En sueños con Apolo

Parte 7

EN SUEÑOS CON APOLO
Parte 7.

Ya habían pasado dos semanas y media después de que Camila y Apolo pactarán verse en el museo, él cada día la esperaba con más y más historias, historias que ella escuchaba con atención y que hasta llegaba a anotar en su libreta. 

— ¿Qué te pareció la historia de hoy? — preguntó el rubio cuando iban saliendo del museo.
— Bellísima, siempre son bellas tus historias, aparte hablas de los dioses olímpicos como si los conocieras. Es increíble.
— Oye Cam quería preguntarte algo desde antier… ¿cuánto tiempo exactamente te queda aquí?
— Me queda semana y media… — contestó algo desanimada la chica.
— Uy eso es poco… ¿estás segura?... creí que te quedarías mucho más tiempo… bueno, el chiste es que quería ver si mañana en vez de vernos aquí, nos vemos en el acuario que está a dos cuadras. 
— Ah bueno, no sé llegar, pero si tú me llevas con gusto, sirve de que conozco más lugares antes de irme.
— Perfecto, paso por ti a las 6, afuera de tu habitación.
Ambos se despidieron como de costumbre, con un abrazo y un beso en la mejilla, sólo que Camila sintió esa vez una ligera descarga al contacto con la piel del chico… se empezaba a enamorar.

****
— ¿Me veo bien? — preguntó Camila… es por pura curiosidad…
— Hermosa — contestó Isa sin dudar.

Camila sí se veía más bonita de lo normal, había seguido el consejo de su prima y se había puesto un vestido blanco de holanes, con unas sandalias color caqui, su cabellos rizado lo había peinado con pequeñas trencitas y sobre ellas había puesto una diadema de flores. Se había puesto un ligero maquillaje que la hacía ver muy bien.
Salió a las seis en punto y vio a Apolo vestido de blanco y con sus rulos más coquetos que de costumbre.

— Qué bonita te vez… como toda una musa — dijo él dándole un abrazo, ella sólo sonrió.

Llegaron al acuario y después de una historia Apolo hizo algo que petrificó a Camila.

— Camilita, siempre te has visto hermosa, pero hoy te ves mucho más bella — susurró para luego acercarse más a ella e intentar plantarle un beso, beso que Camila rechazó.
— ¿Qué haces? — reclamó ella.
Apolo no supo que responder, Camila temblaba, por la mente de la chica sólo pasaban dos palabras: CERO CHICOS.
— Perdón, pero yo hice una promesa, nada de chicos hasta terminar la Universidad, no puedo romper esa regla contigo. — dijo la chica para luego salir corriendo.

Llegó a su habitación y sin darle explicaciones a Isa y Ulises se metió en su cama a llorar.

****
— ¿Qué pasó ayer Cam? — preguntó Isa después de que la primera clase acabara.
— Nada, no pasó nada…
— ¿Y Apolo?
— No sé, no creo volverlo a ver.
Esas palabras taladraron el corazón de la chica… ella realmente se había enamorado de ese chico.

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Dum-dum-dum... se acerca el final.