Parte 2

13.5K 1K 36
                                    

A la mañana siguiente al despertarse escuchó las voces de su mamá y de su prima, sabía que ellas seguían preocupadas, Cami iba a salir, pero al verse al espejo toda ojerosa y con los ojos hinchados, optó por darse una ducha, peinarse, vestirse y hacer algo no muy común en ella: ponerse un poco de maquillaje, esto para disimular los estragos de haber llorado todo el día anterior.
Cuando salió su mamá y su prima se sorprendieron, la chica se veía muy bien, como si no hubiera pasado nada, se veía radiante. Su hermoso cabello castaño y rizado lo había peinado con una trenza de lado y finalmente se había puesto una flor, dejando sueltos algunos caireles, sus labios los había pintado con un gloss rosa que la hacía ver muy tierna y se había puesto un vestido veraniego que la hacía lucir muy linda.

— Buenos días. ¿Cómo durmieron? Yo dormí muy bien… oh y mami muchas gracias por la cena estuvo muy rica, hoy me toca a mí hacer de cenar, verás que te sorprenderás con mis habilidades culinarias — dijo Camila en tono de broma, su mamá sonrió efusivamente, sentía que su hija estaba mejor.
— ¿Cam estás bien? — preguntó Isa en un tono un poco preocupado, a decir verdad, a ella le sorprendía el cambio que había ocurrido en su prima en una sola noche, la esperaba aún deprimida, ya hasta había preparado un sermón acerca de las relaciones fallidas y el valor propio.
— Sí, estoy muy bien ¿por qué no habría de estarlo?
— Pues… pues… porque… pues por eso… por aquello… — tartamudeó Isabel intentando no mencionar lo ocurrido ayer.
— Ah por Joe ¿verdad? — mencionó Cami con mucha naturalidad, como si se tratara de cualquier cosa, a las otras dos mujeres les sorprendió, un día antes ella estaba llorando como si fuera el fin del mundo y en ese momento parecía tan campante.
— Sí hija, parece que ya te sientes mejor, pero si quieres que hablemos…
— No se preocupen, podemos hablar de ello con mucha naturalidad, son cosas que pasan todos lo días, son cosas que hasta a los dioses del Olimpo les pasaron, los corazones rotos no son de otro mundo… ayer leyendo recordé la historia de Apolo y Dafne, esa musa era el primer gran amor de Apolo, al recibir su rechazo y ver como ella se convertía en árbol a él también se le rompió el corazón, y saben, él lo terminó superando. Yo como su fiel admiradora seguiré su ejemplo. Ya lo superé, ya no se preocupen por el tema — concluyó la castaña con una sonrisa en sus labios.
— Si tú lo dices — contestó su prima, que aún seguía un poco confundida.
— Bueno, entonces niñas, apúrense para que no se les haga tarde, aquí les dejo este lunch — dijo Lisa señalando unos topers con comida adentro. — Me tengo que ir, porque ya se me hizo un poco tarde para el trabajo, las veo en la tarde. — se despidió dándoles un beso a ambas. 
Esa mujer adoraba a las dos chicas, después de que su esposo la había dejado con Camila cuando era una niñita, su hermano con su cuñada se habían mostrado como su mayor apoyo, ellos la ayudaron a salir de la depresión que le duró aproximadamente unos seis meses, en ese tiempo ellos se encargaban de cuidar bien a la pequeña Camila, e Isabel era la compañía de su hija, ellos le brindaban el amor a Cami que ella no podía darle completamente en esos momentos de desesperación. Cuando encontró trabajo y se restauró su situación sentimental, después de ir con un psicólogo les hizo saber a esa familia que les estaría agradecida por siempre, y así era, todo lo hacían juntos, sus casas estaban a una cuadra, sus trabajos estaban en el mismo piso y sus hijas se adoraban como si fueran hermanas.

****
— Cami te ves muy bonita hoy, estoy segura de que más de dos chicos se volverán loquitos al verte entrar por esa puerta — dijo Isa graciosa mientras caminaban por el estacionamiento, Camila en cambio abrió sus ojos como platos e hizo una mueca de desaprobación.
— NO, nada de eso.
— ¿Qué? ¿Nada de qué?
— NADA DE CHICOS — contestó Camila con un tono muy dramático, a su prima le sorprendió la contestación.
— ¿Por qué?
— Porque todo lo arruinan, y no lo digo sólo por mi desamor con Joe, lo digo por mi papá, lo digo por todos los cayanes que te han roto el corazón, lo digo por todos los casos de chicas como tu y yo. No quiero nada de chicos.
— Pero… pero…
— Nada Isa, esa será ahora mi regla principal, no quiero nada de hombres hasta terminar la universidad — concluyó Camila para entrar triunfante a su escuela, Isa un poco desorientada por lo que acababa de oír la siguió por detrás.

En algo no se había equivocado Isabel, más de medio equipo de futbol y de basquetbol se habían fijado en lo bien que se veía Camila, y es que no sólo su apariencia física la hacía ver bien, algo había cambiado, irradiaba cierta felicidad que no se le había visto semanas atrás, pero eso ahora no le importaba a ella.
Al entrar a su salón, Joe que estaba cargando a una empalagosa Mia, no pudo evitar voltear a donde estaba su exnovia y quedarse boquiabierto. Ambas primas se dieron cuenta de eso, pero ni se inmutaron en darle atención, en vez de eso, ellas se pusieron a platicar sobre sus ideas para el proyecto final de historia.

— Oye Cami te ves muy hermosa hoy — dijo Joe acercándose al par cuando la clase de biología había terminado. Ambas se sorprendieron.
— Óyeme tú peladazo ¿cómo te atreves a hablarle a mi prima después de lo que…
— Isa, no seas descortés — reprendió Camila, para luego voltear a ver a su ex. — Muchas gracias Joe, yo también creo que me veo muy bien hoy — le respondió al chico con una gran sonrisa, él estaba sorprendido de la autoconfianza que la chica mostraba.
— ¿No quieres ir al cine hoy? — preguntó el chico esperando una respuesta positiva, lo que no esperaba era una carcajada de ambas chicas ante tal proposición. — ¿Qué? Hablo en serio. ¿Qué les causa risa? — preguntó el chico con un tono irritado.
— Cero chicos — mencionó Camila entre risas ignorando las preguntas de su ex.
— ¿Qué? — preguntó él.
— Que nada de chicos para mí, ni tú, ni nadie querido — contestó Camila guiñándole un ojo para luego salir de ahí dejándolo boquiabierto.

En sueños con ApoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora