que indicaba el jadeo que soltó Venezuela era dolor.

Se inclinó más a él así sosteniendo sus muñecas, la distancia de sus rostros reduciéndose hasta el punto de sentir el calor ajeno.

—Es una lastima, el apodo te queda perfecto —comentó en voz baja y para molestarlo besó fugazmente sus labios, a lo que el venezolano apartó la cara soltando un gruñido, logrado su objetivo y sin esperar empezó a mover su pelvis en un vaivén, mientras evitaba la completa movilidad de sus brazos.

El latino bajo suyo hizo un ruidito de molestia, ante el ritmo del estadounidense intentó mover sus caderas en busca de más estímulo. Lo que odiaba de su fuerza física y la de su verdugo era que la suya no era suficiente, ya que cada vez que quiso que lo soltara este solamente ejercía más fuerza sobre sus muñecas provocándole dolor, y tenía un miembro al que atender como era debido.

USA notó la inquietud en su compañero, y en su próxima embestida hizo una corta pausa que continuó con rudeza, provocando un fuerte espasmo en el latino, como respuesta no obtuvo el escándalo que esperó pero no significó que de igual manera no disfrutara verlo así, por entretenimiento salió con lentitud para introducirse del mismo modo escuchando ahora un gemido ahogado por sobre su pesado suspiro. El venezolano se removió y su pelvis se sacudió, con piernas temblorosas terminó por rodear la cintura de la potencia, solo haciendo suspirar burlón al norteamericano.

Iba a continuar con su juego de tortura cuando cierta dureza apenas se restregó contra su abdomen, inclinó la mirada hasta allá sin detener su perezoso vaivén, notando la erección palpitante y olvidada del suramericano, una vez que volvió a su rostro lo encontró mirándolo fijamente con disimulada suplica en los ojos, nublados por el placer. Respiraba por la boca y un hilo de saliva se deslizaba por la comisura de sus labios.

Hot cakes con arequipe [USAVene]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora