No enamorarse. Esa es la regla de Camila. Para ella todos son tontos e inmaduros, igual a su padre, el cual la abandonó a ella y a su mamá por ir detrás de las faldas de otra; para ella todos son traicioneros igual que Joe, su "primer amor", el cual la utilizó para obtener buenas notas y luego cambiarla por otra. No quiere nada de chicos tontos que la distraigan de su objetivo, que es convertirse en una exitosa historiadora. Para esta chica de 18 años no hay nada más fascinante que la Historia Universal y sobre todo la Edad Antigua. Su civilización favorita es la griega, todo lo que tiene que ver con la mitología de ésta gran sociedad la vuelve loca.
Es por eso que cuando su mamá le anuncia que pasará las vacaciones de verano en Atenas, Grecia, con su prima Isabel, estudiando sobre la civilización que tanto le encanta, Camila enloquece de felicidad.
En esas vacaciones ocurrirán muchas cosas, surgirá una posibilidad de beca para que ella estudie su universidad en esa ciudad, aprenderá innumerables cosas sobre su civilización estrella y conocerá a un misterioso chico con un curioso nombre: Apolo.
A pesar de su regla principal de cero chicos, le será imposible no fijarse en este misterioso y muy atractivo joven, que aparte de ser un docto en el tema de la mitología griega, parece ser muy diferente a los chicos comunes. Y que parece guardar un gran secreto.
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En sueños con Apolo
Fantasy- ¿Apolo? ¿Cómo el dios del Sol, la música y las profecías? - Sí, como él. Te sorprendería el parecido que tengo con ese dios"
