E-) Chillax (+18)

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Del kinktober 2019: Día: 29; Fijación oral.

Convencerlo fue tarea más complicada de lo que pensó al principio, y aún así percibía la duda en el estadounidense. Pero lo importante era que se estaba dejando arrastrar a su habitación, también se dejó quitar la franela y acostar sobre el colchón, el latino de a horcajadas encima. No había algo que pudiera detenerlo ahora, o bueno, esperaba que no.

—Venezuela-

—Esto será sencillo —interrumpió antes de otra evasiva —, no es mucho lo que tienes que hacer- de hecho, no hagas nada —hizo una pausa, a la espera de alguna negativa, mientras suavemente frotaba en círculos las manos sobre los pectorales de su pareja, sonrió al ver al estadounidense suspirar y relajar el cuerpo, aparentemente entregado a él —, eso es; inhala y exhala. Céntrate en las sensaciones, déjame todo a mí.

Siguió frotando esta vez sus pezones con los pulgares, el gringo hizo un gesto con las manos pero las mantuvo apartadas del latino por el momento, este con la intención de recompensárselo terminó de inclinarse para juntar sus labios en un beso bastante necesitado ¿por qué no se le había ocurrido eso antes? Porque una vez que iniciaban un roce con tal intensidad se sentían consumir por un apego incontrolable, USA tomó entre sus manos el rostro del venezolano inclinándolo levemente para profundizar el contacto, con eso aprovechó de acariciarlo y quizás alborotar un poco su cabello.

No duraron mucho así porque el primero en pisar tierra fue el latino, que se separó lentamente descendiendo a su cuello besando y succionando suavemente la pálida piel, sin molestarse porque su pareja dejara una de sus manos en su cabeza.

—Sí. Está okay, tú- ganas —comentó entre respiraciones pesadas, viéndose derrotado completamente por el placer de la carne.

Satisfecho por eso, el venezolano se enderezó lo suficiente y le obsequió una sonrisa, luego descendió hasta llegar a la altura de su entrepierna, de rodillas a la cama hizo una pausa, desde donde estaba miró al gringo a su merced, que solo vio sus movimientos sin hacer nada más y luego volvió la vista al techo. Era justo así como le gustaba al suramericano, a la espera, aunque fuera en parte contra su voluntad, a que le hiciera lo que quisiera hacerle, atenderlo, y satisfacerse a sí mismo.

Podría leerse un poco cruel; pero era tanto el trabajo de USA, incluso en presencia del latino iba de aquí para allá con papeles, lo llamaban en el día, en la tarde, ¡incluso en la noche! Ya no podían tener un momento íntimo y tranquilo porque lo llamaban por alguna cosa que necesitara de su atención. En cierta forma estaba bien, era su trabajo después de todo, pero el venezolano no pudo evitar alarmarse una vez que notaba que su pareja llevaba hasta cuatro días sin dormir, y no, dormir solo cuatro horas al día no es descansar. Así que convenciéndolo y seduciéndolo llegó a esto, un juego que serviría para recuperar tiempo perdido y al menos alejar un par de días al gringo de su trabajo y también descansara. Entonces...

Empezó quitándole el pantalón, admirando la forma en la que se marcaban sus caderas y su abdomen subía y bajaba debido a su respiración impaciente. Él estaba poco acostumbrado a que le quitaran el control de forma tan escurridiza, y la confianza del latino era tanta en ocasiones como esa que ya daba esa lucha ganada incluso antes de que se enfrentar.

Luego de retirar la prenda se acostó cómodamente entre las piernas de su pareja. Gustosamente acercó la cara hasta su hombría (aún cubierta por el boxer) y percibió el agradable aroma que provenía del estadounidense, el cual solo se removió deseoso cuando el suramericano se restregó suavemente a su miembro, inhalando el estimulante olor.

En cuestión de un par de minutos en los que jugó con su entrepierna; dejándola entre sus labios y la tela que todavía no quitaba, con una mano masajeó perezosamente sus testículos; notó que empezaba a endurecerse, y con ello la inquietud del norteamericano, desde donde estaba, Venezuela podía escucharlo jadear, tampoco es como si sus piernas se quedaran completamente inmóviles; pero se mantenía todo lo quieto que podría estar, con los ojos cerrados o simplemente mirando alguna cosa en específico.

Hot cakes con arequipe [USAVene]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora