Parte 6

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EN SUEÑOS CON APOLO.
Parte 6.

— ¿No extrañarás al guapo ese que te salvó, verdad Cami? — preguntó Isa cuando iban saliendo del salón.
— Ash eso qué…
Habían pasado ya cuatro días de su accidente y no había visto para nada al chico rubio.

Esa tarde irían en grupos con sus guías a uno de los museos más visitados en Atenas, ambas estaban entusiasmadas, Isa porque lo tomaba como una cita con Ulises, Camila porque amaba los museos.
Ambas se arreglaron Isa se puso uno de sus típicos vestidos, Cami prefirió una bermuda no tan apretada y una blusa de holanes. Ambas estaban encantadoras.

Al llegar al museo todos entraron en bola, inclusive Camila, todos ponían atención a sus guías designados. Cuando llegaron a la sala de esculturas les dijeron que tenían un pequeño descanso que Cami aprovechó para ver todas las esculturas y de pronto cuando entró a la sala donde estaban las esculturas de Zeus, Apolo y Poseidón encontró de espaldas al chico que la había ayudado, el mismo de Delfos. Ella sintió una ligera emoción y no dudó en hablarle.

— Hola — saludó ella tocándole la espalda, él volteó y al verla sonrío.
— Hola Camila ¿cómo estás? ¿ya mejoró tu tobillo?
Después de hablar del tobillo de la chica y del porqué estaba en el museo decidieron ir a un patiecito, él le invitó de un frasco de galletas que tenía.
— Oye tú me salvaste y no sé tu nombre ¿cómo te llamas? — preguntó Camila después de echarse una galleta a la boca.
— Soy Apolo — dijo él, ella sintió un ligero escalofrío y mil cosas pasaron por su cabeza. — Me llamo Apolo, puedes decirme Polo si quieres.
— ¿Apolo? ¿Cómo el dios del Sol, la música y las profecías? — preguntó ella un poco intrigada.
— Sí, como él. Te sorprendería el parecido que tengo con ese dios… digo, o sea que también es mi dios favorito…
— Ay que padre. Para mí es el mejor porque adoro la música, sé tocar el violín y es una de mis cosas favoritas y él es el dios de la música, aparte de que es el dios de las profecías y por ese hecho creo que era alguien muy sabio, sin olvidar que tenía innumerables habilidades en la caza y por eso era el dios del tiro con arco, aparte era líder de las musas, por cierto mi musa favorita es Euterpe, la de la música… ah y aparte era poeta y porque estaba conectado con la naturaleza… y sobre todo porque era el dios del Sol, el astro mayor… — suspiró la chica después de decir todo eso. — ¿Tu por qué lo admiras?
— Pues porque es muy, sumamente, demasiado, guapo — respondió el chico con satisfacción mientras meneaba sus caireles, Camila se sorprendió por esa respuesta y él lo notó. — Digo, porque él también es el dios de la belleza… como dices él tiene infinidad de cualidades.
— Ay aparte tiene una hermana genial.
— Ah sí, Artemisa bebé… ehm… digo la gran Artemisa — corrigió el chico un tanto apenado. Camila soltó una carcajada.
El chico comenzó a contarle los orígenes de los nombres de Apolo y Artemisa, también le conto como fue que el dios mato al dragón ctónico Pitón y finalizó con un relato de cómo antes de la guerra de Troya el mismo dios junto con Poseidón mandaron una peste y un maremoto en venganza de que el rey Laomedonte no les pagara las cuotas estipuladas después de que le construyeran las murallas de Troya. Camila lo había escuchado hipnotizada, tanto que ni siquiera se había dado cuenta del tiempo que había transcurrido.

— Eres tan bueno contando historias, sabes demasiado, pero aparte tú cuentas todo con detalles que nadie más sabe, como si lo hubieras visto tú mismo. Es increíble. — comentó la chica con los ojos cuadrados.
— Si tú quieres, podemos vernos aquí mismo para que te cuente más historias, tengo unas muy buenas sobre Apolo y sus musas — propuso Apolo, ella asintió enérgicamente.
— Ulises, ya la encontré — se alcanzó a oír la voz de su prima que llegaba al lugar, Polo y Cami voltearon asustados.
— Ay niña, como que ya se te hizo costumbre el escabullirte para andar de exploradora… las actividades ya concluyeron, tenemos que regresar — sentenció quien era su guía. — Gracias por cuidarla de nuevo… 
— Apolo, me llamo Apolo, me pueden decir Polo. ¿Entonces si quieres lo que te propuse? — le preguntó a Cami.
— Sí, mira yo salgo a las 5 de mi última clase, si quieres nos podemos ver aquí a las 5:30.
— Me parece muy bien, esto es un trato. Nos vemos chicos, hasta mañana Camila. — se despidió el chico. 
Camila estaba emocionada, a pesar de su pacto de cero chicos, había algo en este que le impedía negarse.

****
— ¿No qué nada de chicos Cami? — preguntó sarcástica Isa antes de acostarse en su cama. 
Camila sólo rodó los ojos y apagó la luz. 
Y comenzó a soñar, soñaba con cada una de las historias que ese misterioso chico le había contado… comenzó a soñar con Apolo…

En sueños con ApoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora